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BALI R’N’R SHOW (Gran Hotel Bali) Benidorm

Cuando Fer de Metallic KO Leather – una de almas páter de este sarao – nos avisó de las fechas del BALI R’N’R SHOW, estaba claro que nuestros pies y cabezas acabarían en la ciudad de los rascacielos, nuestro particular Nueva York, rebautizada por muchos como “Beniyork”.

Este festival celebrado el pasado fin de semana, nos prometió una explosión de rock and roll bajo el sol mediterráneo y sin duda, cumplió con creces.

Como escenario, el mítico Gran Hotel Bali no solo ofreció un marco espectacular, sino que también se convirtió en el alma de la fiesta, donde los asistentes, de todas las edades disfrutaron al máximo; y cuando digo esto, es así, como cuando esos señores que aparecieron en el concierto de The Sex Organs, pensando que aquello era la clase de zumba y al final se quedaron bailando al ritmo de garage punk.

BALI R’N’R SHOW VIERNES 19 

El viernes 19 comenzaba todo y aunque por allí ya habían pasado ese día bandas como: Atalantes, Ringo Rango, o Sonic Angels, el primer grupo para mí serían los franceses The Silly Walks que, con un corto pero efectivo concierto, sentaron las bases de lo que iban a ser estas dos jornadas de juerga non stop.

Silly Walks vienen de Montpellier y hasta ahora y que un servidor sepa, tienen dos LPs en el mercado, el autoeditado Hazy Fuzzy Wuzzy (2019) auspiciado en nuestro país en su día por Family Spree Recordings y su último trabajo Trash Attack (Topsy Turvy 2022).

Aunque parezca difícil de conjugar, estos lo hacen y lo tienen, elegancia a la par que pitorreo en todas sus canciones, conformaron una actuación impresionante con todo lo que nos gusta, garage, punk, rock and roll y mucho baile. Temas como: “Watch a Man Die”, o su hit “Who´s Gonna Find Out” hicieron que temblase el suelo de la sala Ballroom.

Poco o casi nada sabíamos de los que venían a continuación (perdón) pero resultaron ser una gran sorpresa, al menos para mí. Hyrels son prácticamente locales, de Alicante y contaban con una nutrida representación de admiradores y colegas en primeras filas.

El combo alicantino resulta ser el proyecto del cantante y guitarrista Rick Minardi, que, junto a otros músicos de probada trayectoria, configuran un grupo de rock and roll muy al estilo de grandes bandas australianas como Radio Birdman. Su actuación tocada al volumen once, como ellos mismos dicen, estuvo plagada de eso, de High Energy, sin paradas ni tonterías, directo a la jeta sin contemplaciones.

Se despacharon con temas propios, como: “Don´t Be So Long”, o “He Will Catch You”, con alguna versión como la infalible “Strychnine” de The Sonics. Curiosamente, aunque bailable por todo el mundo, particularmente creo que sobra en un repertorio propio repleto de buenas canciones.

Decir The Scaners (no confundir con Scanners británicos) es decir lo mismo que una apisonadora de punk venida del futuro. Porque eso es lo que son estos franceses, punk 77 a toda velocidad con algunos sintes y ruidos marcianos de por medio. Unido a canciones redondas y cortas, valga la redundancia, que son infalibles tanto en sus discos, como en directo, como dejaron claro en la primera noche del Bali Rock and Roll Show.

Así, los teclados fueron sobrevolando cual platillos volantes, como muestran en sus camisetas, sobre temas como: “Burn Platic Burn”, “UFO Crash”, o las más recientes: “Satellite Rain”, o “Bruta City”. Los de Lyon lo tienen claro, si no hay velocidad no hay diversión.

Todavía tienen algunas fechas por la península, si su nave espacial llega tu ciudad; no lo dudes.

Para finalizar lo tocante a bandas en directo, la elección de unos tíos tan sinvergüenzas como El señor que te molesta fue la más acertada. Los madrileños se mueven más que los precios de la compra, están en todas partes. ¿Cómo lo hacen? Complicado de saber, lo que sí se sabe a ciencia cierta es que sus conciertos son una fiesta y no dudan en demostrarlo.

