Paolo Nutini + Jalen Ngonda (Noches del Botánico) 07/07/24
El pasado domingo 7 de julio vivimos una noche mágica dentro del ciclo Las Noches del Botánico. El cartel de «sold out» había estado colgado desde hacía semanas, y todo el recinto estaba a rebosar para presenciar el concierto de Paolo Nutini. A diferencia de otras citas en este lugar, la audiencia estaba compuesta por una gran cantidad de espectadores venidos de diferentes partes de Europa, principalmente, aunque no exclusivamente, de las islas británicas.
Y no es para menos: el artista escocés, de apenas treinta y siete años, se ha convertido en una de las grandes voces de Escocia en estos momentos. Su último álbum, Last Night in the Bittersweet, publicado en 2022 tras ocho años de silencio discográfico, no solo marcó el regreso de una de las grandes voces del país, sino que también ya suena a clásico gracias a canciones como «Through the Echoes». Este álbum debutó en el número uno en la lista de álbumes del Reino Unido.
Aunque Paolo Nutini era la guinda del pastel de esta noche veraniega, horas antes de su espectáculo salió a la palestra Jalen Ngonda. Las manecillas del reloj marcaban las 20:30 cuando el norteamericano de Maryland nos cautivó a un buen puñado de asistentes con su soul de raíces clásicas. Este artista, que actualmente reside en Londres y que estudió en el Liverpool Institute for Performing Arts (LIPA), ha sabido beber de la rica tradición setentera de este género.
Hace unas semanas visitamos esta escuela junto a Depedro y pudimos apreciar la formación que ha recibido Ngonda, quien ha publicado un álbum debut que va más allá de un simple homenaje a artistas de la talla de Marvin Gaye, Sam Cooke o Otis Redding. Su obra es una inmersión musical total que lo establece como uno de los grandes del género en la actualidad.
Su álbum Come Around and Love Me se destaca como uno de los mejores del año. Con su distintivo falsete, esta joven voz se ha posicionado como uno de los grandes nombres del estilo que muchos llaman neo soul. A diferencia de otras bandas destacadas en la actualidad, como Michael Kiwanuka, Curtis Harding, Leon Bridges, o los enigmáticos Sault, este artista estadounidense adopta un enfoque aún más clásico, tanto en su música como en su estética. De hecho, sus catorce temas interpretados esa noche podrían fácilmente confundir a un experto en Northern Soul acerca de su año de origen.
Una auténtica maravilla de la cual salí totalmente enamorado, buscando en el merchandising oficial su vinilo que no pude encontrar. Hasta el punto, y esto es muy raro de que ocurra, que en mi opinión personal, fue la mejor actuación de la jornada, superando a Paolo Nutini a pesar de contar con solamente unos sesenta minutos de actuación.
Tanto los temas más reconocidos de este trabajo, como «If You Don’t Want My Love» o «Just Like You Used To», así como canciones publicadas este mismo año, como la fabulosa «Illusions», revelan un enfoque clásico que hunde sus raíces en los sonidos de los pioneros del género. Sin embargo, y siendo esto lo más complicado, lo hacen sin caer en la imitación. Las referencias son claras y evidentes, pero en todo momento se percibe que el estilo es propio de Ngonda. Sin duda, la gran sorpresa de la noche.
El concierto de Jalen Ngonda terminó alrededor de las 21:30. Cuarenta y cinco minutos más tarde, con un ligero retraso de unos quince minutos, Paolo Nutini subió al escenario acompañado de seis músicos y nos ofreció una actuación meticulosamente calculada que se extendió por unos noventa minutos. Durante este tiempo, interpretó un total de 16 canciones, destacando principalmente material de su último álbum. De estas canciones, once pertenecían a este trabajo más reciente. Curiosamente, no incluyó ninguna canción de su álbum debut que inicialmente lo catapultó hacia el reconocimiento del público. En esta noche en Madrid, notoriamente ausentes fueron temas emblemáticos como «Last Request» o «New Shoes».
La decisión de Paolo Nutini de plantear un setlist tan arriesgado resultó en un concierto sorprendentemente enérgico, muy distinto a lo que uno podría esperar en una primera impresión. Ya no estábamos ante la figura del viejo trovador de folk cantando en tabernas de Londres; en su lugar, presenciamos a una banda de estadio respaldada por un equipo formidable, llenando el espacio con un estilo que oscilaba entre el rock psicodélico y momentos electrónicos intensos, impulsados por sintetizadores. Este ambiente me recordó a un concierto anterior de Ben Howard en La Riviera, pero Paolo supo diferenciarse integrando sus grandes éxitos como «Candy», «Iron Sky», «Scream (Funk My Life Up)» y «Pencil Full of Lead», junto con nuevas piezas como «Shine a Light», donde una bola de discoteca iluminó todo el recinto, o el tema «Radio», donde hizo un emotivo llamado a la paz al abordar los conflictos en Ucrania y Palestina con imágenes impactantes y profundas.
Uno de los momentos más destacados de esta fusión y cambio en el registro musical fue cuando interpretó «Petrified in Love» y lo conectó con su tema de 2009 «Pencil Full of Lead». A este último, en lugar de interpretarlo con ese estilo de jam jazzística de Nueva Orleans, lo llevó al terreno del rock psicodélico con unas visuales psicotrópicas dignas de Tame Impala. Una interpretación que, incluso, me gustó muchísimo más que la original.
Aun así, y pese a la ausencia de cortes más clásicos, hay que reconocer que Paolo Nutini es un mago en la elaboración de nuevos viejos himnos. Uno de los temas más coreados por todo el público fue «Acid Eyes», el cual tuvo que volver a interpretar debido a una urgencia entre el público. Paolo paró el concierto y preguntó qué tal se encontraba la persona afectada, y cuando vio que todo estaba bien, lo reanudó. Esto habla muy bien de la conexión que tiene con su público y el respeto que muestra en todo momento. Este respeto también se reflejó en el plano musical cuando, volviendo a sus raíces, decidió quedarse solo en el escenario e interpretar en acústico «Through the Echoes» y «Coming Up Easy». Dos de las canciones que, sin duda, mejor representan a este músico escocés y nos brindaron uno de los momentos más mágicos de la noche. Da igual en qué registro se mueva Paolo, siempre sabe llevarlo a la perfección.
El concierto fue verdaderamente mágico, en gran parte gracias al entorno privilegiado que ofrece Las Noches del Botánico. Lo afirmo con total sinceridad: haber visto a Paolo Nutini el año pasado en el Madcool no se compara en absoluto con el magnífico espectáculo del pasado domingo. Además, el descubrimiento personal de Jalen Ngonda subraya cómo Las Noches del Botánico apuestan por la música de una manera íntima, relajada y con una meticulosa atención a cada detalle. Aquí no solo importa quién actúa, sino también cómo y dónde se presenta la música. Este ciclo de conciertos eleva cada actuación, creando una experiencia memorable para todos los presentes.
Fotos Paolo Nutini + Jalen Ngonda: Víctor Moreno (Noches del Botánico)