Wild Beasts
Los sentimientos de máxima felicidad pueden venir inspirados muchas veces por la tristeza más profunda
A estas alturas, pocos pueden poner en duda que Wild Beasts son una de las mejores bandas inglesas de la actualidad. Cuatro trabajos, a cada cual más estimulante y sugerente, jugando a atraer al oyente con sus melodías sinuosas y escurridizas, siempre buscando la solución más difícil y sin llegar a ofrecer las concesiones requeridas para convertirse en masivos, sus seguidores aplaudimos su integridad y celebramos su excelente estado de forma, ratificado con el excelente Present Tense (14), que los traerá de gira por España en Septiembre (Barcelona y Madrid, dentro de la programación del Festival DCode).
Tuvimos la suerte de charlar con su líder, el cercano y elocuente Hayden Thorpe, sobre música, política, la cultura española y la salud de la escena británica. A continuación, os presentamos los resultados de tan gratificante conversación.
En este disco se puede apreciar un gusto aún mayor por los pequeños detalles y una mayor presencia de arreglos y detalles electrónicos, ¿cómo describirías la evolución del sonido de la banda desde los días de Limbo Panto (08) hasta el actual Present Tense (14)?
Creo que en la época de Limbo Panto construíamos canciones basadas en los elementos que teníamos, básicamente guitarras, y tratando de adaptarlos a una voz más adolescente. Teníamos un sótano y pocos medios, así que lo mejor que puedo decir es que aprendimos cómo nos gustaba componer y conforme evolucionamos, nos dimos cuenta de que nos gustaba hablar sobre el lenguaje y los sonidos del cuerpo, jugar con la ambigüedad, y dando más espacio a la visceralidad. Encuentro más sugerente el poder del cuerpo hoy en día que la fuerza de las guitarras, y además creo que tiene más que ver con las historias que tratamos de contar.
¿Crees que este disco ha supuesto una sorpresa para vuestros seguidores o lo consideras una evolución naturas tras la desnudez de Smother (11)?
Es una sensación extraña, es difícil pensar en lo que crees que los fans pueden estar buscando. Pienso que la gente busca algo diferente en nosotros, y desde luego puedo decirte que nunca vamos al estudio pensando en lo que la gente va a pensar sobre lo que podamos componer. Muchas veces pensamos, la decisión más inesperada puede ser la mejor, y no va a funcionar si no arriesgamos. Hay algo realmente bonito en toda esta extrañeza.
Para este disco habéis grabado en dos estudios diferentes, en dos entornos muy diferentes: cemento y naturaleza. ¿Ha influido esto en la atmósfera alrededor de las canciones?
Desde luego, ya que la gran mayoría de las canciones se grabaron en Londres, en un entorno muy especial, en un pequeño estudio bajo un puente propiedad de la compañía británica de trenes, y después nos movimos a un estudio más en contacto con la naturaleza, y esto trajo frescura y luz a nuestras canciones, además era la primera vez que grabábamos en primavera, y las sensaciones fueron tremendamente positivas.
Tuve la suerte de veros tocar en la ciudad donde empezasteis como banda, Leeds, dentro del Festival Constellations y recuerdo cómo os emocionaba hablar sobre vuestra etapa como estudiantes cuando os conocisteis y vuestros inicios en la música. ¿Cómo valoráis lo que habéis conseguido?
Bueno, sin duda nos sentimos muy afortunados aunque también hemos trabajado muchísimo para conseguir esto. Siempre hemos creído en lo que hacemos. Las canciones con significado fueron llegando y no puedes dejar de pensar que hemos caído en el lugar adecuado, intentando hacer algo basado en la belleza. Si crees en lo que haces y luchas por ello, siempre tienes más opciones de que todo salga bien, y en gran medida, esto es lo que nos ha sucedido.
Hablemos de las letras. En el pasado parecían esconderse en mensajes indescifrables mientras que ahora todo parece más explícito. ¿Qué me puedes decir al respecto?
Es cierto que antes las letras jugaban a estar más codificadas, a dejarlo todo a la libre interpretación del oyente pero en este disco hemos querido buscar más el lenguaje simple y directo de una letra pop. De hecho, el lenguaje que puedes percibir en el disco se basa en su sentido como letras no como palabras sueltas, ya que pienso que hay una gran diferencia entre ambas puesto que las letras requieren una melodía, y la melodía más bonita puede sobreponerse a la peor de las letras, y para ser sincero, muchas de las letras de este disco requieren de una melodía para tener una auténtico significado porque sobre el papel pueden quedarse en nada.