Son como Lola Flores, no cantan ni bailan bien, pero hay que verlos. Sus armas las muestran sin tapujos, son sus influencias de punk patrio: Siniestro Total, Kortatu, Nikis… unido al sentido del humor que se desprende, tanto en sus actuaciones, como en sus videos y su forma de comunicar.

“Declaración simplificada”, “Modus operandi”, o “Parte del plan”, se entremezclaron con las versiones que ESQTM convierten en declaraciones de principio. El frontman Alex tuvo a bien presentar sus disculpas a un ex Siniestro Total que andaba por la sala – Oscar Avendaño – al fusilar a su banda. Por un momento pensamos que este se iba a subir a marcarse un dueto, pero puede ser que se escondiera por la vergüenza ajena, eso es algo que nunca sabremos, porque lo pasa en el Bali, se queda en el Bali.

Lo dicho, final de fiesta a la altura de las circunstancias, con ESQTM, no dejando no un minuto libre al aburrimiento.

BALI R’N’R SHOW SÁBADO 20

Llegábamos sanos y salvos al sábado y no era cuestión de perderse a tantas bandas como el anterior día. Así que, raudo y veloz, me presenté con la cámara al escenario diurno, situado al lado de la piscina del Bali. La sala Island acogía el mercadillo de ropa, discos y complementos para cualquier amante del rock and roll, mientras en el pequeño escenario irían desfilando algunas bandas.

Artemio y Nebraska, dúo madrileño de hillbilly, o lo que sea, se convirtieron a trio para la ocasión, debido a un accidente del cantante y guitarrista, lo cual no les impidió para nada desarrollar sus obsesiones: comida, cachondeo, o esa extraña fijación por los que conducen por la izquierda.

Catastróxico es un proyecto de one man band de Castro, otro sinvergüenza que deja a los demás a la altura del betún. Veterano en mil batallas, tanto entre el público como al otro lado, en formaciones como: 100% placer, o Fast Food, este madrileño no ha aprendido a tocar ni a cantar como dios manda y si lo ha hecho, no lo demuestra, ni falta que hace.

Su punk cochambroso a base de guitarra marciana, efectos patateros, percusión desarrollada con sus extremidades inferiores de gacela y un theremín a pie de escenario, hicieron las delicias de todos los presentes. Su propuesta, tan valiente como jeta, podría haber resumido por sí sola todo el espíritu del festival.

Yo voy corriendo a reservar su primer LP autoeditado y de próximo lanzamiento; Flamenco deficiente, tú haz lo que quieras.

Como no era cuestión de bajar el nivel de cochambre sónica, pasé directamente a la actuación de otro elemento a tener en cuenta en la materia tan loable de derribar los cánones musicales establecidos. Hablo de Nestor, a los mandos de Nestter Donuts, otro one man band, igual de desvergonzado que el anterior o más, si cabe.

Lo que pasa es que Nestter Donuts, al actuar sentado, parece algo menos bribón que el anterior, pero no, esgrimen las mismas toneladas de atrevimiento. Así desplegó en solitario, exceptuando un par de temas a los que fue acompañado al saxo, su ración de Flamenco Trash, con composiciones aceleradas hasta el infinito en directo.

Y temas tan particulares como “Elvis Presley”, “Die Torero”, o “Daughter of a Navy Man” pusieron a saltar a todos los presentes en la sala Island. No extraña que solo en el pasado año, Nestter Donuts se haya recorrido medio planeta con sus historias que evocan una imaginería tan particular, países como: Alemania, Suiza, Países Bajos, Estados Unidos ya lo han tenido por allí. Respect!

Después de escuchar parte de la sesión de W’ANA DJ había que dejarse caer por la sala Ballroom a ver a los primeros de la noche, los alicantinos Bordestones. Como ellos mismos dicen: “grupo de rock and roll con influencias sesenteras”. Su actuación fue así, pildorazos cargados de blues y rock con alta influencia de los Stones, diría yo y que me recordaron a los primeros Desperados e incluso a Burning.

