Foals – Holy Fire (Transgressive)
Lo de Foals en Holy Fire es pura supervivencia. Una huída hacia delante, sin mirar atrás, escabulléndose del autocanibalismo más feroz. Con trallazos como «Inhaler» y hits como «My number» es lo que ocurre, que el resto del disco corre el riesgo de ser fagocitado sin piedad por sólo dos canciones. Es la peligrosa adicción que genera la excelencia. Uno siempre quiere más de eso.
Foals intenta lidiar decentemente con esa amenaza. La entidad de «Inhaler», una de esas canciones con poderío para colarse tranquilamente en las listas de lo mejor dos años seguidos (2012, cuando se adelantó como single; y 2013, cuando sale como parte del disco), obliga a hacer un control de daños después del estallido. Colocar acto seguido el segundo single del disco («My number» pone a bailar hasta al menos pintado) despista bastante y es una decisión arriesgada; situar tus dos mejores canciones de forma consecutiva y en el comienzo del disco puede ser dos cosas: un error de principiante, o un acto de confianza en uno mismo brutal.
Y, como Foals están lejos de ser novatos, parece que el tema está claro. Teniendo en cuenta el viraje que han dado los de Oxford, muy lejos de Antidotes y no sólo por los años, suena a querer buscar los saltos más complicados al principio para quitarse la presión. Y les sale así, así. Holy Fire culea, se hace largo a pesar de que en realidad no lo es. El impacto del comienzo termina diluyéndose y dejando en manchas borrosas lo que, en realidad, si resistes los primeros envites, son canciones interesantes. En algunos casos, como «Late night», la más larga del disco, mejores incluso que la mayoría de las que hayan podido grabar hasta ahora.
Pero, aunque vemos por dónde van, les falta rematar, y Hoy Fire se acaba perdiendo entre el asobine más profundo (“Stepson”, “Moon”) y unos precipitados viajes al futuro (“Milk & Black spiders”).