Adam Green + Ish Márquez – Sala Ramdall (Madrid)
Quién iba a decir que una tranquila noche de miércoles, con las expectativas no demasiado elevadas después de la escucha del nuevo y calmado disco de Green, y aún perplejo después de ver sobre el escenario a uno de los cantautores más zumbados y amenazantes que jamás escuché (Ish Márquez), iba a presenciar tan de cerca, uno de los conciertos más contundentes, potentes, directos y rockeros, de mi vida.
Y es que a eso de las nueve y media, y tras que comenzase a tocar una alineación básica formada por guitarra, bajo, batería y teclado, salía a revolucionar el escenario, el neoyorkino Adam Green, al potentísimo y guitarrero ritmo de “Cigarette burns forever”, muy, muy alejado de la canción que forma parte de su nuevo trabajo Minor Love, y disipando a través de su segundo y enlazado tema (“Gemstones”), cualquier tipo de duda que pudiese haber entre el público, de que ese concierto no iba a tener nada que ver con la tranquilidad y calma que reinan en sus discos. Y así continuó sin ningún tipo de descanso entre canción, y canción, con continuos bailes, aspavientos, carreras por el escenario, y acompañado de una banda, sonando tan rápida, nítida y potente como nadie en el público hubiese imaginado al escuchar cualquiera de sus discos.
De este modo, y dejando boquiabierto a todo el mundo, encadenaron a las anteriormente citadas, algunas de las mejores canciones de su discografía como “bunny runch”, “drugs”, y finalmente “the prince´s bed”, demostrando que no sólo venía a presentar su nuevo disco, si no a dar mucho espectáculo, mostrándose en todo momento muy cercano con el público, (chocando manos, hablando en todo momento en castellano y demás), para finalmente animarse con el primero de los tres vuelos sobre los brazos del público, con los que el bueno de Green, sorprendió a muchos, e hizo feliz a la mayoría, atendiendo a las muestras de las internacionales caras que llenaban la sala.
Así que después de este primer baño, por fin se tomó un breve respiro, para seguir haciendo las versiones más rockeras, y potentes que nunca pude imaginar, de nuevo de la mano de famosos temas como “emily”, “pay the toll”, o “Nat King Cole”.
Tras más de media hora sin parar, tocaba descansar un poco, y así lo hizo Adam, cuando desapareció la banda del escenario, todo se tranquilizó, y a solas con la acústica, hizo aún más gala de la excelente voz que en todo momento estaba mostrando, tocando en solitario tres o cuatro de los nuevos temas de su disco, y un sensacional “bluebirds” que fue coreado por todo el mundo.
Volvía la banda, y volvía el ánimo y el aumento de temperatura a la sala, a través de “friends of mine” , y un par de temas más, que precederían a un potentísimo y bailadísimo final, donde se quedó con el torso desnudo, y el público enloqueció saltando y bailando al contundente y potente ritmo de “dance with me”, “morning after midnight”, y finalmente el esperadísimo “Jessica”, que fue de nuevo cantado por todos los allí presentes, (esta vez, incluso con el micrófono de Green).
Después de unos cuantos minutos de aplausos, salió de nuevo sólo al escenario (ya vestido con su chaqueta de cuero), para interpretar dos o tres canciones entre las que sonaron “I wanna die”, y acabar con su banda, a todo volumen, con la divertidísima “choke on a cock” y volando por última vez entre el público con “baby´s gonna die tonigh”.