The Divine Comedy – Regeneration (EMI)
Neil Hannon, uno de los crooners más famosos del panorama musical actual ha regresado. Aunque es cierto que The Divine Comedy no son un grupo que haya calado demasiado en nuestro país, motivos no le faltan, ni buenos discos tampoco. Su carrera comenzó en 1990 y entre sus discos destacan principalmente: Casanova (96)que fue comparado en su día con el Different Class de Pulp, obteniendo grandes éxitos comerciales como «Something for the Weekend». Otro ejemplo, es A sort Album about love publicado el 14 de febrero de 1997, uno de los discos más romántico de los 90, con maravillas como “Everybody knows (except you)”, “If…” o “Someone”.
The Divine Comedy es un proyecto ideado por el cantante y compositor Neil Hannon, que aspira a convertirse en una fusión new age de Scott Walker, Morrissey y la Electric Light Orchestra, con ciertos ramalazos de Jarvis Cocker, y generalmente acompañado por multitud de músicos de cuerda, lo que da una grandiosidad a sus composiciones de las que quitan el hipo.
Tras publicar hace un par de años el más que recomendable recopilatorio A secret history la banda ha abandonado Setanta Records para ficha por una multinacional (EMI).
Regeneration es todo un paso adelante en la carrera del grupo, para ello han recurrido a Nigel Godrich (Ok Computer) para darle un lavado de cara a su sonido. Con ello abandonan la excesiva magnitud orquestal de su último trabajo en estudio Fin de siècle (98), y renuevan en cierta forma su manera de sonar.
Esta renovación es más que nada un enriquecimiento pues Godrich, introduce en el universo Divine Comedy multitud de ambientes minimalistas que hacen más densa la estructura en algunas de las piezas del disco, algo que puede emparentarlas con el trabajo del productor para Radiohead. Canciones como “Timestreched” o “Lost Property” tienen algo de ese sonido pero el disco no se queda ahí y tiene vida propia.
No faltan las habituales canciones de la banda “Perfect Lovesong” (el título lo dice todo), el single “Love What You Do” o “Bad Ambassador” son canciones a la altura de sus mejores composiciones. Todo un paso adelante en una discografía plagada de buenas canciones, actitud de divismo y aptitudes compositivas.
Una banda que no se prodiga demasiado en actuaciones por nuestro país, que tendrá la oportunidad de meterse a la gente en el bolsillo el próximo Festival de Benicassim.
Aptitudes no les faltan, desde luego.