Unearth – The Wretched; The Ruinous (Century Media Records)
Los músicos nacidos en Boston y considerados los pioneros del metalcore de Massachusetts, Unearth, siempre se han caracterizado por ofrecer trabajos bien elaborados y por mostrar su esfuerzo colectivo para entregar calidad en cada canción a sus seguidores. Han logrado sobrevivir durante 25 años, y ahora celebran esta cifra con su octavo álbum. Este disco marca el primer trabajo sin el guitarrista fundador Ken Susi, y aunque la esencia no se ha desvanecido por completo, puedo afirmar que The Wretched; The Ruinous es un álbum digno, aunque no el pináculo de sus últimos años.
Lo que más salta a la vista en este trabajo es la producción a cargo del vocalista Trevor Phipps, quien también se aventura a explorar algunos territorios desconocidos. Su voz se destaca de manera más pronunciada en «Into The Abyss», y en «Broken Arrow», y canaliza a su interior Liam Cormier, una de esas sorpresas inesperadas que se encuentran en su discografía. No obstante, Trevor Phipps, en la mayoría de los momentos adecuados, gruñe y ruge, manteniendo la autenticidad de Unearth. Buz McGrath también brinda los solos precisos en los momentos oportunos; todos los implicados son elementos cruciales en una fórmula de técnica bien ejecutada.
Mientras se pierde el oyente a través de las horas en este álbum, se puede captar que la banda ha revisado su catálogo, especialmente su trabajo en The Oncoming Storm de 2004, cuya influencia resurge con un toque nostálgico y desgarrador 20 años después. Desde la canción homónima, con su característico embate y su coro triunfal, hasta la épica y sombría «Mother Betrayal», se reflejan fragmentos de aquel 2004.
Empleando una mezcla heterogénea de riffs poderosos, entrelazados con melodías sutiles pero intrigantes, y respaldados por una percusión implacable, Unearth sigue siendo intrigante en todo momento. Puede que no recojan galardones de la MTV, pero este álbum, apodado «Miserables», es un recordatorio sombrío de lo emocionante que solía ser el metalcore cuando se ejecutaba con pasión y honestidad. En estos tiempos del 2023, esa pasión y honestidad son rarezas que merecen ser apreciadas, y bandas como esta son una bocanada de aire fresco.
En lo que respecta a las letras, Unearth ha empleado desde hace tiempo un lenguaje apocalíptico, aquel que serpentea con la escatología cristiana sobre el día del juicio y la decadencia humana en todas sus facetas. Esto, sin duda, ha sido su material más apasionante y convincente para los seguidores del metal. Sin embargo, es necesario señalar que los profetas, filósofos y pensadores, ajenos al metal, han venido prediciendo la destrucción de la humanidad desde tiempos inmemoriales, y aquí estamos, en medio de pandemias y todo.
Desde una perspectiva estética, este álbum podría compensar a los fanáticos de Unearth que han estado esperando durante mucho tiempo. A pesar de que no ofrece sorpresas revolucionarias que quedarán grabadas en la historia musical, canciones como «Broken Arrow» logran combinar los ingredientes necesarios para convertirse en un golpe decente. No hay reclamos ni deslices notorios. Afortunadamente, la banda suena tal como debería; el metalcore de principios de los 2000 resucita en el 2023 con guitarras abrumadoras y discordias aplastantes, y el resto es la fórmula estándar de una banda experta en su territorio.