Buenatarde comparte la introspectiva ‘La Extrema Belleza’
Buenatarde es el proyecto en solitario de Mané López, cantante y músico malagueño afincado en Madrid y también miembro de Jordana B. Tras ejercer como guitarrista de Hazte Lapón, y pasar por grupos como Macizo Galáctico o Cucudrulu, el pasado mes de mayo debutó con un álbum llamado La Bajona Cuqui, un disco que contiene cinco canciones sobre amor, la melancolía y las inseguridades, todo ello en clave de dreampop. Recientemente ha producido los trabajos más recientes de Marta Movidas, Megane Mercury, Stephen Please y Torres Satélite, y escrito canciones para Marta Sango.
El pasado otoño consiguió una residencia del Contenedor cultural de la UMA y con esta ayuda comenzó a grabar su nuevo material en Caballo Grande con Cristian Pallejà y Ferran Resines. Posteriormente, masterizó los temas con Javi Roldón en Vacuum, dando como resultado una nueva colección de canciones titulada La Extrema Belleza que verá la luz después de verano.
El pasado febrero ya vio la luz un primer adelanto, “Sensación de Pertenencia”, y hoy conocemos el tema que da título al disco, del que Mané habla así: ““La Extrema Belleza” fue la primera canción que hice para el disco, y marca la temática a nivel musical y lírico. La hice cuando se podía salir a pasear por primera vez en cuarentena. Estaba escuchando “When It’s Cold I’d Like To Die” de Moby y me interesaba mucho hacer una canción con este rollo tan épico sentimental. La referencia musical se terminó de vertebrar con “Otherside” de Perfume Genius y “Dark God Heart” de Sleep Party People. La intención con la letra era hacer una suerte de escena epistolar/campestre en la línea de LasHormigas (con quien he colaborado y que ha grabado en mi disco anterior)”.
Las temáticas sobre las que gira el disco se reflejan perfectamente en este adelanto: “El recuerdo, el aferrarse al pasado e idealizarlo en contraposición a la actualidad. El objeto a de Lacan planea sobre esta canción como lo hace sobre el resto del disco: la felicidad reside en la búsqueda de la misma, y, en este caso, se busca en una relación pasada. La canción también sirve para marcar una suerte de contexto o trama en el que se desarrolla el álbum. Si bien inicialmente no me lo planteé, en las letras acabé haciendo un estudio en la evolución de una pareja”.
Sobre la grabación, Mané añade: “Esta fue la canción que llevé más cerrada al estudio, pero Ferràn y Cristian consiguieron que las costuras de las referencias que llevé casi no se notaran, y dejaron unas atmósferas muy chulas. Usamos un Juno-106 para el pad principal, el Korg Sigma para el bajo sintetizado, el Wolno (un plugin gratuito que me flipa) para el piano, y una guitarra Telecaster. Y luego, las percusiones. Esta canción la grabamos el primer día que entré al estudio y le pedí a David G. Forés (de Hola Chica) que viniera a hacerme compañía, que me daba vergüenza. Aprovechamos para grabar su parte, que improvisamos ahí. No hay batería completa, solo hay toms y un goliat que tocamos los dos juntos con mazas. El resultado es un ejercicio de comunión muy bonito y le da un toque épico que me flipa”.