Nueva edición del Véral
La Asociación Cultural Colectivo Laika, con la colaboración de la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid y el Centro Buendía de la Universidad de Valladolid, organiza Véral 2015, que se celebrará el sábado 20 de junio en la Pérgola del Campo Grande de Valladolid y cuya entrada será gratuita.
La cita musical se dividirá en dos partes: matinal y tarde/noche. Por la mañana, a partir de las 12:00 h. se celebrará «Conciertos a tu altura», dirigido a niñas y niños y que estará protagonizado por Garbanzo, músico vallisoletano que repasará temas propios y ajenos en clave de hip hop, dancehall y reggaeton. A partir de las 13:00 h. se presentará el sello pucelano Valle Rojo, con las actuaciones de Mike Terry y Sus Terryballs Jr. and The Gang.
Por la tarde, a partir de las 20:00 h. llegará el turno de Lorena Álvarez. La asturiana recupera formas tradicionales de la música popular española y la actualiza -la reinterpreta-. Tras la publicación de La cinta (Sones, 2011), su primer LP Anónimo (Sones 2012), y el EP Dinamita (Producciones Doradas, 2014), ha conseguido traspasar los límites habituales de este ámbito musical y situarlo en un nuevo contexto, en el que la contemporaneidad y la tradición pueden ir de la mano sin complejos.
Después, el trío vallisoletano Garú presentará por primera vez los temas que conforman su primer EP, The Flood, grabado en los estudios La Leñera. El trío, formado en 2009 e integrado por Pablo Sánchez (contrabajo), Miguel Zapatero (batería) -ambos miembros de Stromboli– y Miguel Hernández (guitarra y voz) -antiguo vocalista de Loove– basa su repertorio en canciones acústicas y cálidas melodías apoyadas en una sólida base de aire jazzístico, consiguiendo como resultado final una interesante mezcla de estilos.
El plato fuerte llegará con Nudozurdo. La formación madrileña presentará en Valladolid su nuevo álbum, Rojo es peligro después de agotar entradas en su doble presentación en Madrid. La oscuridad y la urgencia de antes se han transformado en luz y espacio, las canciones respiran, las guitarras de Leo Mateos son detallistas y no gruesas, los bajos de Meta son melódicos y precisos, las baterías – de Ricky Lavado, de Standstill, nueva incorporación al grupo – son maquinales en su moderación, y los sintetizadores son parte de la clave del disco, juguetean, brillan y hacen relucir todo el conjunto. Y sobre todo la particular voz de Mateos, haciendo que en lugar de sonar a cambio todo suene a precisa y elegante evolución sorprendiendo con nuevos e inesperados registros.