Travis – La Riviera (Madrid)
Travis no cuenta con un repertorio de temas que pasará a la historia de la música (aunque sí es brillante), ni tampoco con un vocalista sobresaliente (aunque sí brillante). Pese a ello, demostraron en La Riviera que su directo es impecable, que sus melodías son preciosas, y que Fran Healy canta con el alma. El cuarteto, apoyado por un teclista en algunos temas, disfrutó sobre el escenario y proyectó esas emociones al público. Fran lanzó innumerables y cariñosos guiños al respetable, lo que demuestra que estamos ante uno de los artistas más simpáticos, humanos, sencillos y sinceros de la escena musical. Y eso lo convierte en alguien grande.
Los escoceses abrieron con el hit “Sing” (del tercer y último trabajo), para continuar con uno de los temas más brillantes del segundo disco: “Writing To Reach You”. A partir de ahí, fueron combinando el pasado con el presente, la dulzura y la emotividad con la energía. Preciosa la balada “As You Are”, la ternura adhesiva de “Driftwood”, y la apoteósica “Turn” (dedicada a todos aquellos que tienen un sueño, con el deseo de que nada se interponga en el camino).
Nos saltamos canciones, así “Side” llegaría poco más tarde, con momentos épicos de energía; “Flowers In The Window” hizo enarbolar la bandera del amor (Cúpido se presentó bajo la apariencia de Healy en la presentación del tema), y la dulzura siguió envolviendo el ambiente gracias a “Why Does It Always Rain On Me?” o “The Cage” (precedido de un precioso discurso pacifista). El público que abarrotaba el recinto ya había guardado el show en sus memorias y en sus corazones, pero la noche todavía depararía más. Llegaron las versiones: Dougie, el bajista, se convirtió por unos minutos en David Bowie (“All The Young Dudes”), mientras que toda la banda apostó, instantes después, por disfrazarse -con acierto- de AC/DC (habéis leído bien).
Y así llegamos a los bises. Fran saltó de nuevo al escenario pero en solitario, y consiguió enmudecer por completo a La Riviera cuando, sin micrófono y con la guitarra desenchufada, interpretó “Twenty”. Sólo una noche tan mágica como la del pasado miércoles podía regalarnos esto. El resto de la banda se le unió para culminar la brillante noche con la descarga de energía de “All I Want To Do Is Rock” y la amena, a la par que graciosa, “Happy”.
Quizás este año se han sucedido conciertos (pocos) de igual o mayor calibre musical; sin embargo, el plus de emotividad que Travis logra transmitir, unido al ansia de disfrutar que contagian, coloca a esta actuación en el podio de, al menos, todos cuantos acudimos a La Riviera. La ovación está claramente justificada. Y es que Fran Healy se merece toda la fama y el dinero del mundo, el amor de la mujer más bella,…
Y no nos olvidamos de los teloneros: Turin Brakes. Un grupo aceptable que ofrecen un puñado de buenas canciones, quizá algo monótonas, en la línea de Coldplay, Starsailor o los mismos Travis.