Jake Bugg – Jake Bugg (Mercury Records/Universal Music)
Jake Bugg es, sin duda, el nuevo niño bonito de la escena británica. Y pueden olvidarse inmediatamente de la siempre sospechosa sombra de hype cebado por la prensa del país, porque lo cierto es que el debut homónimo de este inglés funciona en su mayor parte como soberbio revival del mejor folk-pop manufacturado tradicionalmente en las islas (y fuera de ellas).
El joven artista de dieciocho años se une a Alex Turner y Miles Kane como alumno aventajado a la hora de seguir la estela dejada por Ray Davies, Lennon y McCartney, Donovan, Nick Drake, Paul Weller, Oasis o Bob Dylan, aunando con envidiable soltura altas dosis de elegancia, descaro y encanto es un conjunto de canciones dotadas con la magia necesaria para percibirlas como familiares al instante.
Jake Bugg (2012) es un seductor paseo por las distintas facetas del intérprete, que abarca desde lo explicito («Lighting Bolt», «Taste It», «Trouble Town») a lo intimista («Simple As This», «Slide»), pasando por lujosos parajes pop («Two Fingers», «Seen It All», «Ballad Of Mr Jones») e incluyendo también creíbles momentos dramáticos («Broken», «Someplace»). Apariencias todas ellas trabajadas a partir de una ilustrada cultura musical al servicio del talento propio, con una ejecución ciertamente cercana y cautivadora en convicción.
Sólo un juvenil exceso de brío impide perfilar definitivamente el álbum tras evitar desechar dos o tres temas menores ubicados al final del mismo, en lo que supone un permisible error de cálculo. Máxime al referirnos a uno de los estrenos imprescindibles dentro de la temporada que ya termina.