Little Wings + Nico Roig – Antigua Fábrica Estrella Damm (Barcelona)
Cartel doble para sibaritas el organizado por el programa de radio Delicatessen de la emisora iCat FM para la noche del miércoles. En el marco de la bonita Antigua Fábrica de Cerveza Estrella Damm, el catalán Nico Roig abría la velada para presentar sus canciones, imaginativas y a ratos delirantes, que interpretó sólo con su guitarra, intercalándolas con historias en las que introducía los temas. Le faltó algo de emoción, pero aun así su set fue bastante entretenido.
Luego sería el turno de Kyle Field, o lo que es lo mismo Little Wings, imprescindible cantautor norteamericano, admirado por personajes que van de Matt Ward a Feist y que, tras una carrera de casi 15 años, sigue siendo prácticamente desconocido por el público. Lo que se conoce como una verdadera joya escondida.
Con ese aire entre tímido y desvalido, Field se subió al escenario y dio un repaso general a su discografía, aprovechando para presentar varios de los temas de su último y excelente Black Grass. Armado con su guitarra y su voz característica de timbre emocionante, desde el mismo instante en que abrió con “Sing Wide” consiguió crear una atmósfera hipnótica y plácida que se mantendría el resto de su set.
Así, con calma pero sin pausa, casi sin interaccionar con el público, fue desgranando sus discos de forma introspectiva pero segura. Y sonaron “The Power of Myth” o “Fall skull” (del Black Grass) o la preciosa “Boom” (de Light Green Leaves). Y poco a poco se iba mostrando más cómodo sobre el escenario, aunque a su manera retraída. Y entonces llegó “Look At What The Light Did Now”, ese precioso tema que cuando lo toca con Feist suena de maravilla pero que en solitario sonó igual de bien. Y sin tiempo para un respiro la enlazó con”How come?”, probablemente uno de los mejores cortes del Black Grass.
Por supuesto nos tenía ganados a todos, y entonces se marcó una deliciosa versión de “Human nature” de Michael Jackson que hizo sonreír a la sala. Ahora sí que nos tenía en el bolsillo. Hasta dos veces tuvo de volver para los bises. Y ya pensábamos que nos íbamos a tener que conformar con volver a ver la versión de Damien Jurado de “Whale mountain” en vídeo, cuando remató la noche con este tema, que debería ser de escucha obligatoria cada noche antes de ir a dormir y que es turbador y delicado a partes igual. La forma perfecta de acabar un concierto de esos que querrías que no acabaran nunca.
Realmente una noche de delicatessen.