En el pasado, cuando nos basábamos más en el sonido de las guitarras, las palabras podían tener más sentido que las historias de una letra, en cierto modo.
¿En qué buscas ahora la inspiración para componer comparado con vuestros inicios como banda?
Bueno, ahora siento que lo que hago puede ser un trabajo en el que tengo algo que decir, aunque no conozco exactamente el significado de esto ni quiero realmente saberlo. Ahora siento que puedo crear algo bello y que signifique algo para la gente y eso me da una seguridad que no tenía al principio. Crear algo que nace de la nada, o incluso del caos, es algo único y enormemente gratificante.
Siempre me ha fascinado el sonido de la percusión en Wild Beasts, especialmente en los dos últimos discos, los de sonido más desnudo. Creo que os diferencia y abre unos matices que concuerdan bastante con el sentido orgánico de vuestras melodías.
Para mí la percusión es la base de todo. Todo está basado en ella. Son la representación más física del cuerpo, es una manifestación total de lenguaje corporal. Siempre sentimos que queremos movernos y partir de una línea de percusión, y siempre pasamos muchísimo tiempo tratando conseguir el mejor sonido posible en este sentido, y de hecho nuestro batería, Chris Talbot, es pianista pero se reconvirtió y sus padres son músicos también. Diría que es el elemento más difícil de integrar en nuestra música pero, al mismo tiempo, es un elemento crucial en la misma.
¿Cómo trabajáis para decidir la manera de integrar vuestras voces en estudio y decidir qué melodía suena más propicia para la voz de Tom y cuál suena más adaptada a tu tono vocal?
Realmente no tenemos un plan respecto a este tema, nos basamos en lo que suena mejor mientras ensayamos los temas. No hay un blanco o negro en este tema, sino que intentamos todas las posibilidades para ver cuál funciona mejor. Hay un poco de misterio respecto a esto.
La gente tiende a confundir realismo con negativismo, especialmente con todo lo que estamos viviendo actualmente. ¿Dirías que Present Tense es un disco optimista o más bien realista?
Estoy de acuerdo contigo en que la gente suele relacionar realismo con negativismo. Utilizaría el término «optimismo realista» para definir lo que este disco busca transmitir. Hay algo frágil en el optimismo, se puede romper mucho más fácilmente. A veces, mientras componíamos para este disco, pensábamos, ¿es esto demasiado azucarado?, ¿deberíamos ser menos directos?, pero después nos dábamos cuenta de que no había nada de malo en ello, teníamos que hacer que sonara natural en nuestra música, el hecho de llamar a las cosas por su nombre.
Eso nos ha dado más confianza. Además, pienso que los sentimientos de máxima felicidad pueden venir inspirados muchas veces por la tristeza más profunda.
Hablemos del concepto del tiempo, basándonos en el título del disco. ¿Es el tiempo un elemento importante en el imaginario de Wild Beasts?
Definitivamente, algunas de estas canciones son antiguas pero todas tienen sentido dentro de cómo nos sentimos ahora mismo como grupo. Es difícil explicar cómo te sientes cantando algo que sentiste hace un tiempo pero que ahora vuelve a cobrar sentido. Para mí las canciones son pura memoria, están hechas de memorias y expresan reflejos de ella.
Habiendo tocado este pasado fin de semana en Glastonbury, ¿dirías que Wild Beasts se sienten más cómodos en pequeños recintos, donde los múltiples detalles de vuestra música pueden ser mejor apreciados, u os sentís más cómodos en grandes eventos como el citado festival?
Bueno, me ha llevado tiempo aprender a disfrutar tocando en grandes festivales, no mucha gente tiene la suerte de experimentar esa especie de ingravidez y escapismo que sientes encima de un escenario ante tantísima gente. Cuando estás delante de la gente, te sientes más allá del espacio y del tiempo, y durante un tiempo me parecía un poco difícil, pero ahora ya disfruto muchísimo con ello. Depende de la situación, si tocas en una sala pequeña, es hermoso conectar con las miradas de la gente alrededor del mundo. Al día siguiente puedes estar tocando con la gente a una gran distancia de ti pero tienes que estar seguro de que lo que les entregas es igual de intenso.
