Niña Polaca + Vicente Calderón (La Riviera) 11/10/24
El pasado 11 de octubre tuvimos la oportunidad de asistir a la que sería la primera sesión del ciclo de tres ‘Rivieras’ de Niña Polaca. A pesar de que La Riviera es una de las salas con más aforo dentro de los circuitos de música independiente, el grupo ya había tocado ahí previamente en noviembre de 2023 y enero de este año. Aunque esas fechas ya fueron sold out, decidieron arriesgarse y repetir en esta sala en lugar de lanzarse a una de mayor aforo, agotando tres días seguidos. Las entradas se habían vendido hace bastante tiempo, y las páginas de reventa ardían. Así que, las expectativas eran altas. Para sumarle emoción al evento, la banda decidió contar con teloneros muy especiales que abrirían cada una de las sesiones: Vicente Calderón el viernes, Mediapunta el sábado y Diamante Negro el domingo.
Pudimos disfrutar este primer día del concierto de Vicente Calderón, uno de los grupos jóvenes que más está despegando últimamente, especialmente desde que ficharon por la misma discográfica que Niña Polaca, Subterfuge Records, que ha sido un impulso para el talento que venían mostrando desde que sacaron sus primeros trabajos en 2022.
Sobre el escenario, el grupo formado por Julián (voz), Iker (guitarra), Ángela (guitarra y voz), Rafa (bajo) y Elena (batería) demostraron la misma energía que llevaban presentando en salas más pequeñas durante estos dos años de recorrido. Tocaron tanto temas más nuevos como «Costa Marrón» o «Porno» —que aunque acaban de publicarse, ya pudimos disfrutarlos desde hace más de un año en los escenarios—; como canciones de su primer EP con tres canciones «Calienta que sales» (2022); pasando por las canciones de su segundo EP «Nuevos villanos» (2023).
Sonó también —por supuesto— su última canción, «Última fiesta», que está en plataformas desde hace poco más de un mes. Aparte de «El himno de las flores», su último trabajo que además es en colaboración con Niña Polaca, aunque lamentablemente ningún miembro del grupo principal se subió a cantarla con ellos. Cerraron por todo lo alto con «Número 1», después de un concierto breve pero intenso, idóneo para abrir la noche que quedaba por delante.
A decir verdad, no hubo mucho movimiento entre el público durante los 30 minutos de cambio entre los grupos. Ese momento en el que la gente suele salir a tomar el aire fue empleado por los fans más férreos de Niña Polaca para mantener su sitio en las primeras filas y esperar pacientemente el inicio del concierto. Pudimos ver una colocación de los instrumentos un tanto peculiar, con la batería a la izquierda del escenario, en la parte más baja, junto al cantante, mientras que el teclado, el bajo y una guitarra se colocaban en la parte más elevada de las tablas. En el resto de fechas pudimos ver que fueron variando un poco la colocación de los instrumentos, al igual que el atrezzo y los visuales.
Niña Polaca no es precisamente una banda con poco recorrido, pero en tan sólo 6 años han conseguido llegar a lo más alto. El grupo, ahora compuesto por Surma (guitarra y voz principal), Beto (bajo y voz), Kobbe (batería), Claudia (teclado y voz) y Rubén (guitarra) se formó en 2018 con una composición más sencilla subiendo algunas demos a internet. Poco después, Sandra Sabater (guitarrista de Ginebras) se convertiría en su segunda guitarra, hasta que en 2022 decidió abandonar el grupo. A sus espaldas tienen tres discos que han marcado la historia de la música independiente en español: De la Línea Diez al Sol (2020), Asumiré la Muerte de Mufasa (2021) y Que adoren tus huesos (2023), su último trabajo ya con su formación actual.
Arrancaron el concierto con música clásica: los miembros se desplegaron uno a uno por el escenario al ritmo de «El lago de los cisnes» de Tchaikovsky, una elección poco convencional pero acertada para crear cierta sensación de tensión entre los asistentes. Una tensión que se rompería rápido al ritmo de «Ivona (voy a decirle a mi madre que la quiero)», convertida en su canción de apertura.
Continuaron la noche tirando de nostalgia con su primer disco: «Willy», «Máster en imbécil» y «Madrid sin ti», una de sus canciones más famosas que sorprendió que sonase tan pronto. Eso sí, esta última fue acompañada de una pequeña sorpresa: el primer invitado de la noche. Porque así es, la banda decidió contar con invitados especiales, muchos de los cuales variaban dependiendo del día, para que les acompañaran a tocar sus temas. En este caso fue Rubén Pozo de Pereza quien se subió a cantar con la banda, tocando primeramente un trocito de una canción de su propio grupo titulada «Madrid», que toda la sala coreó. Este invitado repetiría también el sábado y el domingo.
