Tercera jornada del BAM
Tranquilidad, espacio y mucha caña. La tercera jornada del BAM, segunda en la Estació de França, no tiene comparación posible con el caos que reinó la noche anterior, cuando cerca de 15.000 personas (15.000!!!!) invadieron el recinto. Las entradas se agotaron, y muchas personas se quedaron sin poder bailar al ritmo de los Propellerheads. Ayer el aforo no llegaba ni a la mitad, quizás fuera una tercera parte del aforo del sábado. Se mezclaba el sonido de los dos escenarios. Pero no sólo había buena música en la Estació; también en la Plaça del Rei teníamos a primera hora a Viva las Vegas. Frank y Josele, acompañados por un bajista, parecen ir encontrando el punto apropiado que su segundo proyecto necesita.
La Estació inauguró la noche con Les Clémentines. Apenas pudimos ver diez minutos del final, pero parecían estar muy bien. Luego fue el turno de Schwarz, que abrieron el escenario principal. Y la verdad, el inicio no fue demasiado bien. Tras tocas el primer tema, se presentaron los primeros problemas de sonido. Una de las guitarras no entraba demasiado bien. Y tras un pequeño parón para solucionarlo, volvieron al escenario con toda su fuerza y toda su magia. Presentaron los temas que componen su nuevo álbum, Cheesy. Y crearon una atmósfera cósmico-espacial, propiciada por el juego de luces, en apenas 40 minutos muy difícil de conseguir en un recinto tan grande como el de la Estació.
¿Cuál fue el inconveniente del concierto? La fuerza del sonido llegaba hasta el escenario exterior, y perjudicó mucho a Juliusmonk, que no pudieron sacar partido de su sofisticado pop vanguardista, basado en guitarras tradicionales con toques de electrónica. Pero si con Schwarz el sonido inundaba tanto la zona interior como la exterior de la Estació, cuando Alec Empire saltó al escenario no había posibilidad de paz. Salió a matar, con un público entregadísimo. Su puesta en escena es espectacular, saltando y gesticulando de forma muy violenta. Sabe como venderse, y su agresividad y contundencia es el mejor reclamo para su “terrorismo sonoro”: electrónica destructiva y brutal incluída en su último trabajo, Intelligence and Sacrifice. Muy mal lo tuvieron Apeiron: su delicado y suave pop con tintes electrónicos quedaba totalmente subsumido bajo la potencia de Empire. Y es una verdadera lástima, ya que apenas pudimos disfrutar de la dulce voz de Belén ni saborear las letras de un debut que ha sorprendido muy gratamente.
Sacrificamos a los catalanes Glissando para ver a unos históricos de la música, Soft Cell. Llegó la hora de bailar y disfrutar con buena música que nunca pasará de moda. Los años parecen que no pasan por Marc Almond y Dave Ball, que salieron a pasárselo bien y hacerlo pasar muy bien al público. Y lo consiguieron, sin duda. La mayor parte del público que había acudido a la Estació de França se encontraba bailando al ritmo de temas nuevos – como “Monoculture”, incluido en su último trabajo, “Cruelty Without Beauty”, que saldrá a la venta la semana que viene – . Pero sin duda, el momentazo de la noche fue su tema por antonomasia, el que hace unos meses hemos visto versionar a Marilyn Manson, y que todos prácticamente sin excepción hemos bailado en algún momento de nuestra vida: “Tainted Love”. Los coros del público, increíbles. El momento de la noche.
Soft Cell se alargaba, y en el escenario del MondoSonoro empezaba Vacaciones. Más que un concierto, fue una fiesta entre amigos. En las primeras filas, pudimos ver a Felipe Fresón y a Luis “DJ Polar” Calvo bailando y cantando. Fue un concierto muy divertido y fresco, tal y como es su música: sin complicaciones, jovial y alegre. Los murcianos siguen la estela de Los Fresones tanto en lo que se refiere a letras como al tipo de música. La sensación que quedó después de escuchar temas como “Volverás” o “Poppy Girl”, de su álbum Sonreir, es de buen rollo y ganas de seguir bailando hasta que saliera el sol. De eso se encargaría Dj Polar, que vio peligrar su actuación a causa de las primeras gotas de lluvia. Por suerte todo quedó en un amago – no como ocurriera el año pasado – y pudimos bailar, no hasta que el amanecer, pero casi, porque dentro seguía la fiesta con 2 Many Djs y su público fiel, que aplaudía cada uno de los temas que pinchaban como si de una actuación en directo se tratara.