¿Cómo se divisa el futuro para Wild Beasts? ¿Estáis trabajando en nuevo material?
Ahora mismo estamos demasiado embarcados en nuestra gira. Tenemos ideas, pero queremos tratarlas como si fueran pequeños embriones, has de protegerlos de la influencia externa. Las giras son un mundo lleno de tiempo, distancias, cumplir horarios, negocio… Componer es un proceso que ha de ser fluido, impredecible, que requiere calma y espacio. Es fundamental no mezclar ambas porque si lo haces, las giras se convierten en un infierno, ya que siempre tienes cosas que hacer en cada sitio que visitas. Si dejas que esto influencie a tu música, puede que no madure en el sentido que te gustaría. Si por ejemplo compones en el espacio que tienes entre varios festivales, tiendes más a querer hacer algo que suena grande para ese tipo de aforos y cuando una persona escuche esa canción en la intimidad de su dormitorio, ¿cómo va a sonar íntima una canción hecha para sonar ante un gran aforo?. También, cuando estás de gira, no tienes ni cinco minutos para estar solo y así es muy difícil.
En el actual clima de agitación política, ¿crees que Wild Beasts consideran este tema como un elemento importante en su proceso compositivo?
No puedes escapar a la influencia de la política en nuestros días, y de hecho es un tema que también nos intimida un poco. El hecho de que los jóvenes tengan que pagar tanto dinero para tener una buena educación, o de que la derecha y los partidos conservadores sean tan influyentes y mayoritarios hoy en día sin duda es algo que no podemos ignorar. Además, esto tiene un impacto enorme en la gente. Ese sentimiento de miedo y preocupación está presente en todos nosotros, y también genera un sentimiento de fuerza para querer reaccionar ante ello.
¿Os sentís identificados con la escena inglesa actual? ¿Hay alguna banda que crees que me pueda estar perdiendo y debería escuchar?
Creo que hay mucha música que merece la pena en Inglaterra, hay muchas nuevas bandas que suenan muy bien, por ejemplo te recomendaría a Kwabs, es un artista a seguir. Nunca nos hemos sentido parte de ninguna escena, siempre hemos sido un poco raros en este sentido, nunca hemos sentido que podamos ser clasificados dentro de cualquier etiqueta que la prensa suele poner a tantas y tantas bandas, de hecho nunca hemos sido cool y estoy orgulloso de ello en cierto modo. Es importante ser diferente cuando estás envuelto en un proceso creativo.
Mucha gente esperaba que tras Two Dancers (09) os hicierais bastante grandes en Inglaterra, ya que fue el disco que os puso en el mapa. Sin embargo, Smother fue un disco bastante lejos de esa ambiciosa percepción y sonó mucho más a una respuesta del tipo «No queremos ser grandes, queremos ser Wild Beasts».
Agradezco que lo veas así, siempre hemos hecho el disco que hemos querido sin ningún sentido del negocio, algo que a nuestra edad o en este punto de nuestras vidas puede jugar en nuestra contra, pero no sabemos actuar de otra manera.
¿Os sentís más reconocidos en otros países que en Inglaterra?
Es difícil contestar a esta pregunta, a veces tienes las conexiones más inesperadas en los sitios que menos esperas, como por ejemplo en Estambul o Méjico donde siempre tenemos una respuesta increíble. Creo que hay una conexión con el mundo latino, en el sentido de que aprecian mejor el humor negro o el poder hablar de la muerte libremente, sin tapujos.
Hablando de conexiones con países, ¿cuál es vuestra percepción sobre España? Habiendo tocado varias veces en salas y habiendo hecho festivales como el Primavera Sound y próximamente el DCode, ¿os sentís valorados por el público español?
Siempre ha sido especial tocar en España, el Primavera Sound me parece el mejor festival del mundo, ese ambiente de vida en la calle, ese sentimiento español, de apertura de miras, con tanta belleza en cada rincón, es fascinante. Sólo veo emoción en el sonido de la guitarra española. O por ejemplo, siempre he sentido fascinación por las corridas de toros, la búsqueda de la belleza en la tristeza, no lo percibo como la muerte de un animal sino más bien me fijo en los sentimientos extremos que despierta en la gente. Es algo único.