TOY – TOY (Heavenly)
Tengo que reconocer que escuchar el primer disco de los londinenses TOY consigue hacer aflorar sentimientos encontrados en mi alma melómana. Y esto es así porque si bien su interesante mezcla de krautrock, psicodelia, shoegaze y la constante presencia de «colchones» de teclado me transportan a un lugar conocido y querido, son estos mismos postulados los que, después de haber disfrutado con un bonito estribillo o tras haberme emocionado con una línea de teclado, me hacen retornar a la eterna pregunta: ¿esto no lo he escuchado yo ya antes?
Sin embargo está lejos de mi intención criticar los «revivals», o ese coger de aquí o de allá, siempre que esto se haga con gusto y suponga solamente una primera piedra para afianzar una carrera. Aún es pronto para saber si ese será el caso de TOY, ahora es tiempo de, si se es seguidor de los estilos citados anteriormente, dar una oportunidad a este debut.
Y es que es precisamente «debut» la palabra clave para hablar de este disco. Desde siempre, todo buen primer disco está marcado por un enfrentamiento entre el hecho de seguir los principios de la banda y cierta vocación comercial -como es el caso- cuenta con estos elementos: los conocidos «ganchos», interesantes a primera escucha y desechables en mayor o medida después (en este caso «Motoring», «The Reasons Why»), los temas redondos, que con TOY nos devuelven a una época en la que los amantes de la épica bien entendida nos sentimos a gusto (es el caso de las emocionantes «My Heart Skips a Beat» y «Lose my Way»), los muchas veces poco arriesgados -tal vez por cuestiones de producción- experimentos de la banda en cuestión («Strange» o «Drifting Deeper») y las canciones que nos pueden hacer una idea de por donde irán los tiros, si el grupo se atreve, en un posterior y más «personal» lanzamiento (curioso, se me ocurren aquí la inicial «Colours Running Out» y la final «Kopter»).
Para finalizar, y volviendo a mi pregunta inicial, que este primer álbum de TOY bebe de mil fuentes conocidas, que es algo irregular y que los chicos cuentan con un muy buena campaña de marketing son datos indudables, pero que, a su vez, el disco cuenta con un puñado de buenas canciones también está fuera de dudas… un momento, ¿pero no es eso lo que buscamos?