Entrevistas

Martin Carr

Siento que estoy volviendo al punto en el que era bueno, pero en medio han pasado casi veinte años así que tengo que coger el ritmo


 
 
Resulta de sobra conocido el gusto de Martin Carr por los estribillos y su especial habilidad a la hora de tratar melodías, tras ejercer como compositor y guitarrista en The Boo Radleys y posteriormente al frente de los (mayoritariamente) ignorados Brave Captain.
 
Tras varias probaturas previas, la carrera en solitario del escocés despega definitivamente gracias a un disco como The Breaks (2014), tremendamente serio en concepción, ejecución y logros. Un álbum protagonizado por pop clásico y distinguido que, además, esconde un considerable número de añadidos y trucos aprendidos a lo largo de veinticinco años de profesión.
 
Hablamos con el músico acerca de toda su trayectoria para descubrir que vuelve a mirar hacia adelante con férrea convicción, mientras que los pasajes del pasado le interesan ya bastante poco…
 
Aunque ya habías publicado material en solitario con anterioridad, tengo la sensación de que The Breaks (2014) es, de alguna manera, el despegue definitivo de tu carrera en solitario… ¿Compartes esa sensación? ¿Crees que a partir de ahora la carrera de Martin Carr puede tomar su impulso definitivo?
 
Yo lo veo más como un regreso. Me gustan las canciones y me gusta la forma en que suena el disco, pero estoy intentado mirar hacia adelante para conseguir algo más.
 
Lo cierto es que The Breaks (2014) es un disco incontestable, ciertamente sólido y atractivo… ¿Qué ha motivado este álbum? ¿De dónde ha venido la inspiración para esta obra y por qué ha surgido justo en este momento?
 
Gracias. Quería escribir un álbum pleno de canciones con las que en cualquier momento pudiese ponerme en pie y cantarlas. Tuve un par de semanas en el año 2011 en el que pasé algún tiempo terminando ideas que ya tenía en mente. Escribo todo el tiempo, pero en cambio me resulta difícil terminar las canciones. Necesito espacio y una claridad mental que es difícil de encontrar cuando al mismo tiempo estás intentando criar a los niños.
 
Es un disco pleno en canciones pop mayúsculas, siempre dotadas con un toque clásico y elegante… ¿Era tu intención conseguir ese efecto cuando compusiste el álbum?
 
No pensé demasiado en el sonido del disco. Todavía estaba tratando de encontrar mi camino de vuelta. Me detuve durante un par de años y pensé que lo había dejado para siempre. Ahora siento que estoy volviendo al punto donde estaba cuando era bueno, pero en medio ha pasado un largo periodo de tiempo… casi veinte años. Así que estoy esperanzado en coger el ritmo.
 

 
El disco también alberga gran variedad estilística, y contiene éxitos inmediatos («The Santa Fe Skyway», «St Peter in Chains»), ciertas dosis de nostalgia («Mainstream», «Mountains») o incluso ramalazos de power-pop («Mandy Get Your Mello On» bien podría haber sido firmada por tus compatriotas Teenage Fanclub)… ¿Pretendías que, dentro de sus propias coordenadas estilísticas, el disco incluyese esa pluralidad?
 
Cada disco que he hecho ha tenido esa variedad. No cuento con un sonido o ajuste preestablecido. Dicho esto, este disco sólo se nutre de una pequeña selección de entre todas las cosas que me gustan. Pero no hay nada nuevo aquí. No estoy asumiendo ningún riesgo. Si hay algún inconveniente en el álbum yo diría que es precisamente ése.
 
En cualquier caso el disco esconde un considerable número de añadidos y detalles que lo enriquecen. Supongo que son conceptos aprendidos a lo largo de veinticinco años de profesión… ¿Cómo han influido tus experiencias previas en la realización de este disco?
 
No escucho los discos viejos que he hecho, así que me resulta difícil contestar a eso.
 
¿Por qué te decantaste por un sello alemán como Tapete Records para publicar The Breaks (2014)?
 
Tapete me eligió a mí. Yo estuve, y sigo estando, muy agradecido.
 
Echando la vista atrás los discos más habitualmente recordados de The Boo Radleys son el elogiado Giant Steps (1993) y el súper ventas Wake Up! (1995) ¿Cuál sería tu elección? ¿Cuál es tu disco favorito de The Boo Radleys y por qué?
 
Creo que Giant Steps (1993) fue el momento en el que realmente me ocurrió algo. No puedo decir qué fue, pero es digno de ser explorado un poco más. Pero quemé ese puente y todos los demás puentes a partir de entonces.
 
De hecho, hasta Wake Up! (1995) los discos de The Boo Radleys tenían más complejidad creativa y de algún modo albergaban más inquietud, mientras que Wake Up! (1995) fue un disco de pop luminoso que ligaba a la perfección con la triunfante corriente del Britpop… ¿Fue ese álbum un movimiento consciente para, de algún modo, encajar definitivamente en la tendencia de la época?
 
En absoluto. Yo tenía muy poco interés en el Britpop. Sólo quería tener un disco de éxito. Por lo que recuerdo Wake Up! (1995) tenía tres o cuatro canciones pop y el resto bien podrían haber estado incluidas en Giant Steps (1993).
 
¿Cómo recuerdas toda aquella época del Britpop? Aunque no te interesase el movimiento supongo que algo echaras de menos de todo aquello…
 
Echo de menos el dinero y la libertad. El Britpop era algo para críos… yo tenía 27 años por entonces. Hubo algunos grandes discos publicados a mediados de los noventa, pero muy pocos de esos estaban relacionados con el Britpop.
 
Parece que vivimos tiempos de nostalgia y reuniones… ¿Cabría esperar en algún momento un retorno de The Boo Radleys a los escenarios?
 
Nunca. Soy un artista vivo que va en una única dirección.
 
The Boo Radleys militaron en Creation Records ¿Qué significaba por entonces estar en el sello de Alan McGee y cómo era el propio McGee?
 
No he trabajado con él desde la época de Creation. No tengo nada que decir al respecto de él.
 
Siguiendo la línea cronológica, tras la disolución de The Boo Radleys creaste Brave Captain ¿Cómo surgió aquel proyecto y cómo recuerdas los años al frente de ese proyecto?
 
Quería hacer discos que fusionasen la electrónica de Kid 606 con los Beach Boys, pero fallé y terminé haciendo un par de discos de indie hasta que conseguí aunar ambas cosas e hice algunos trabajos correctos, pero esos fueron grabados en casa y no sonaban bien. Las ideas que tenía inicialmente con ese proyecto no llegaron a realizarse.
 
Fue con ese proyecto cuando dejaste dejar de ceder el protagonismo a otro cantante (como ocurría con Sice Rowbottom en The Boo Radleys) y decidiste coger el micrófono ¿Te costó mucho tomar esa decisión de pasar a ser el cantante principal de un grupo? ¿Qué implicó para ti ese cambio?
 
Al principio fue difícil porque no tenía voz ni tampoco idea de cómo escribir canciones que yo pudiese cantar. Creo que ahora ya he roto con eso.
 
Muchas gracias.
 
¡Gracias a ti!
 

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