No cabe duda de que, como se suele decir, la experiencia es un grado encima de un escenario y a Bordestones les sobra de esto.

 

Los madrileños The Bank Robbers acababan de atracar un banco y se disponían a refugiar en el Bali, según sus propias palabras, disparando con el mejor rock and roll onda totalmente 50´s.  Lo de estos tíos es mucho nivel, claro que cuando te enteras de que este es el nuevo proyecto de Marcos Sendarrubias e Isaac González, viejos conocidos de la escena rockabilly patria, todo cobra sentido. Completan la formación Dave Álvarez y su gigantesco tupe, al contrabajo y Pablo Prieto a la batería.

La gamberra y divertida puesta en escena no despista para nada su técnica y destreza en directo, que acompañan a temas bailables y disfrutables para cansar a cualquiera. Actuación de diez con músicos de ídem.

Cuando vimos que una figura blanca nuclear se deslizaba en el oscuro escenario, supimos que íbamos a tener en frente a Oscar Avendaño y The Bo Derek’s. Procedentes de as Rias Baixas, sus actuaciones tienen fama de estar repletas de desenfreno y bailoteos y así fue. El pitorreo comenzó antes incluso, cuando en el check de sonido, una joven, no paraba de gritar desde la barra: “¡gallegos, que os vais de putes y os gusta la droja!”.

Sin paradas de ningún tipo y metiendo el acelerador a fondo, el trío gallego nos trasladó a los buenos tiempos de Doctor Feelgood con un rock and roll bruto, sencillo, pero hábilmente tocado. Directos y sin frenos, pudimos disfrutar con temas como: “Solo una más”, “Hey Bo Derek!”, o “Cool Cool Baby”.

Completan la formación al lado del ex Siniestro Total, Rufus a la batería y Jorge al bajo Danelectro, chulísimo, por cierto.

Como en el Bali Rock and Roll Show no solo hay actuaciones musicales, también hay exposiciones y rápidamente nos fuimos a ver la muestra fotográfica de Negro y Blanco Emporio, el dúo de fotógrafos conformados por Marta Gómez-Pintado y Alberto del Viso. En esta pudimos ver instantáneas que capturan lo salvaje de muchos de los directos que ocurren en Madrid. Bandas como: Guitar Wolf, Neat Beats, o Charnobyl. Muy buena muestra la de los madrileños. ¡Nos vemos a pie de escenario!

Menos mal que estaban Deaf Devils para bajar la media de edad de artistas y público, si no, cualquiera hubiera pensado que el festival era otro encuentro de la tercera edad en Benidorm. El cuarteto valenciano se va ganando poco a poco un nombre en el circuito y no solo por su insultante juventud, también por sus incendiarias actuaciones, inherentes al primer factor comentado y al buen gusto al trasladar el punk al siglo XXI.

Ataviados de estricto blanco que recuerda inevitablemente The Addicts o a la Naranja Mecánica, su actuación fue un chute de adrenalina difícil de superar, sin dejar espacios muertos y liándola en todo momento con los presentes. Se les nota que han sido amamantados con grandes dosis de Turbonegro y quizás los primeros Hellacopters, sobre todo en los riffs guitarrísticos. Aunque en las pocas versiones que tocan – la mayoría es cosecha propia, cosa que se agradece – estén más emparentados con los Pistols.

El final de actuación fue entre el público, incluso con la batería en el danceflooor y haciendo que todo cristo se revolcase por los suelos.  Hay relevo y vienen fuertes.

La actuación de los suizos The Sex Organs fue cambiada de escenario, suponemos por el retraso que se había producido entre banda y banda; y así poder ganar tiempo y volver al horario normal. Así pues, la banda de Bone, un tipo de sobra conocido en toda Europa por su faceta de Dj de sonidos sixties y garage y Jackie, la cantante y lideresa de los míticos y necesarios The Jackets, ofreció algunos de los momentos más divertidos del festival.

Su puesta en escena no deja indiferente, caracterizados de órganos sexuales venidos del espacio exterior, con unos trajes más que trabajados, el dúo se apostó en el hall del hotel, para sorpresa de los ajenos al festival, para aparecer en la sala Island por sorpresa mientras sonaba su banda sonora de comienzo de show.

