Dr. Dre – The Early Years Of The West Side (Street Dance)
Dr.Dre fue destacado por Chuck D en su libro «Fight the Power» como alguien que «conoce discos». Bajo esta corta frase, el líder de Public Enemy parecía decirnos que el de Los Angeles era un gran DJ capaz de cobijar como oro en paño algunos de los más increíbles y raros cortes de música que un coleccionista pueda tener.
Y bien es cierto que los últimos veinte años han consagrado a Dr Dre como un productor fascinante, un renovador del funk afro-americano en toda la regla. Este hecho quedará ejemplificado para siempre en el maravilloso The Chronic, un álbum cuya música, cuyo sonido nos describe a la perfección el ambiente de los ghettos negros de la urbe californiana. Aquellas imperecederas melodías olían a calor, a paranoia, a prostitución, a policías corruptos y asesinos, a revuelta del 91… . Puro documento histórico.
Pero para documento prehistórico, este increíble The Early Years of the West Side, un recopilatorio esencial que Dre pone hoy a nuestra disposición. Se trata de un disco doble que resume la gestación del G-Funk-Gangsta Rap, una forma muy particular de hip hop que sin duda ha conseguido mayor fama mundial que otras variantes del género global-local por excelencia. Nos encontramos pues con una maravilla proto-hip hop en donde las cajas de ritmos percuten a la manera de la vieja escuela: secas y con determinación. Una retahíla de nombres esenciales como Ice-T –uno de los grandes- World Class Wrekin Cru, L.A.Dream Team, Fila Fresh Crew, Mellow Man Alliance, Digital Underground o Egypcian Lover, circulando ante nuestro asombro, gracias las imaginativas producciones sobre las que se construyen unos recitados todavía experimentales (¡el Early LA Hip Hop o la grandeza de la imperfección musical!)
Así, el primer disco se centra en recopilar significadas gemas, hasta hoy casi perdidas, de aquél movimiento callejero y escapista, que entonces aún no apuntaba la dirección hacia la que hoy apunta el aburrido hip hop de Los Angeles, ávido de dinero rápido. El segundo disco es una celebración Electro-Rap en toda la regla. Una sesión mezclada con agilidad viejaescuelera (robotic beats por un tubo) por el propio Dre que nos lleva a los días en los que el grafitti y el break-dance eran más importantes que los estereotipos. Búsquenlo. Vale mucho la pena.