Nation of Language (La Riviera) Madrid 27/11/25
El pasado jueves La Riviera recibió al trío neoyorquino Nation of Language con el cartel de entradas agotadas y un ambiente expectante que acabó convirtiéndose en algo imponente. Lo que sobre el papel podría parecer un concierto de pop sintético tornó pronto en toda una experiencia, sorprendentemente palpable, especialmente para tratarse de una banda cuyo sustento sonoro descansa, en buena parte, en máquinas y sintetizadores.

Todo ello bajo el paraguas de Primavera Tours, situándose en un entorno escénico tan evocador como desafiante, predominio absoluto de luces azules y rojas, contraste duro y un ambiente que bañaba a la banda en un resplandor eléctrico a lo “Blade Runner; puede que un sueño para los fans, pero una auténtica pesadilla para los fotógrafos.
Desde los primeros compases de “A New Goodbye”, la poderosa voz de Ian Devaney salió disparada entre un mar de sombras azuladas, casi tanto como él, que no paraba de moverse ni un solo instante y sin fallar ni una nota vocal. Los de Brooklyn enlazaron rápidamente con “Sole Obsession” y “Rush & Fever”, y lo que en disco es precisión, en directo es, además: bailes sincopados y sonido apabullante.

Nation of Language aprovecharon para reivindicar su último disco, Dance Called Memory (Sub Pop Records), su trabajo más pulido y a la vez emocionante hasta la fecha, sin discusión. “I’m Not Ready for the Change”, una de las interpretaciones más intensas de la noche, sonó como una bomba, con un Devaney agarrando la guitarra por primera vez en el concierto y moviéndose con sus bailes imposibles, entre la timidez y el desgarro que le caracterizan. “Inept Apollo”, por su parte (curiosamente) adquirió una dimensión más agresiva que en el disco, bajo contundente, paladas de sintetizadores y un público entregado a cada subida.
La sensación general era que estábamos viendo a una banda en estado de gracia, que actuaba libre, segura y confiada, apoyándose –sin duda– en sus fans que ayudaban a construir un paisaje emocional acorde con su propuesta estética en directo; nocturna, elegante, melancólica y algo inquietante.

“Silhouette”, canción con vocación de clásica indispensable y “September Again” hicieron que el “dancefloor” de La Riviera casi se viniera abajo, desatando los primeros puños en alto en primera fila, en “The Grey Commute”, las luces descendieron aún más hacia el azul profundo (maldita sea), creando un climax casi submarino, empujando al personal a olvidarse del mundo real. “Wounds of Love” y “Across That Fine Line” reforzaron la sensación de que estábamos asistiendo a algo muy grande, hasta llegar al hit “In Your Head”, un clásico instantáneo que perdurará en el tiempo cuando ya no estemos aquí.
Ahí la banda desapareció entre humo, pero con un sonido pregrabado constante sonando por monitores, lo cual era señal real de que iban a salir de nuevo y así fue. “On Division St” y “Weak in Your Light” fueron sendas bofetadas suaves de baile contemporáneo y dark, de una formación que actualiza el synth pop a nuestros tiempos, sin nostalgias y mirando al futuro. Con “The Wall & I” la sala volvió a estallar y la aparición final de “Automobile” como supuesto segundo bis desató al público en un inmenso final.

Nation of Language no dieron un concierto barroco ni una exhibición técnica (aunque esto último puede que también) ofrecieron algo mucho mejor, un set que se sintió vivo de principio a fin, hermoso en sus decisiones estéticas, por mucho que fotografiarlo sea complicado; y con una entrega total tanto de banda como de fans. No exagero si digo que esta fue una de las noches donde el synth pop encontró uno de los conciertos memorables del año.
Fotos Nation of Language: Fernando del Río

