Karen O – Crush songs (Cult Records)
Descarnado, rabioso, desnudo, tierno… son las primeras palabras que me genera el álbum de debut en solitario de la cantante de Yeah Yeah Yeahs, Karen O, y que lleva por título Crush songs. Karen O, quien ya sorprendió con la luminosa banda sonora de la película Where the wild things are (Donde viven los monstruos) y la dulce canción incluida en la película Her, publica esta obra lo-fi que hizo entre 2006 y 2007 y que nada tiene que ver con su proyecto más rockero de Yeah Yeah Yeahs. Como publicó el diario The Guardian, Karen O, contó refiriéndose a su nuevo álbum que «cuando tenía 27 años estaba muy aplastada. No estaba segura si me enamoraría de nuevo. Estas canciones fueron escritas y grabadas en privado en ese momento».
Por momentos, su estilo y el sonido de grabación, recuerda, salvando obviamente las distancias, al atormentado y enfermizo Daniel Johnston y sus obras más lo-fi, muy caseras, grabadas en cintas de casete con muchas acústicas y sonidos enlatados: Yip/Jump Music (1983) y Hi, How Are You (1983). Crush songs tiene esa espontaneidad de las obras de Johnston con canciones muy breves, 15 en total, y que van de una duración de 57 segundos la más breve a 2 minutos 57 segundos la más larga.
En este viaje al lado más desnudo de la música, Karen O se vale de guitarras acústicas, algunas distorsiones, y algunas pocas percusiones y con su voz en la mayoría de los casos enlatada y levemente distorsionada. Hay cierto dramatismo -«Ooo», «Beats» o «Comes the night»- y amargura -«India Summer», que es una versión The Doors– en parte del disco, como también belleza -«Day go baby» o «King»- e incluso rabia -«Body» y su potente distorsión con los gritos de la cantante-.
El nuevo invento de Karen O funciona como experimento de alguien que se deja llevar y que consigue crear las melodías más sublimes para pasar a otras más pasables. Un ataque de sinceridad lo-fi que ayuda por lo menos a introducirse en la mente del músico, para que muestre abiertamente lo que hay dentro de él -de ella en este caso- sin esperar grandes producciones ni chorros de sonido ni la perfección musical. Sin embargo, Crush songs va más allá de un simple divertimento o un antojo, sino que en cada melodía o tema se encuentra algo que aprovechar y descubrir.