Bassmatti & Vidaur
¿Pudor por cantarle a unos sentimientos que te inspiran emociones muy fuertes? No me jodas, hombre. Pudor me daría hacerle las letras a Bisbal o Izal
Giorgio Bassmatti y Yon Vidaur son dos clásicos de la escena donostiarra que ya coincidieron en Donut y Ama, y que juntos de nuevo se proponen demostrar que, a pesar de la desaparición de La Buena Vida, en San Sebastián se sigue haciendo el mejor pop del país.
En Melodías Concertantes (Jabalina, 2014), su segundo trabajo tras aquel espumoso Apropósito (Birra y Perdiz, 2010), envuelven de melodías y preciosos arreglos historias de amor y esperanza tan directas, que a más de uno han hecho echar una lagrimilla. Hablamos con Giorgio vía correo electrónico por si tiene algo que alegar a estas acusaciones.
La primera pregunta, la que más me preocupa. Las chicas de la portada de Melodías Concertantes, ¿de qué colegio son?
¿Seguro que son chicas? ¿Has mirado por delante? Ojo que se lleva mucho el rollo coleta zen más allá del heavy. Que entras en Muji y te vienen unas ganas de partir tablillas, ¡que para qué!
Siendo donostiarras, yo apostaría a que son de La Asunción, icono adolescente en lo referente a faldas de uniforme. Pero eso se lo deberás preguntar a Guillermo Arias, que es quien nos ha diseñado esa portada tan bonica, y la otra de la chica tumbada que se utilizó como single digital.
Creo que una de las varias virtudes del disco son los contrastes. En la música la voz, áspera, casi bilbaína, y nos arreglos, de donostiarra sutilidad. En las letras cierta nostalgia, pero mucho optimismo y futuro. ¿Algo de razón o boutade de crítico diletante?
Lo de voz bilbaína no me lo habían dicho nunca. ¿Eso cómo es, entonando las frases como en la Montaña Suiza de Igeldo? Este músico diletante nunca para de aprender cosas. Qué bien.
En las letras estoy de acuerdo con lo que dices, lo cual me preocupa. Lo del donostiarrismo existente es algo que solo veis desde fuera. Nosotros no tenemos un libro secreto del que vamos sacando pócimas melódicas. Hacemos las cosas según nos apetece. Y puedo entender la mención a la ciudad, claro, porque históricamente ha habido muy buenas bandas de pop terso que usaban cuerdas. Pero solo son nuestra principal referencia a la hora de salir de cañas, que son más majetes que las pesetas. Hostia, pesetas. Qué viejo soy…
Si quieres sabes algo de nuestros gustos o influencias, en la contraportada del LP tienes una respuesta.
A pesar de los arreglos que visten bastante el disco, las canciones hablan de sentimientos y sensaciones tan reales que suenan casi desnudas. ¿No da cierto pudor?
¿Pudor por cantarle a unos sentimientos que te inspiran emociones muy fuertes? No me jodas, hombre. Pudor me daría hacerle las letras a Bisbal o Izal, a los que no se les entiende una mierda de lo que quieren decir. Tú te imaginas al tipo ese en el médico intentando decir lo que le duele? «Dolor, azul, un buque de entreguerras».
Qué tú las veas como tan reales que suenen desnudas es un halago. Cuando a mí me pasa con otros grupos me emociono un montón.
Yon y tú coincidís en Ama, pero después de escuchar Melodías Concertantes apostaría que también estuvisteis con La Buena Vida grabando Soidemersol en Londres.
¡Ojalá! Menudas farras tuvieron que ser esas con Pedro en el ajo.
¿Hablando de La Buena Vida, el Donosti Sound, era pop español o en español?
La Buena Vida fue el primer grupo punk que conocí en mi ciudad. Luego ya conocí Aventuras de Kirlian. Si entendemos el punk como música que lucha contra lo establecido (a nivel musical), son las bandas que mejor lo representaron en la Donostia de los 90. Tenías que haber escuchado a aquellos buenavidas en las fiestas de Jesuitas. Hacían que Beat Happening parecieran un grupo sinfónico. Eran maravillosos.
Y siguiendo con el Donosti Sound y la política, ¿cuándo le conceda la independencia a Escocia, San Sebastián estará incluido como barrio de Glasgow?
Jajajajajaja. Ojalá también. Así podríamos ir sin tener que coger 2 vuelos. Como decía antes, siempre ha habido nexos de aquí para allá en los musiquero. Orange Juice ya caló hondo en las pletinas de los muchachos. Y desde entonces, casi todo de lo que viene de allí tiene su huequito en los poperos koxkeros. La lluvia une mucho, compañero
He leído en alguna de las entrevistas que ya habéis hecho, que teníais intención de hacer un disco de cuerdas. ¿Eso cómo se hace? ¿Dónde se compra el nylon? ¿Sirve para amarrar los barcos?
