The Wedding Present + The Natvral (Sala París 15) Málaga 24/11/23
En una nueva y estimulante vuelta de tuerca a las siempre interesantes propuestas que la promotora Miel de Moscas acerca a la capital malagueña, los míticos The Wedding Present, a lomos de su tremendo recopilatorio 24 Songs (Clue Records/EMI North, 2023) recorrieron su siempre vigente discografía con la energía que les caracteriza, sonando ásperos y crudos, haciendo que pudiéramos cerrar los ojos e imaginarnos en la segunda mitad de los ochenta, bailando sus hits mezcla de crítica social y relaciones tortuosas. Su crujido se sintió real y profundo, y la puesta al día de clásicos como “Dare”, “Everyone Thinks He Looks Daft”, “Corduroy” o “Kennedy” resultó convincente desde el primer acorde. A ello contribuyó ese juego de guitarras entre el bueno de David Edge y una Rachael Wood cuya guitarra melódica funciona como apuesta segura.
Podrán pasar los años, pero bandas como los de Leeds nunca dejarán de resultar necesarias, con su carga de actitud intacta y su mensaje irónico y punzante listo para sacudir conciencias. Incluso cuando cantan al amor rehuyen los tópicos y atacan con sarcasmo y virulencia. A David Edge se le vio cómodo interactuando con el público y haciendo gala de ese jocoso orgullo del que sabe que juega con cartas ganadoras. Lo lleva haciendo más de treinta años con sobrada credibilidad.
Nunca necesitaron formar parte de ninguna escena, se pasaron por el forro aquello del britpop pues ya estaban de vuelta de todo, y fueron capaces de volver al 2005 con un trabajo que los resucitó con mucho que decir todavía, como fue el notable Take Fountain. Muchas vidas para uno de esos grupos de toda la vida capaz de soltar aquello de “los que nos habéis visto más veces, sabéis que nunca hacemos bises”, y largarse con el deber más que cumplido.
Abrió Kip Berman, el frontman de los añorados The Pains Of Being At Heart, de los que rescató “Ramona”, presentando en esta ocasión material de su interesante proyecto The Natvral. En su nuevo presente se vislumbran reminiscencias de Bob Dylan, prevalecen los sonidos añejos, alejado de la efervescencia pop de su banda primigenia, y apuesta decidido por las raíces sureñas. Dejó caer un par de excelentes versiones: “St. Swithin’s Day” de Billy Bragg y “Chelsea Hotel #2” de Leonard Cohen y su set resultó cercano y cálido, haciendo gala de un timbre vocal versátil y de un carisma que lejos de apagarse, se proyecta aún hoy bien latente.