Jennifer Castle – Monarch Season (Paradise Of Bachelors)
Pocos discos más emocionantes existen que estén a la altura de Blue de Joni Mitchell; un disco al que siempre acudir para pedir consuelo o simplemente impregnarte de su vitalidad. Hace años una espléndida Laura Sales (¡cuánto se te echa de menos!) escribía en las páginas de un Rockdelux de hace años: “Joni es Joni y es imposible no respetarla, amarla, comprenderla y temerla; todo a la vez…” Este recuerdo a la Mitchell es porque su magia inagotable recorre los surcos del genial nuevo disco de la canadiense Jennifer Castle. Nacida en Toronto, y buena amiga de Owen Pallett -el cual ha colaborado con arreglos orquestales en más de un tema a lo largo de su carrera – se dio a conocer hace unos años bajo el nombre de Castlemusic. y hace seis que debutaba con su propio nombre con Pink City (No Quarter, 2014). Un disco que ya rastreaba el sonido Laurel Canyon, el lirismo de Kath Bloom, y el recogimiento hogareño de una primeriza Carole King. Ecos a personajes a los que admiro con devoción y que Jennifer sabe extraer sus esencias con un toque personal. Sí, es posible crear una estética propia bajo el paraguas de lo antiguo, aunque siga siendo moderno.
Tras Angels of Death (Idée Fixe, 2018), otro trabajo de alto recorrido, este año trae bajo el brazo el que para quien suscribe su mejor disco, Monarch Season (Paradise Of Bachelors, 2020) en el que ella misma con su guitarra, harmónica y piano se vale para tejer unas canciones frágiles en apariencia, pero con unos pilares robustos a prueba de seismos.
Esa sensación es aislamiento, de confundirse y estar en paz contigo misma y con lo que te rodea impregna la instrumental con la que arranca, “Theory Rest”, en la que parece hacer un guiño a John Fahey en la forma de percutir las cuerdas de su guitarra. “NYC” es pura ambrosía, y la melancolía y los rayos de sol parecen arremolinarse en su garganta.
Remembranzas al folk británico en “I’ll Never Walk Alone” sirven a Castle a reflexionar sobre las relaciones que se establecen entre músico y audiencia, y acto seguido, un piano solemne va trazando la senda quebradiza de la emocionante “Monarch Season”. Piel de gallina. Más emociones en estampida: “Moonbeam Or Ray”, cantada con el corazón en la boca, pero en donde la estela de los silencios describen, tras las notas suspendidas de la guitarra, fantasmagóricos paisajes en letargo, o la pieza última, “Broken Hearted”, una coda final sobre amores incendiados que pone la guinda a uno de mis discos del año.
Escucha Jennifer Castle – Monarch Season
¿Nadie deja un comentario de este discazo? La acabo de descubrir. Merece detenerse a escucharlo. Muy bello.