Así qué, apretados y bien avenidos disfrutamos de un concierto festivo venido de otra galaxia, eso al menos debieron pensar algunos señores que, procedentes de alguna excursión de la tercera edad, acabaron recayendo en esa gamberrada. Garage punk, tan solo una batería básica tocada de pie y una guitarra son su única munición con la que dispararon temarracos como “Lubrication”, “Camel Toe”, “Vagina Dentata”, o “Underpants”. Una barbaridad sin parangón.

Todo el ambiente había quedado candente con la actuación de los suizos, así que uno de los supuestos cabezas de cartel, porque todos los artistas en el Bali Rock and Roll Fest tienen importancia, estaban a un punto de comenzar en la planta de abajo. Los suecos Psychotic Youth son toda una institución en toda Europa en esto del punk melódico y su carrera de casi cuarenta años lo atestigua.

No exagero si digo que la actuación de Psychotic Youth fue, como la propia ciudad de Benidorm, una oda al verano eterno, con canciones como «Live for the Sun», una canción que captura la esencia del optimismo juvenil y la despreocupación.

Las primeras filas, ya ganadas desde el primer riff, se encontraron bailando y cantando junto a la banda. Las vibrantes canciones y los pegadizos coros, capitaneados por el líder y guitarrista, Jörgen «Red» Westman, fueron imposibles de resistir.

Con «More Fun», la banda canalizó la esencia del punk rock clásico con un toque moderno que resonó especialmente entre otros temas. Otro momento destacado de la noche fue la interpretación de «Oriental Beat», donde la banda demostró su habilidad para fusionar influencias, dando a este clásico un nuevo aire sin perder su esencia surf y punk.

Para mí otra de las sorpresas de la noche vino con su versión de «When You Walk in the Room» de Jackie DeShannon, una interpretación fresca que honró el clásico mientras se mantenía fiel al estilo distintivo de la banda.

«Summer Is On» fue otro punto álgido, con sus melodías que evocan tardes de verano sin fin.

El concierto de Psychotic Youth en el Bali Rock and Roll Show quizás fue algo más que una simple actuación; fue una celebración de una juventud que inexorablemente se va y a la que nos abrazamos, gracias a sus canciones inmortales. Además de certificar el buen estado de la histórica banda.

Llegábamos casi al final del sábado en lo tocante a actuaciones y la banda alicantina Les Pick-Ups estaba a punto de comenzar su set. Si no me equivoco llevan más de veinte años pateando escenarios y han pasado por algunos cambios de formación, pero se mantienen fieles a los principios para los que fue fundada la banda; rock and roll, sonidos sixties y diversión.

En estos años su sonido ha evolucionado de un primigenio garage a sonidos también influenciados por el soul. Así, con el torbellino de Jenny Fuzz siempre al frente como front woman del grupo, fueron tocando temas como “Shake and Break”, que da título a su álbum del 2018, “In Another City”, “Sofá de Sky”, o “Backseat Lover”.

Buena actuación de los alicantinos con una banda en la que se notan las diferentes influencias de cada uno de sus miembros, llevando las canciones a puntos más altos de creatividad que otras bandas de garage al uso.

Sí, sé que todavía quedaban por tocar Mad Martin, banda de la que solo oigo buenas referencias, sin embargo, me pudo el cansancio, Benidorm y el Bali pudieron conmigo.

En definitiva, el Bali Rock and Roll Show es más que una fiesta, es un encuentro, tanto entre amigos, como con aficionados a diversos tipos de música y siempre en el marco de una ciudad como Benidorm; siempre poseedora de esa extraña belleza de lo retro y de lo que ha vivido tiempos supuestamente mejores.

Como me comentaban Ximo y Manolín, también coorganizadores del festival, con el mencionado Fer; “lo que queríamos hacer es un punto de encuentro de música, de amigos y de buen rollo”. Y yo doy buena fe de ello. El año que viene más, o nos mosqueamos.

Fotos BALI R’N’R SHOW: Fernando del Río

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