Conciertos

The Lemon Twigs (Malandar Music Club) Sevilla 26/06/25

A pesar del intenso calor sevillano, la Sala Malandar ya estaba abarrotada desde la actuación del telonero Álvaro Suite, gran representante del rock local. Acompañado por músicos de larga trayectoria —Antonio Lomas (batería), Javi Vega (bajo) y Juano Azagra (guitarra)— caldearon el ambiente para poner el broche a lo que se venía.

Poco después, The Lemon Twigs, dúo formado por los hermanos neoyorquinos Brian y Michael D’Addario (26 y 28 años), tomaron el escenario para ofrecer una actuación que confirmó su reputación como maestros del retro pop. Su directo fue un despliegue de talento, actitud y referencias claras a los años 60 y 70: The Beach Boys, The Kinks, The Byrds, The Hollies o The Beatles flotaban en el ambiente, pero reinterpretados con personalidad propia.

La estética vintage del grupo —camisetas ajustadas, pantalones acampanados, botas Chelsea y guitarras con glitter a lo Marc Bolan— no es simple postureo, sino parte integral de su universo artístico. El concierto comenzó con fuerza gracias a “My Golden Years”, tema que abre su reciente disco A Dream Is All We Know (2024), reflejando preocupaciones juveniles como el paso del tiempo y la necesidad de vivir sin arrepentimientos, todo envuelto en melodías vibrantes y armonías vocales impecables.

El repertorio continuó con joyas como “What You Were Doing” y “In My Head”, donde se lucieron con un estribillo irresistible, guitarras brillantes y unos coros perfectamente ensamblados, evocando los momentos más álgidos de los Beach Boys. La banda alternó temas de sus dos últimos trabajos con piezas de su debut Do Hollywood (2016), demostrando una evolución y madures sin perder su esencia.

Uno de los momentos más redondos llegó con “Church Bells”, que sin ser single, brilló técnicamente y nos transportó al universo psicodélico de Paul McCartney en Yellow Submarine. El concierto se volvió íntimo con “If You and I Are Not Wise” y el reciente sencillo de Brian en solitario, “Till the Morning”.

Uno de los aspectos más llamativos fue el intercambio constante de instrumentos entre los miembros del grupo: Brian pasó a la batería, mientras el bajista tomaba el teclado, y Michael se lucía a la guitarra. Este dinamismo elevó la experiencia en temas como “Peppermint Roses”, “I Wanna Prove to You” y “Corner of My Eye”, con armonías vocales y arreglos de pop barroco como los de esa “In the Eyes of the Girl”, coproducida por Sean Ono Lennon.

El tramo final fue una auténtica fiesta con temas como “They Do Not Know How to Fall in Place” o “Ghost Run Free”, pura energía glam-pop con tintes bailables al estilo de Supergrass. El público, completamente entregado, vibró con las versiones: desde “Tired of Waiting for You” de The Kinks, interpretada con una fidelidad sorprendente, hasta un sorpresivo y emotivo homenaje al pop español sesentero con “Mejor” de Los Brincos, cantado en impecable castellano.

No faltaron temas que ya suenan a clásicos de la banda como “How Can I Love Her More” o “Rock On (Over and Over)”, en una explosión de puro glam y rock teatral a lo T.Rex o Queen.

Uno de los momentos más emotivos llegó con “When Winter Comes Around”, interpretada en solitario por Brian con guitarra acústica que arrancó más de una lágrima entre los presentes.

Tras disfrutar del concierto de pleno, sigue surgiendo en mí la duda: ¿estamos ante los salvadores del rock anglosajón o simplemente ante un grupo que recicla con maestría el pasado sin ir más allá? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que The Lemon Twigs están en su punto álgido creativo, y tienen el talento y carisma suficientes para mantener viva la llama del rock clásico en una nueva generación.

El tiempo dirá si logran marcar una época o si solo quedarán como un bello anacronismo bien ejecutado. Mientras tanto, los disfrutamos con entusiasmo.

Fotos The Lemon Twigs: Cristina Bustamante

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