Pupille
No somos working class heroes
Veteranos con ilusión de primerizos, los catalanes Pupille quieren dejar bien claro que son y están, que pasan de las modas y que, por encima de todo, tienen talento. “Himnos Olímpicos” no es su primer lp, pero sí su primer trabajo para un sello con mayores medios y posibilidades. Algo que se merecían hace tiempo.
¿Qué queda de los Pupille iniciales, de aquel grupo que descubrí en la sala Razzmatazz 3 (junto a Camping) en 1.999 ó 2.000?
Pues quedan tres miembros de los cinco que tocaron aquel día, con más arrugas y menos pelo, eso sí. Quedan todavía las ganas de seguir haciendo cosas, de tocar por ahí y pasarlo bien. Pero las cosas han cambiado muchísimo. Ese fue nuestro primer concierto en una sala grande. Y espero que ahora las cosas salgan mejor, ni que sea por costumbre…
¿Por qué una banda de calidad como Pupille ha tardado tanto en dar el salto
a un sello que puede permitirle ser algo más conocidos? ¿Por qué decidistéis
fichar por Bcore?
Joder, pues a la primera pregunta creo que somos los menos apropiados para contestarla. Piensa que nosotros sólo nos hemos dedicado a ensayar, tocar donde nos han dejado y sacarnos los discos nosotros mismos. Lo que nos ha quedado claro es que promocionándonos no somos unos hachas. Pero el pasado está bien así, ha sido muy divertido y hemos hecho siempre lo que hemos querido. No somos ni working class heroes ni ídolos de masas, pero nuestra música llega cada vez a más gente.
Al grabar Himnos Olímpicos vimos que habíamos subido un peldaño más. En vez de mandarlo a todo dios, como los anteriores, sólo se lo pasamos a Jordi (Bcore) y a otro sello, los únicos donde podíamos tener un hueco. Jordi nos contestó rapidísimo y las cosas salieron muy fácil. Nos hizo mucha ilusión.
El disco lleva casi siete meses en la calle, qué tal está funcionando? ¿Hay
interés por parte de la prensa?
Tanto, ya? Pues la verdad es que no sabemos cuántas copias se han vendido. Pero el tema no es ese, no? Estamos haciendo más bolos que nunca y sólo por eso ya merece la pena. ¡Ah! ¿Pero la prensa existe? Pues nadie nos ha avisado. Sí que hemos tenido algunas críticas, y buenas, pero se queda la cosa en columnas pequeñitas. De entrevistas importantes, nada. Supongo que no somos un modelo a seguir para la adolescencia treintañera de este pueblo.
¿Cuál es el valor añadido de «Himnos Olímpicos» frente a otros trabajos de
un estilo instrumental similar?
Que está hecho con un par de huevos, que es más complicado estructuralmente de lo que parece, que rockea más que todas las copias de Mogwai juntas, que funciona como disco y que no se parece a Mogwai ni en el código de barras de la contraportada.
¿Qué tres bandas de post-rock os convencen más? ¿Lisabö, Camping o 12Twelve? ¿Mogwai, Explosions in the Sky o los japoneses Mono?
Ninguno de nosotros escucha post-rock. A Lisabö sin duda les tenemos un cariño especial, y su contundencia nos encanta. Y para japoneses, preferimos a los Ruins, los Boredoms, Otomo Yoshihide, Hoppy Kamiyama, Melt-Banana, etc… Quien nos quite de una entrevista a Explosions in the Sky y a Mogwai será nuestro amigo para siempre.
Habladnos un poco sobre los seis himnos que aparecen en el disco. ¿Qué habéis querido transmitir?
Cuando no pones una letra, transmites con la música lo que sientes. Y el que escuche el disco sentirá lo que sienta. Transmitir, lo que es transmitir, espero que transmitamos tensión sobre todas las cosas, totalitarismo en tiempos de estupidez, cabreo en tiempos de mercado, sensibilidad en tiempos de sentimentalismos baratos, música en tiempos de “cosas guays”.
La producción corrió a cargo de Diego Güiz. ¿Quién es él? ¿Cómo valoráis su trabajo?
Es un crack. Ha conseguido que el disco suene bien y fuerte grabándonos a todos en directo. En dos días de grabación nos ha sacado nuestro mejor sonido… Supongo que algo también tendremos que ver. Seguro que su nombre empezará a sonar después de los últimos discos que está grabando.
¿Hasta qué punto es difícil hoy en día para un grupo pequeño salir de gira?
¿Cuántos bolos habéis dado fuera de Catalunya este año?
Es muy difícil salir y cubrir gastos. No decirlo sería mentir. No es sólo que no te paguen tu trabajo, algo que puedes llegar a asumir. Es que no te pagan ni para cubrir gastos, el trato no es siempre el mínimo exigible y a veces sientes que te han tomado el pelo. No va por todo el mundo, ni mucho menos, pero la cosa está muy jodida.
Hemos tocado en Alicante, Castellón, Valencia, Madrid y Guadalajara, este año.
Creo que seguís con Slow Coloured records. ¿Cuál es la política del sello? ¿Os llegan muchas maquetas? Contadnos con qué bandas estáis ahora trabajando.
Es el sello formado por nuestro grupo de amigos de Tarragona. La política del sello es sacar grupos desconocidos y que nos encantan para ponerlos en el mercado al mínimo precio posible. Nos llegan algunas maquetas, y bastantes buenas. Mejor que muchas maquetas malas, digo. En la lista de ediciones para un futuro cercano tenemos a Rosvita, Sweat & Sour y Ranma ½. Y esperemos que Don Simón y Telefunken hagan disco nuevo.
Ahora nos hemos constituido como Asociación Cultural y tenemos pensado empezar una nueva etapa, distribuyendo nuestros discos y promocionando mínimamente a nuestros grupos. Somos cuatro mataos con pinta de ONG, pero queremos ayudar a grupos como nosotros, ya que hemos vivido en carnes propias el ser ignorados completamente.