Will Stratton – Grey Lodge Wisdom (Houston Party / Talitres)
El 25 de noviembre de este 2014 se cumplirán los 40 años de la muerte del cantautor y músico Nick Drake. Una de las figuras musicales más importantes de finales de los 60 y principios de los 70 y que con tan solo tres discos (Fives Leaves Left -1969-, Bryter Layter -1970- y Pink Moon -1972-), muy melancólicos, tristes y bellos, consiguió influir en multitud de músicos. Uno de ellos y más reciente es claramente el joven cantautor norteamericano Will Stratton que con apenas 27 años ya ha publicado des de 2007 cinco álbumes incluyendo su más reciente Grey Lodge Wisdom. Una sensible obra que derrocha una gran belleza con la preciosa voz de Will Stratton acompañada por delicados arreglos ante el predominio absoluto de la guitarra acústica.
A Stratton le fue diagnosticado en 2012 un cáncer y tuvo que someterse a un tratamiento de quimioterapia del que salió adelante. Una vivencia con la muerte que está muy presente en el disco como se demuestra en las frases iniciales de su primera canción: «Why sing about death / When I just almost died / Why sing about life / When I´m still alive«. Stratton canta acompañado por The Weather Station a un ritmo pausado. Hay tristeza y planteos trascendentales en su letra, pero ésta no traslada una gran agonía, sino ganas de seguir, ganas de sentirse vivo.
Tras la joya de «Grey Lodge Wisdom», comienza un disco con grandes dejes al antes mencionado Nick Drake, guitarra acústica, arreglos de cuerda, una voz suave e incluso con tarareos similares. Sin embargo, a pesar de que pueda recordar al creador de «Pink Moon» es imposible negar su valía y la belleza de sus canciones que para nada parecen calcos de otros grandes músicos. Sólo siguen el camino de una escuela de músicos melancólicos que han hecho de la guitarra acústica su principal arma. Los punteos cristalinos de «Wild Rose»; la nostálgica «Yeah, I´ll Requite Your Love» con el acompañamiento de la voz de Maia Friedma cuando Stratton canta «Yeah, I´ll Requite Your Love«; la esperanzadora y positiva «Long Live The Hudson River Valley»…. La línea del disco va en la misma dirección acústica hasta su última pieza «Fate song» con una introducción ambiental y con una letra profunda de Stratton en el que vuelve a hablar de su enfermedad para terminar asegurando: «I must thank some god
That I am still around«.