löpez, Vincent, Disco Las Palmeras!, Peepholes – Moby Dick (Madrid)
El pasado domingo la Sala Moby Dick de Madrid acogió la versión madrileña de la primera edición de los Showcases Musikorner, que reunían cuatro propuestas tan dispares como llenas de proyección.
Comenzó löpez, curiosísimo proyecto de Carlos Corazón en que él escribe versos, que recita su madre mientras toca el piano. En su estreno en directo, Carlos superó sus nervios con la ayuda de la guitarra de Nando (la otra mitad de Corazón) y de un teclado, para ofrecer un brevísimo recital pleno de sensibilidad, especialmente cuando habla de amor como en “La Célebre Serenata de dos Besugos”.
Vincent cambiaron completamente el panorama del evento y comenzaron a caldear el ambiente a base de guitarras y noise. Abrieron con algunos desajustes en el sonido y “White sofa”, una canción instrumental que formará parte de su primer LP, Afternoon at the Rooftops. Siguieron manteniendo la misma densidad y tono atmosférico mientras recuperaban canciones de sus dos EPs anteriores como “A Whale’s Backbone” o “Raincoat”, a las que quizás no les sobraría algo más de ritmo. Superado con éxito el examen de shoegaze, “Now That It’s Summer” amplió tímidamente la paleta de sonidos y demostró que el sobresaliente les espera sentado junto a la variedad.
De ritmo pueden dar clases Disco las Palmeras!, otro gran grupo gallego que, como Franc3 o Mequetrefe, se ha dado a conocer tras la ruidosa estela de Triángulo de Amor Bizarro. Con dos guitarras (una de ellas marcando el ritmo con una cuerda de bajo), y una batería en formato apisonadora, el trío norteño comenzó rockero en “La casa cuartel” o “Los nuevos nihilistas”, para ir aumentando la velocidad y terminar descaramente punks con “La soga umbilical” o “Los economistas”. Un nombre más para nuestra etiqueta de rock demencial.
Cerraban la noche Peepholes, dúo británico afincado en Brighton que aún sin grabar su primer LP, ya han sido destacados por Stereogum o pinchados por Lou Reed en su programa de radio. En directo demostraron que merecen estos reconocimientos y mucho más. Katia es un auténtico huracán en la batería, y sobre su impecable trabajo rítmico, crece una tormenta de psicodelia electrónica disparada desde los teclados, sampler e incluso el Iphone de Nick.
El conjunto es atractivo y cuando gana velocidad bailable y contagioso. Apunten su nombre por que si aciertan en la grabación del disco, volverán a oirlo muy pronto.