Anna Calvi – Hunter (Domino/Music As Usual)
Anna Calvi lleva visos de convertirse en icono femenino de la escena rock actual, al igual que sucediese con Patti Smith en los 70, Siouxsie Sioux en los 80, o PJ Harvey en los 90. La vocalista pertenece a esa estirpe de artistas con nervio y personalidad absolutamente arrasadora, talento incuestionable, acertado espíritu reivindicativo, y la inquietud creativa necesaria como para seguir evolucionando con cada una de sus entregas.
Hunter (Domino, 18) es precisamente un compendio mayúsculo de todo eso, con el que la autora se confirma –tras otras dos bofetadas inesquivables como fueron su debut homónimo de 2011 y One Breath (Domino, 13)– como un torbellino imposible de apaciguar. Una decena de temas impactantes, férreos y directos a la yugular, mejor interpretados que nunca y que destilan una seguridad tan convincente que alcanza al receptor. La primera mitad del disco roza la perfección, tras incluir una “As A Man” que remite a Shirley Bassey, la propia “Hunter” que da título al disco y es la quinta esencia de lo que a día de hoy es la remitente, o ese aullido inapelable concretado en “Don’t Beat The Girl Out Of My Boy”. Igual de destacable resulta “Indies Or Paradise” apuntando sin reparos al To Bring You My Love (Island, 95) de PJ Harvey, y ese bello medio tiempo titulado “Swimming Pool” que tan bien le hubiera encajado a Alison Goldfrapp. A lo largo de la segunda parte, el nivel desciende (muy) puntualmente sin llegar en ningún momento a cotas preocupantes. Así “Alpha” resulta algo prescindible en comparación con el derroche anterior, pero “Chain” vuelve a recuperar la mejor versión de la británica con ecos de Bowie, al igual que sucede con la inquietud post-punk de “Wish”. “Away” es la pieza más meditada del lote, y resulta bellísima en la ejecución de la artista, justo antes de que la solemnidad de “Eden” eche el cierre al éxito rotundo que supone este álbum.
Hunter (Domino, 18) mantiene una ininterrumpida intensidad y confirma las mejores sensaciones intuidas fuertemente en entregas previas, además de aumentar la paleta de la protagonista con lógica y acierto. Con la presente obra, Calvi crece exponencialmente y avanza en diferentes direcciones y aspectos, acotando una medida real de hasta dónde puede llegar como creadora. De seguir en esta línea, la de Twickenham puede tornarse en indiscutible hito generacional, aunque es probable que ese proceso ya esté incluso más avanzado de lo que parece.
Escucha Anna Calvi – Hunter
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