Rosendo – Mi Tiempo Señorías (Warner Music)
Rosendo se retira. Se toma sus merecidas vacaciones y dice que quiere llevar vida de cualquier jubileta patrio; pasear, descansar, ir a ver obras. Pero es evidente que, siendo quién es, le va a costar pasar desapercibido. Más que nada porque no creo que se rape la melena; ahí estriba su fuerza. “No me la cortaría aunque el Atleti ganara la Champions», llegó a decir. Pero teniendo un currículum tan amplio y exento de dudas, se ha ganado este plácido retiro que, quien sabe, si alguna vez lo romperá para volver a darnos un hello again. Eso sí, escribir seguro que sí lo seguirá haciendo ya que, a fin de cuentas, es nuestro autor beatnik por excelencia; pues en sus letras asoman pinceladas a lo Kerouac, Cassady o Gingsber ya que si estos se basaban en el rechazo a los valores estadounidenses clásicos, el uso de drogas, una gran libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental, para las letras del Sr. Mercado su cotidianía delirante toma todas esas opciones y la pasa por el tamiz de la cultura cañí. En ella habla de primas que lo ponen como una moto, pan de higo, cripticismo de resistencia, modernos forrados, tontopollas de tres al cuarto, críticas al negocio y muchas más con una óptica punk, peleona y eternamente rockera. Por eso, ahora que dice adiós, quiero dedicarle este panegírico en forma de artículo
No sabía cómo abordarlo, pero cierto es que llevas toda la vida conmigo. Ya conté una vez que las primeras casetes que escuché en casa fueron el Forever Young de Alphaville y el «Loco por incordiar» de usted, o contigo, que sé no te gustan las frases rimbombantes. Y desde entonces te he tenido su respeto. A veces te he seguido, otras hasta un poquito de ignorancia, lo confieso, pero en esta última década me he vuelto a congraciar con tu música. La filosofía Rosendo; que no es poca cosa. Por eso decidí afrontar esta crítica/despedida con muchas de tus frases soltadas de aquí en allá. O mejor dicho; sentencias.
Encima editas Mi Tiempo Señorías, el concierto que dio por finalizada tu carrera y que tuvo lugar en el Wizink Center y que recoge todo ese material Rosendiano donde no falta “Cosita”, “Cúrame de espantos”, “Amaina el temporal” y esos hits históricos modo “Flojo de pantalón”, “pan de higo”, “Agradecido”, “Loco por incordiar” y remata el mismo con “Maneras de vivir” y “… Qué desilusión”, y menudo chute de energía desde que empiezas hasta que acabas el mismo. Un álbum que incluye dos CDs y un DVD, y en algún formato también se puede encontrar un libro con 282 páginas que contienen todas las letras de toda su carrera en solitario y fotos inéditas y hasta hay una edición en la que viene una bufanda.
Hace un año así estuve por Carabanchel con unos amigos y algunos vecinos comentaban que apenas te veían ya por el barrio, ¿pero cómo te iban a ver?; leí hace poco que te has ido a Burgos, a donde Esther, tu mujer, con la que llevas casado 41 años, ahí es ná. Tú lo explicaste mejor: «En Madrid terminé encerrado entre cuatro paredes. Era imposible salir, cada noche me preguntaban veinte veces lo de: ‘Rosen, ¿por qué se separó Leño?’. Aparte, me veía raro. Miraba a la gente que vive la noche y pensaba que efectivamente yo podía ser el padre de alguno de ellos».
Su hijo Rodrigo, 39 años, si está más por Madrid y es el que cuida y tiene a punto el chabolo de los viejos. Pero, aparte de su música y de este disco que nos llega, echaremos de menos su tremenda honestidad porque de eso hoy, en nuestro panorama musical, solo unos cuántos y se cuentan con los dedos; “Yo solo soy un fulano, una patata que va por la calle como todo el mundo y que no tiene nada más que ofrecer». Pero no; ni un fulano, ni un zetano. Eres Excelentísimo Sr. Rosendo Mercado Ruíz, que no es cualquier cosa. Porque, a pesar de tu timidez congénita, el pódium de honor del rock patrio lo tiene más que ganado. “Considero que estoy donde tengo que estar porque tampoco sé hacer mucho más” y sí, es la modestia de alguien que le encantaría pasar desapercibido; “Soy tímido y lo paso fatal en muchas ocasiones, pero te mentiría si dijera que no me llena de satisfacción saber que hay mucha gente que sin conocerme me aprecia por mi trabajo y por lo que este le transmite, porque esa es una de mis intenciones cuando hago una canción”
Y como ciudadano ejemplar, cuando hace poco le preguntaron por lo de volver a votar soltó: “El voto es la única forma. Es eso o a las barricadas. Por eso es importante votar y votar. Cada uno a su libre albedrío». Y cuando hace años presentaron una tesis doctoral sobre el significado oculto de sus canciones soltó; “Esas interpretaciones de mis canciones que para mí las quisiera. Mucho más interesantes de lo que yo había planteado».
Siempre ha rehuido de los focos pero escucharlo hablar es aprehender de la vida; “No quiero salir en los medios. Salir hoy en la tele significa que voy a estar una semana saludando a medio barrio, a gente que nunca veo».
Su mayor ilu era ser como Roy Gallagher, músico irlandés de blues rock, fundador de la banda Taste, pero, sinceramente amigo Rosendo, lo has superado. Roy está bien, pero tú molas mucho más; en tu CV aparece Leño, y eso no es baladí. Además, siempre has sido fiel a tus principios. Y aunque los programas de la telebasura lo llaman para que dé contenido y alguna frase polémica, pasa de ellos a bocajarro: “Me plantean ir a debates de política, o para hacer cosas raras como El Hormiguero y a mí me gusta hablar de política y temas sociales, pero con mi gente, en el bar o donde sea, pero no en televisión».
Ahora se jubila, suelta la chaqueta de cuero en la percha y se va a dedicar a pasear, a cuidar de sus perros, a viajar con Esther, a dar consejos a su hijo como cualquier padre jubilado. Pero como es uno de los “padres” del rock patrio, estaremos encantados de que nos dé sermones; porque mientras otros van de juslais por la vida y en las entrevistas parecen que han inventado el rock.
“La música que hago realmente es rock and roll de tres acordes, tampoco hay mucho más. No voy a inventar nada ni es lo que me preocupa». Así que, maestro, carabanchelero de origen, Medalla de Oro de la ciudad, y como sé que lo último que respondiste cuando te preguntaron cómo te gustaría ser recordado dijo; “Ojalá me vieran como un tío sincero, y que lo que he escrito y he dicho es la verdad, para bien o para mal». Pues si ese es tu deseo, puedes quedarte tranquilo; lo has logrado y de sobra.
Así que parafraseando una de tus letras, en mi nombre y en el de toda la redacción de Muzikalia queremos decirte;
«Déjanos que posemos para ti
eres tú nuestro artista preferido
déjanos quedarnos junto a ti
prometemos estarte agradecido».
Disfruta del merecido descanso, maestro.
Escucha Rosendo – Mi Tiempo Señorías
Se nos retira uno de los genios más grandes que ha dado el rock patrio. Mucha suerte, maestro y gracias por tus canciones
Siempre agradecidos al Señor de Carabanchel