No, es el de ahorcar periodistas. Espero no lo conozcas nunca.
Lo del disco de cuerdas… nos chifla ese pop que las usa para sonar elegante. Y nos apetecía probar cosas, que es por lo que hacemos canciones. Enfrentarnos a retos, a veces fallando y apartando composiciones, otras disfrutando con el resultado. No tengo mayor interés en llegar a una fórmula que agrade y quedarme ahí quieto. Prefiero jugar con la música, que me divierta. Hoy un Youtube, mañana una canción en euskera, pasado otra con Yon,…
Aunque para el siguiente disco la cosa será más inmediata. Que nos hemos pasado casi dos años con este, y no es plan. Ni idea de cuando podremos hacerlo, Yon está felizmente muy ocupado con su estudio de grabación Muir. Y yo pasando resacas y dejándome atrapar por las musas
Me han chivado que en el Popfest, Melodías Concertantes fue top de ventas. ¿Cómo estáis viendo las reacciones al disco? ¿Hay que comprar varios por si acaso un nuevo Un Soplo en el Corazón?
A mí lo que me vuelve loca es que haya gente que te busque en internet para decirte que tus canciones le han encantado. Joder, ¿qué hay mejor que eso? Cobrar por tocar, vale. Pero… ¿qué hay mejor que eso aparte de cobrar? El otro día un japonés compró el tema vía Bandcamp y me escribió. Otra muchacha andaluza me manda un mensaje diciendo que le ha encantado una canción.
Y lo de Un Soplo en el corazón es irrepetible. No se venden discos, y el disco no existe como tal para la mayoría de la gente. Por lo que es imposible que se repita ese momento. Lo dejamos en «angina de pecho
¿Son Melodías Concertantes y Dabadaba (flamante nueva Sala de Conciertos recién abierta en San Sebastián) la última esperanza de Donosti 2016?
Digamos que gracias a ellos, y al resto de promotores y bares, los asiduos del underground ya estamos viviendo nuestro 2016 desde el 2012.
En directo Bassmatti y Vidaur van a ser más de canción entre pausa y pausa o de pausa entre canción y canción. ¿Para las pausas Vidaur que lleva? ¿Libro, película, patxarán?
En directo va a ser un ejercicio de pop ramoniano, que solo abandonaremos para ir a un lateral a aspirar oxígeno y llamar al dealer
Siguiendo el ejemplo de Arcade Fire en el Vive Latino, para calentar antes de los bises, ¿Mikel Erentxun o mejor Cabaret Pop?
Emirra, que es el grupo que tenía Juanra Viles, otrora batería de los Duncan. ¡Un besito Juanra! «Agua y Barro» nos sigue chiflando. Y paro ya, que esto va a parecer Efeeme.
Para ir terminando imaginemos una situación. Morrissey obvia o no se entera del tema del chuletón y quiere tocar en Euskadi. La promotora obvia o no se entera de la belleza de Hirutxulo y el flamante nuevo Anoeta y se lo lleva a tocar en San Mamés. El Alcalde de Bilbao y/o Presidente del Athletic, que te conoce de algo, pone como condición que teloneen Bassmatti y Vidaur pero que reciban a Mozz con «Y un inglés vino a Bilbao» (canción popular bilbaína). Solución al problema por favor.
Mecaguen la leche, vaya montón de variables. Yo creo que sería un día perfecto para inaugurar mi sueño: El franquiciado bassmattiano. Jóvenes barbudos y con guitarras de atrezzo mueven sus labios al son de los pregrabados. Yo, al fondo, increparía al ejecutante mientras cuento los billetes. Tiembla, Circo del Sol.
Sé que el título del disco está generando dudas, ¿cómo va la grabación de Melodías Concertadas? ¿Quizás con algo de euskera, cogiendo el relevo a Elurretan (¿por cierto que ha sido de ellos?) y con chicas de ikastola en la portada? ¿Itundutako Doinuak? Ahora en serio, he visto alguna cosilla en euskera en el Youtube de Amor del 74. ¿Puede tener cabida discográfica futura?
Sí, los va a haber. El tema está aún en pañales, pero esas y otras canciones tendrán salida en un futuro cercano. Ahora tengo entre manos un concierto irrepetible (no tanto por su calidad sino porque en él van a sonar canciones que nunca más serán ejecutadas) también en euskera. Y después, a jugar en vasco.