Reseña: Héroes, Silencio y rock & roll: el documental de Héroes del Silencio
Desde el viernes 23 de abril, día de San Jorge, Patrón de Aragón, podemos disfrutar de este documental en Netflix sobre la banda maña más famosa del globo. Y cuando digo globo quiero decir España, Alemania y Latinoamérica. De hecho, si acudes a Spotify, resulta que el lugar del mundo donde más se escucha la banda aun a día de hoy es en México y Alemania, tal cual. Nunca olvidaré cuando, en 1995, conocí a una chica alemana en Madrid. Ambos participábamos en unas jornadas sobre teatro. Esta chica, de nombre Astrid, que significa belleza, vivía en Zaragoza y lo flipé un poco. ¿Tan joven? ¿En Zaragoza? ¿Qué hay allí? Me narró que, desde principios de la década vino con unas amigas, todas ellas fans de Héroes del Silencio, para conocer a sus ídolos. No los conoció, pero sí a un rubicundo charrán de nombre Rubén y se casó con él. Todo este recuerdo se me ha venido a la cabeza al ver el documental que compete a este artículo.
En el genial libro Héroes De Leyenda (Antonio Cardiel, Plaza Janés, 2021) se narra todas las vicisitudes que vivió la banda. Cierto que en el documental se cuentan algunas cosas de las del libro, pero se obvian otras. Eso sí, mientras el libro te lleva a todo ello a través de la imaginación, aquí coge el timón las imágenes en movimiento, claro. Producida por Miguel Ángel Lamata y dirigida por Alexis Morante, responsable de trabajos geniales como Camarón: Flamenco y revolución y sin olvidar El camino más largo o Licenciado Cantinas: the movie, ambas sobre Enrique Bunbury, estamos ante un maremágnum de grabaciones caseras inéditas, ensayos, giras, intimidades de la banda y algunos testimonios que harán las delicias de todos los fans, que somos legión, de esta banda. También aparecen voces reconocidas de la crítica musical patria y conocedores de primera mano la historia de ascenso meteórico de la banda maña.
Noventa y cuatro minutos donde apreciamos sus sinsabores con el primer disco por la decepción que les causó Steve Taylor que se vendía como productor excelso y a todo le metió reverb y baterías ochenteras. De hecho el grupo nunca gustó el resultado de “El mar no cesa” hasta que las volvieron a grabar para el recopilatorio Canciones. Luego llegó Senderos de traición y mandó callar al negociado. A partir de ahí la locura. Y sí, todo ello queda bien detallado en el documental.
La primera imagen que nos muestra el mismo es un estadio lleno a rebosar y, de fondo, una jota aragonesa, que se va solapando con comentarios de ellos de sus primeras entrevistas. Llama la atención lo que suelta Valdivia; “Héroes todavía no posee un estilo definido, eso será cuando tengamos editados seis o siete elepés”. Y sólo grabaron cuatro. Bueno, cuatro oficialmente, que entre piratas, directos y recopilatorios son la tira. ¿Quiere eso decir que no llegaron a conocer su marcaje sonoro en vida de la formación? Todo lo contrario, tenían claro que su discurrir estribaba en las aguas del rock. Lo que no intuían que serían considerados de las más grandes. Comenta Pito, el que fue su mánager y con el que terminaron tarifando, que Alaska y Loquillo, cuando los vieron por primera vez sentenciaron; “No sé si serán buenos o no, pero sí que ese que está cantando es una estrella del Rock and Roll”. Bunbury siempre tan excedido.
No es sólo un documental cualquiera; es un buen trabajo que posee espectaculares imágenes, geniales fotografías y muchas versiones primerizas de sus clásicos. No falta nadie que haya tenido algo que ver mínimamente con la banda. Todo ello acompañado de actuaciones y una cantidad memorable de vídeos inéditos. Me llamó la atención uno, grabado cámara en mano, creo que por Valdivia. Se trata de cuando llegan a Madrid. Graban cámara en ristre el interior de la discográfica y se ve a lo lejos a uno que levanta la mano en plan: “Aquí no se graba, chaval”. Ahora los recibirían haciéndoles la ola y dejando que grabasen todo lo que fuese con tal de que volviesen a grabar un nuevo disco.
