Celeste – Not Your Muse (Both Sides/Polydor)
Lo confesaré: hasta hace bien poquito, no es que fuera yo muy fan de Celeste. De hecho, me parecía un huevo sin sal. Por algún motivo, en las diferentes actuaciones televisivas o vídeos en los que la había visto aparecer, su actitud me parecía apática y lo más alejado del espíritu de la música a la que me daba la impresión que se quería aproximar. Hoy, sin embargo, todo eso me parece un maravilloso ejercicio de vulnerabilidad que no hace sino distinguir a esta artista del montón cual pavo real ¿Por qué?, se preguntarán. El porqué es este disco.
El primer LP de esta cantautora británica -aunque nacida en EEUU- llega tras un buen número de singles y EP, que generaron enormes expectativas. De hecho, hay una edición deluxe de este Not Your Muse que los recopila -incluída la versión del “It’s allright” de los Impressions que realizó junto a Jon Batiste para la BSO de la última de Pixar, Soul- en formato doble CD, encontrable también en plataformas de streaming. El rastro de canciones que ha ido dejando la artista, sobre todo tras su fichaje por Polydor a instancias de Michael Kiwanuka, ha sido tan importante que pese a que este debut se ha hecho esperar, ya se la considera una de las artistas más relevantes de su país. Vamos, hasta se la compara con Amy Winehouse.
La pregunta de siempre, sobre todo cuando la responsable de los parabienes es la prensa inglesa: ¿Es para tanto? Sinceramente, poco o nada puede apreciarse en esta mujer de talante tranquilo del encanto tóxico que tenía la diva de Candem, es más, si se fijan, su rango vocal es más parecido al de Adele. Ella cita como principales influencias a Aretha Franklin, Ella Fitzgerald y Lady Gaga y en base al refrito de esas y otras muchas cosas, como su herencia jamaiquina o el jazz, ha ido cincelando un estilo peculiar. Y ciertamente interesante.
Es algo que la apertura de este álbum, con las especialmente reposadas “Ideal woman” y “Strange”, se encarga de certificar a través de unas texturas que la cantante y su equipo de productores -sobre todo Jamie Hartman, con el que ha co-escrito la práctica totalidad del material- han sabido mantener nocturnas y sedosas, como si de una sola canción se tratase. No obstante, Celeste declaró que haciendo este disco ha “encontrado un lugar donde se siente empoderada, con los ojos abiertos y realizada”, es por eso que toda esa vulnerabilidad mostrada en un principio, de repente, desaparece con la desinhibida e infecciosamente pop “Tonight tonight” y remata del todo ese rotundo e irresistible single que es “Stop this flame”, una canción que justifica plenamente que este álbum sea el primero firmado por una mujer en llegar al número uno de las listas de UK en cinco años.
Y por supuesto, la cosa no se queda ahí. “Tell me something” es otro hit en potencia con un estribillo que usa la preciosa tonalidad vocal de la de Dagenham en todo su potencial. Hay algo en su registro que funciona igual para los números uptempo que para los reposados. Así, la canción titular regresa al campo baladístico, esta vez más cercano al pop que al jazz y con una cierta tendencia “cósmica” que se atenúa en ese pequeño tributo al early rhythm and blues que escuchamos en “Beloved”, ejercicio de estilo clásico que nos da otra de las claves del disco, su atemporalidad a través de la sabia combinación de tradición y acabados contemporáneos.
Todo está aquí utilizado con equilibrio y elegancia. Los arreglos realzan las canciones de una forma que las hace despegar al infinito. Exuberancia y precisión que en canciones como “Love is back”, “The promise” o “A little love” alcanza altas cotas. Todo para volver a la -relativa- austeridad del principio con “Some goodbyes come with hellos”, que cierra un disco al que quizá, si le podemos reprochar algo, es no haber reducido algo el minutaje para equilibrar un poco más las diferentes tonalidades musicales que incluye, aunque coherentes entre sí, algo redundantes por momentos. Pero eso es criticar por criticar. El disco no deja por ello de tener gran calidad y sobre todo, canciones. No lo olvidemos, esto es un debut. Un debut que apunta alto, muy alto.
Buen disco, buena crítica
Mil gracias! Sí, es un gran debut.