The Wedding Present – The Forum (Londres)
The Wedding Present vuelven a la capital británica, tras varios años de inactividad en estudio. El local presenta el cartel de “aforo completo”. Merecido para una banda que, desde la segunda mitad de los 80, ha ayudado a inmortalizar ese sonido que casa las guitarras distorsionadas con las melodías pop.
El grupo de Leeds es David Gedge: cantante, guitarrista y compositor. Según él, la banda nunca se disolvió, sino que quedó aparcada. De hecho, en los conciertos de Cinerama nunca ha renunciado a los temas de los “weddoes” , manteniendo así, vivo su espíritu.
La formación la completan en esta ocasión dos miembros de Cinerama : Terry de Castro y Simon Cleave (que ya formó parte del grupo en 1997) y un batería fichado para esta gira: John Maiden.
Mientras suena la introducción del último disco, Take Fountain (05), van saliendo uno a uno los miembros de la banda. Al final, aparece David y comienzan a rugir los acordes de “Interstate 5”, con el ínclito tocando de espaldas. A los pocos segundos sabes ya que no saldrás indemne de este concierto. La canción te va quemando poco a poco sin llegar a explotar, pero cuando acaba, hay algo en ti que arde por dentro. Sin parar, la enlazan con la sensacional cara b “Crawl”, con ese tono susurrante y embriagador; y ésta, con “Go-go dancer”,la mejor canción de The Fall, no compuesta por los de Manchester. Pura energía y apoteosis final.
A continuación, con escasas paradas entre tema y tema, comienzan a desgranar canciones de su nuevo trabajo (“Queen Anne” , “Perfect blue”, que suenan más viscerales al cambiar los teclados y por el pedal de distorsión, o la irresistible “It’s for you”), mezcladas con miradas retrospectivas a los momentos más guitarreros de Cinerama (“Careless”, “Health & Efficiency” y “Starry eyed”) y con pasajes de todos los álbumes de The Wedding Present como “Spangle”, “Venus” o “The Queen of outter space” .“Hubo en el 92 un grupo que sacó un single por mes. Se llamaban The Wedding Pressent”, dice David para presentarla. Se le olvidó añadir que ese año también publicaron uno de los mejores álbumes de los 90: Seamonsters.
El sonido es muy potente, pero nítido, dándole aún más vigor y emotividad a unas composiciones ya intensas en estudio. La banda está colosal: Simon Cleave puntea la guitarra a la velocidad de antaño de Peter Solowka, y el batería le secunda a toda máquina. Y dirigiendo esta apisonadora se encuentra el gran David Gedge, que se desgañita y gime mientras se mueve convulsivamente, escupiendo esas letras llenas de rabia por la resaca de las relaciones que vienen y se van. Y claro, con esa discografía, entre todos estos buenos temas se cuelan los memorables. “Once more” (“la tocamos en el 85 ante 20 personas aquí “) o cuando las guitarras eran supersónicas. No es necesario que anuncie “My favourite dress”, otro de sus himnos dolidos, heredero de la urgencia y oscuridad del punk. Piensas que es la mejor canción que has oído en tu vida. Craso error. Llega “Kennedy” y supera los límites de la velocidad. ¿Cómo se puede tocar tan rápido y con tanta pasión? Delirio colectivo.
La traca final nos sumerge en el mar de los monstruos. Cuando suena la guitarra inicial de “Dallience” hay un murmullo de admiración. En ella Albini les enseñó el camino del hardcore desde el pop, con ese final tan rotundo y estremecedor con Gedge gritando (“No es justo q tras lo que me has hecho todavía te quiera besar”) y sacando chispas de las cuerdas. Sin parar, la siguiente en el álbum, “Dare”, rápida y distorsionada, por la que merecen estar en tu discoteca entre Sonic Youth y My Bloody Valentine. En un mundo infeliz, las guitarras suenan así. El segundo mejor momento del concierto. Cuando el corazón pedía “Suck” (la siguiente en el disco), cierran brillantemente con “What have I said now” de Bizarro. No hay bises, pero, sorprendentemente, los flemáticos británicos no los solicitan. Aquí se lo hubiésemos puesto más difícil.
Según el fallecido John Peel, The Wedding Present han compuesto algunas de las mejores canciones sobre el amor; podías estar en desacuerdo, pero él sabía que te equivocabas. John, tenías razón, pero en directo son aún más grandes. Nos vemos en las primeras filas en el Primavera Sound .