Out Gravity, vikingos sofisticados
La invitación del Azkena Rock Festival concedida a la banda afincada en la propia ciudad de Vitoria-Gazteiz, Out Gravity, ha resultado sin duda, una gratísima sorpresa dentro del deslumbrante cartel, el cual se presenta con nombres como B-52, Wilco, Blackberry Smoke, Stray Cats, Morgan y demás elenco de lujo, para éste 2019.
Esta banda alavesa desarrolla un rotundo hard-rock y post-metal pero también con algunos añadidos de orquesta. Dicha formación se halla compuesta por Ingrid Padoan (voz), Bruno Higueras (guitarra, piano y composición), Roberto Nieves (guitarra y composición), Jorge Llamazares (bajo) y Oier Irazu (batería). Se crearon en junio de 2017 y su primera actuación de cierta importancia fue en Diciembre de aquel año, en la Ronda Final del Gazte Talent; organizado éste evento para descubrir emergentes talentos de la propia Vitoria. Además, el quinteto ha ofrecido algún que otro bolo también en Bilbao, en 2018, además de otros directos en su localidad natal. Casi todos los miembros han militado o militan en otras bandas, así que ya atesoran experiencia previa.
Out Gravity, aparte del Azkena Rock, también ya tienen programadas otras actuaciones para este año 2019, como en Madrid y Barcelona, además de que este 18 de Enero, publican su primer disco, bautizado como Dwarka, grabado en Loco Alien Studios.
“Potentes riffs y atmósfericas melódias” según sus propias declaraciones oficiales, son lo que mayoritariamente abunda, en consecuencia, en la debutante obra mencionada, comenzando por la adictiva sacudida del tema “Wolf”, donde ya la joven y apasionada cantante, Ingrid Padoan, demuestra que es toda una poderosa y elegante vikinga, dentro del género musical que practica el grupo. Por si fuera poco, se halla la «singer» perfectamente escoltada por un tándem de resolutivos guitarristas como son Higueras y Nieves, los cuales no se andan con contemplaciones a la hora de endurecer el asunto. Para reforzar aún más las paredes de su castillo, la sección rítmica, protagonizada por Irazu y Llamazares, resulta altamente expeditiva igualmente.
El agresivo pero, al unísono, domado y profundo repertorio sigue caminando, de ese mismo modo, a través de varias intensas apuestas llamadas “Divine”, “Evolve”, “Interludio, “Out of the crowd” o “My game”, las cuales marcan claramente el primer sector del LP.
Queens of the Stone Age, Wolfmother, Toundra, Marmozets, Alterbridge, Royal Blood y un rocoso etc., parecen ser la influencias que se les han asociado este último año y medio a estos músicos vitorianos.
Sin embargo, una de las más estéticas alhajas del disco es, sin duda, la épica y arrolladora , “Our way”, donde el grupo demuestra que sabe mutar de tonalidad y adentrarse en zonas más próximas al medio tiempo, con inteligente y efectivo eclectismo. Bajo mi visión personal, un grupo “hard” que desee evolucionar, mejorar y encontrar “su camino” (haciendo un juego de términos con el título de este corte), debe también atreverse a abordar también este tipo de canciones, algo que consiguen cristalizar con éxito los Out Gravity, con esta sobresaliente y aplaudible “track”, de casi 6 minutos. Así mismo, las guitarras explotan y conquistan su mayor plenitud también aquí.
También se defiende el combo, de modo muy certero, a través de baladas de tintura más cercana a lo acústico como con “Saviours”, donde generan un punto más de interés todavía los violines y el violoncelo al estilo medieval, algo que también ayuda a consolidar el planteamiento de la sagaz diversidad sonora de la formación, recalco. A la demoledora vocalista Ingrid Padoan, por su parte, se la ve también segura de sí misma en estos otros registros algo más sosegados, consolidando ella su condición de “todoterreno” y siempre con el resto de la banda protegiéndola y escoltándola, es decir, con los otros cuatro componentes manejando, cada uno, sus acordes sin hendiduras.
El enigmático y espectral instrumental que lleva el nombre del disco, “Dwarka”, sigue jugando a favor de la amplia multiplicidad de la que se la ve capaz a la formación norteña.
Retoman la dirección más “metalera” de las canciones principio, “Devil’s Doll” y la postrera “Sofisticated”, confirmando que la principal índole de la banda se fundamenta en graníticos pero limpios ramalazos, sin abusar nunca de lo “noisy”. Así pues, el rock con ecos y distorsiones es manejado con mano de hierro por Out Gravity, una promesa que pide paso con reseñable energía, dentro del horizonte peninsular.
Una banda que realmente sabe lo que se hace y así lo transmite.
Sin cerrarse a nuevos sonidos que es muy de agradecer.
Los recomiendo, en el azkena van a sorprender.
Muy buen artículo de txus iglesias, como nos sorprendes¡
Gracias por tu comentario y tus opiniones, Manu, sobre Out Gravity.
Ella ha sido mi mejor tutora del mundo me enseño mucho mas de lo que sabia agradezco que me dieras clase y si por casualidad estas leyendo esto en 1 de la E.S.O me va genial
Un abrazo Ingrid!