La Buena Vida + Nacho Vegas – Teatre Principal (Barcelona)
La Buena Vida volvían poco después de haber actuado en el teatro L’Espai a otro teatro de Barcelona. Esta vez, uno más grande, el Teatre Principal, y con un acompañamiento muy especial. Por un lado, contaron con un artista invitado de lujo, Nacho Vegas en acústico, hiriente como nunca, y para su actuación, de casi dos horas, estuvieron acompañados por la orquesta donostiarra Et Incarnatus. Una ocasión única que aprovecharon para desmarcarse de los que les acusaban de estar estancados, que no lograban superar el sonido de sus cds.
Austero y emocionante, Nacho Vegas ya nos tiene acostumbrados a este tipo de actuaciones, como si estuviera tocando ante un grupo de amigos, íntimo y desnudando cada una de sus canciones con su voz sentida y a veces dolorosa. Entre los temas que escogió para esta ocasión, la crudeza de “El Ángel Simón” o “El salitre”, e incluso presentó un tema nuevo que editará próximamente. El mejor tema, sin duda, «El jardín de la duermevela», con una ejecución instrumental final impecable que levantó grandes aplausos. Quizás para sorprender a los que lo hemos visto en diversas ocasiones, no acabó con «En la sed mortal», y lo cierto es que se nos hizo raro. Aunque apenas se dirigió al público y se mostró más bien distante (más que en otras ocasiones) fue un placer disfrutar de su voz y su guitarra.
Pero ésta era la noche de La Buena Vida. Si últimamente estaban recibiendo críticas por utilizar demasiados sonidos «enlatados» en su directo, en esta ocasión se resarcieron de todas ellas para conseguir una mayor organicidad en sus canciones y una mayor vivacidad de la que consiguen en el estudio. Con la orquesta Et Incarnatus llegaron a ser hasta casi 20 músicos sobre el escenario, un escenario en el que vimos a los donostiarras mucho más nerviosos y cohibidos que en otras ocasiones. Y es que no era para menos: un teatro casi abarrotado y una orquesta a su disposición para tocar temas nuevos, antiguos y hasta versiones.
“De hoy en adelante”!, “Qué nos va a pasar”, “Tormenta en la mañana de la vida”, “Un actor mejicano”… incluyeron temas de prácticamente todas sus discos – aunque echamos en falta temas como “Magnesia” por ejemplo” – , y todos ellos gozaron de un sonido majestuoso y limpio. La presencia de los violines, el chelo y los instrumentos de viento no hicieron más que acrecentar la melancolía y la tristeza que se desprende de la mayor parte de sus temas, que es, por otra parte, uno de sus mayores encantos. El problema de ser un teatro con dos pisos son las reververaciones que se producían en las voces de Irantzu y Míkel. La gente que estuvo en las primeras filas no tuvo más problema. Los que estábamos más atrás, si que nos encontramos con algún problemilla, pero intentamos que nos afectara lo menos posible.
Al final, sorpresa para incluso la banda: la presencia de J y Florent de Los Planetas en la Ciudad Condal para acompañarlos precisamente en el tema «Los Planetas» enfervoreció a todos los presentes. Aunque la desgana del líder de los granadinos era más que patente – cosa, por otro lado, nada extraño – , lo cierto es que lograron cerrar la noche de manera inesperada e incluso emotiva. Bien por ellos.