Desde su frustrada participación en el concurso Pop-Rock y otros rollos, donde quedaron los segundos hasta sus últimos momentos como banda Héroes; Silencio y Rock and Roll es un trabajo más que digno que ya, en las primeras horas de proyección en streaming, encabeza la lista de las tendencias de la plataforma Netflix. Gracioso es ver los primeros meneos bailongos de Bunbury ante las cámaras; émulo de Morrissey pero con bailes de Ana Torroja. Frases lapidarias como «quedamos los segundos, mejor que la mayoría de los españoles en Eurovisión», «peleábamos para que no nos pusieran bailarinas detrás» y todo para mostrar que en sus inicios lo tuvieron claro: no querían dejar su Zaragoza natal ni incluir arreglos para hacer su música más vendible. «No sé si era cabezonería maña, pero queríamos hacerlo a nuestra manera».
Giras, entrevistas, actuaciones, dinero, mucho dinero, Alemania e Iberoamérica y algún que otro engaño se unen a drogas, chicas y mucho rock and roll, como esa fan adolescente que entra en el camerino y dice: “Ese del pelo largo es el que canta, ¿Verdad? Pues que venga y me firme”, chulería acoplada. El documental no oculta la fase de descomposición de la banda. El espíritu del vino que llegó en 1993. Todo ello tras un viaje iniciático a la India que lo cambió todo. Alquilaron una casa cerca de Londres y allí fue donde trabajaron día y noche para sacar adelante su siguiente disco, para lo cual usaron diferentes sustancias para inspirarse y crear nuevos temas.
El último concierto de Héroes del Silencio fue en Los Ángeles en 1996, y duró apenas veinte minutos. En ese momento, la situación era insostenible, y la banda decidió separarse, aunque no lo hicieron público en ese momento. Diez años después se volvieron a unir para una gira de diez conciertos que fue un auténtico éxito. Finalizaron la misma el 27 de octubre de 2007 en Valencia, donde 80.000 personas corearon por última vez las letras del grupo.
El mes pasado Héroes del Silencio volvió a las listas españoles tras acaparar los cuatro primeros puestos de los vinilos más vendidos con la reedición de algunos de sus trabajos entre ellos El espíritu del vino (1993) y Live In Germany (2011). Ante la gran pregunta de si podrán volver algún día, la respuesta tampoco queda clara en este trabajo. Sólo el tiempo dirá. No nos pongamos intensitos desde los medios pues como sentencia Bunbury; «A la prensa española le gusta más la polémica que a un tonto un lápiz».
Un documental recomendable no sólo para sus fans sino para todo amante de la música. Me ha parecido brillante. Para verlo dos o tres veces seguidas.
Simplemente brutal
Me parece que acelera y va recortando hasta el punto de que no se escucha el grito mítico de avaalaaaanchaaaaa ni apenas directos para el último disco, pasando directamente a la ruptura del grupo y resumiendo muchísimo la gira de 2007 y cortando sin escuchar conclusiones de los integrantes o su carrera musical posterior ni la remota posibilidad de un futuro reencuentro.
Muy interesante y fantástico el recorrido… Esperaba más comentarios de cada uno de ellos de la separación, ¿qué pasó en cada uno de ellos después de la separación?, ¿Cómo fueron los acercamientos para el reencuentro?
Gracias Heroes por hacer esto posible, han alegrado y confortado muchos corazones
Gracias!!!
Un buen documental, con algunas lagunas, claro, porque no se muestra nada de todo el proceder judicializado de Héroes con su representante por los derechos y la marca HdS.
Brutal el documental!. Me han aflorado los recuerdos…., y me deja un pensamiento:»Que poco sabemos valorar lo que tenemos». Es increible que haya existido en España una banda tan grande como Heroes!, y que mal los trataron a veces.