Reediciones Jazz Vocal: Dinah Shore y Betty Carter (Supper Club)
Dentro de la moda de reeditar discos de jazz de los años 50, grabaciones que están a punto de pasar (o ya lo han hecho) al dominio público, destaca la cuidada oferta del sello Supper Club. En su catálogo, especializado en voces femeninas del jazz vocal, encontramos desde cantantes consagradas hasta otras menos conocidas, siempre con unos parámetros de calidad tanto en el contenido como en el continente, vinilos remasterizados de 180g. Hoy os hablaremos de dos de sus últimos lanzamientos, dos espléndidos discos de Dinah Shore y Betty Carter.
Dinah Shore – Dinah Sings, Previn Plays (1960, reed. 2024)
Dinah Shore es una cantante norteamericana que arrancó su carrera en los años 40. Se dio a conocer como cantante en diversos programas de radio, alcanzando gran popularidad. Tras ser rechazada por las mejores big bands del momento, se lanzó en solitario y disfrutó de un enorme éxito sobre todo en la década de los 40. Aunque a finales de los 50 sus canciones ya no alcanzaban los primeros puestos de las listas, y su estilo había dejado de estar de moda, todavía fue capaz de entregar una joya semioculta del jazz vocal como es este Dinah Sings, Previn Plays publicado originalmente en 1960.
Este álbum es una verdadera maravilla del género, un disco tan evocador como alguno de los discos de Sinatra en esos mismos años. Aquí la cantante está acompañada del gran pianista André Previn, compositor de música clásica, de jazz y de bandas sonoras. Previn, ganador de varios premios Oscar por su trabajo en películas como Gigi, Irma la Dulce o My Fair Lady, aporta aquí su espléndido hacer musical para arropar canciones extraídas principalmente del American Songbook más afamado: «April in Paris», «That old feeling», la conocidísima «I’ve got you under my skin», la no menos mítica «My funny Valentine» o «If I had you», por mencionar algunas.
Con el piano de Previn, junto al bajo de Red Mitchell y la percusión de Frank Capp, lógicamente es la genial interpretación de Dinah Shore la que insufla nueva vida a estas canciones ya casi olvidadas a principios de los 60. Al escuchar su fraseo, su voz firme pero suave, es inevitable pensar que su nombre merece figurar junto a las más grandes del jazz vocal, un estilo del que este disco debería, asimismo, estar considerado como una de sus cimas tardías.
Betty Carter – Meets The Pianists (recop. 2024)
En similares parámetros se mueve el segundo disco del que te queremos hablar hoy. Betty Carter es una figura menos conocida que Dinah Shore, pero igualmente interesante. Nacida en Detroit, estudió piano clásico en el Conservatorio pero, al igual que le ocurrió a Nina Simone, acabó destacando en el ámbito del jazz. Su estilo vocal era muy peculiar, destacando en las improvisaciones y la técnica del «scat» que popularizó Ella Fitzgerald. Desde recién entrada en la adolescencia su voz acompañó en algún momento a leyendas como Ray Charles, Miles Davis, Charlie Parker, Lionel Hampton o Dizzy Gillespie. No publicó muchos discos en solitario, destacando sobre todo como acompañante vocal, pero finalmente en los últimos años de su carrera consiguió un Grammy por su álbum de 1988 Look What I Got!
Este disco titulado Meets The Pianists recopila algunas de las grabaciones realizadas por Betty Carter, a lo largo de la década de los 50, con diversos grupos en los que estaban tres grandes pianistas de la época: Ray Bryant, Wynton Kelly y Hank Jones. Algunas de ellas ya han aparecido en diversos recopilatorios, e incluso existe un álbum, publicado en 1956, titulado Meet Betty Carter and Ray Bryant, pero tenerlos todo juntos en este disco es una gozada. Además porque, con buen criterio, se evitan aquellas piezas en los que la voz de Carter era casi testimonial, un mero acompañamiento, escogiendo aquellas con más protagonismo de la cantante. Temas como «Tell him I said hello», «I could write a book» o su versión de «Moonlight in Vermont» demuestran que Betty Carter era una gran cantante, más allá de sus famosas piruetas vocales. Esas canciones con Ray Bryant ocupan toda la cara A del disco. A destacar la aparición en los créditos, como arreglista, de Quincy Jones.
La cara B está ocupada, a partes iguales, por grabaciones de sesiones junto a los grupos de Wynton Kelly (1958) y Hank Jones (1956). En este caso las canciones, a excepción de «You’re getting to be a habit to me» o «But beautiful», no son tan conocidas, algo que para nada es un problema. Todo lo contrario: es un gran placer escuchar, en ocasiones por primera vez, temas como «Babe’s Blues», «Foul play» o «Social call», canción esta última que, por cierto, también grabó unos años antes con Ray Bryant. Un disco equilibrado que es un buen punto de partida para, quien no la conozca ya, descubrir a esta excelente intérprete.
A falta de encontrar en plataformas esta recopilación, os dejamos con el disco que Betty Carter grabó con Ray Bryant en los 50, reeditado en los 90. Una buena muestra de lo que podéis encontrar en este espléndido Meet The Pianists publicado por Supper Club.