La noche avanzó con temas como «Joaquín Phoenix», «Pinta Malasaña», «San Francisco el Grande» o la balada «M.», que crea un ambiente muy íntimo en la sala en el que la suavidad de los instrumentos permitía escuchar a la gente cantarla con mucha emoción. Sonó también «Mary the Queen», sin el acompañamiento de su featuring en la canción original, Jordana B., que sí se subió en su última Riviera al ser la pasada telonera.
Como se puede apreciar, fue toda una recta de apertura llena de temas de sus dos primeros álbumes, y es que pasó bastante tiempo hasta que sonó la primera canción de Que adoren tus huesos: «Travieso», para la cual se subió a cantar Diego del grupo Veintiuno.
Aunque la setlist fue muy similar en las tres fechas, había dos huecos reservados para ‘canciones sorpresa’, que cambiaban según el día.
El viernes, pudimos disfrutar de «Nadie dice nada» (de su primer LP) y de «Garabatos, despedidas» (del segundo). El sábado emplearían este hueco para tocar «Caballo» (de su último LP) y «Donne me de boire» (del primero). Lamentamos decir que nos perdimos la mejor sorpresa de todas, que fue la del domingo: «PDR Sánchez» (que habían quitado de la setlist el resto de días), Amanecer y sobre todo «Pollo frito», acompañados por Sandra Sabater (Grasias) y «Magaluf» junto con las mismísimas Ginebras, al ser colaboraciones. Fue un reencuentro precioso entre Sandra y su antigua banda.
Tras esto, sonó su último LP prácticamente íntegro, con más sorpresas e invitados. El más especial sin duda fue Andoni, batería de Muro María, la antigua banda de Claudia y Rubén, que antes de separarse sacaron un último EP «Nuevo para nadie» (2023). En él, se incluye una colaboración con Niña Polaca, Tallín, para la cual Kobbe se pasó a la guitarra, dejando a Andoni a la batería y a Claudia cantando junto con Surma en otro emotivo reencuentro, donde la banda inactiva volvía a juntarse (casi) en su totalidad.
Todavía hubo más invitados: Carlangas para «Lo que yo te he querido (pretérito perfecto)» y Gaby de Sexy Zebras para «Perdí los galeones», ya que existe una versión de esta última con dicha banda.
Entre otros temas que sonaron en la recta final, encontramos la emotiva «Nora», con la voz de Beto; «Los días malos», «Te vi en el concierto», «Invierno de mierda» y «Querida amiga pena», una versión larga del tema «Mejor sin ti» incluido en en su último disco, junto con David Ruiz de La M.O.D.A. Mientras que en las anteriores Rivieras, cuando todavía no había salido esta versión, la banda dejaba el escenario a Surma para tocarla, esta vez permanecieron todos en el escenario para acompañarle en una versión mucho más intensa, aunque no pudieron contar con David Ruiz en ninguna de las fechas.
Acercándose al cierre decidieron hacer un homenaje muy especial a todo su equipo durante el último estribillo de «La muerte de Mufasa», que alargaron para presentar a Ale Cantos (tour manager), Jimmy Torres y Guillem (técnicos de sonido), Hernán (backliner), Manu Rojo (driver y ayudante de backliner) y Guille Mostaza (productor), invitándoles a coger cada uno de los instrumentos de la banda y dar unas vueltas más a la canción, para que la formación pudiera bajar entre el público, despojados de sus instrumentos, y juntarse con ellos.
Tras este momento final, tocaba cerrar por todo lo alto con «Mucho tiempo contigo», final de un bolo que no tuvo bises, y que culminó con una gran despedida. Eso sí, nada más terminar, sonó como outro una versión tecno de ese mismo tema titulada «Mucho techno contigo», que bailaron mientras se despedían, entregando setlist, púas y baquetas a sus tan dedicados fans.
Una noche que cerró muy arriba para ser la primera de tres sesiones inolvidables, tanto para el propio grupo como para los fans, pues muchos de ellos asistieron a más de uno de los conciertos, y vivieron cada uno como si fuese único. No sabemos cuándo volverán a Madrid y si lo harán en una sala más grande, pero saben que tienen un hueco en una ciudad de la que se han apoderado, muy dignamente, a través de sus letras con referencias a calles y barrios.