Chris Cornell – Carry On (Interoscope)
Chris Cornell facturó al frente de Soundgarden el Fun House metálico de los 90’s, Badmotorfinger. Con ellos parió después el heterogéneo retablo de imaginería fascinante que fue Superunknown y finiquitó su carrera con la banda a través del extraordinariamente espartano Down on the upside. Hasta aquí, matrícula de honor.
El debut en solitario con Euphoria Morning recordaba a ratos a Temple of the Dog, en otros a Radiohead vía producción y en los restantes emulaba a Jeff Buckley; Conclusión: disperso. El nacimiento de Audioslave prometía, pero su propuesta resultó cansina debido a unas composiciones que seguían un patrón encorsetado; a partir de Out of exile nadie prestó atención. Desde aquí, aprobado raspado.
Y llegamos a su segundo asalto con Carry On. La portada deudora de Álex Ubago y los agradecimientos a dios viniendo de un ateo declarado (¿?) ya avisan. El arranque con “No such thing” muestra cierta garra contenida a través de unas guitarras encabritadas y una voz que sigue siendo LA VOZ, irascible y magmática. Un mero ardid oído lo que queda.
“Poison eye” hace gala de un rock domesticado a un paso del AOR; “Arms around your love” parece una balada de los Peppers radio-friendly; “Safe and sound” y su convencionalismo barato le convierte en el Michael Bolton del grunge; “Ghosts” le muta luego en Nelly Furtado con perilla, y avanzamos hasta llegar a una versión de “Billy Jean” que merece atención: pírrico comparado con la avalancha de tensión que hubiese generado hace diez años su interpretación. Como broche “You Know my name”, su aportación a la nueva película de James Bond, surge con Grecian 2000 en una mano y el galán de noche en la otra.
Acomodado e indigno viniendo de quien viene. Qué manera de tomar el pelo a los que nos hicimos personas escuchando “Jesus Christ Pose” o “Let me drown”.