David Bowie – Glastonbury 2000 (Parlophone/Warner)
Cuenta Caitlin Moran como ella y sus colegas, según se aproximaba el fin de semana del festival Glastonbury 2000, se sentían más entusiasmadas con la perspectiva de ver a Basement Jaxx el sábado que por ver a David Bowie cerrar el festival en domingo. Tal como lo explica, tiene su lógica: el dúo de Brixton eran la novedad, lo excitante, la bandera generacional, mientras que David Bowie era un hombre de cincuenta y tres años que, bueno…seguía ahí después de varias décadas. Caitlin usa una frase que define muy bien la situación: aunque hacía 40 años que no actuaba en Glastonbury, y casi diez dando conciertos de manera esporádica, a Bowie se le daba por sentado, sabías que estaba ahí, formaba parte de nuestras vidas de tal forma que dábamos por sentado que siempre iba a estar ahí. Lamentablemente sabemos que no es así, que nadie está siempre con nosotros, pero seguimos valorando más a los genios cuando ya no están.
Glastonbury 2000 no es un disco en directo, ni un DVD. Sí, es ambas cosas, pero por encima de todo es una experiencia completa, excitante y a ratos dolorosa. Una experiencia que debería empezar leyendo el diario de Bowie en las semanas previas al concierto, un diario que acompaña todos los formatos de este álbum y donde el cantante se revela dubitativo, incluso en algún momento arrepentido por haber aceptado el ofrecimiento. Un Bowie muy humano que cae en la cuenta de que necesita reunir una banda, que se sincera comentando que no le apetece mucho tocar sus grandes éxitos (lleva años sin hacerlo de manera habitual) pero que piensa que esa noche debe hacerlo. Eso sí, «Space oddity» no formará parte del setlist, está harto de ella. Habrá éxitos, pero los que a él le sigue apeteciendo tocar, los que aún le motivan. Y vaya si los hay: «Ziggy Stardust», «Heroes», «Let’s dance», «Ashes to ashes», «Starman», «Rebel rebel», «Changes»… También hay concesiones a su época seguramente menos valorada, con temas como «Little Wonder», «Hallo Spaceboy» o «I’m afraid of Americans» que, quizás por menos manidos, brillan y deslumbran con una ejecución brutal, electrizante.
Pero la experiencia no está completa sin el concierto en DVD, completo por primera vez ya que en su momento la BBC solo emitió media hora de sus casi dos horas de duración. Ahí vemos a un Bowie que empieza algo nervioso, quizás pendiente más de su voz, perjudicada por una laringitis de la que acababa de salir. «Wild is the wind» es interpretada con diligencia, pero no luce. En «China girl» se ve a un Bowie más suelto, con algún gesto de complicidad hacia el numeroso público, parece que se va soltando. Llegan entonces «Changes» y se produce la metamorfosis. Puede que sea casualidad, pero apenas lleva dos canciones y Bowie se cambia el traje, cambiando las chorreras y los puños barrocos por otro traje similar pero menos abigarrado, más funcional. A partir de ahí todo es un espectacular crescendo, con una voz que va mejorando a cada canción y gestos de estar realmente disfrutando del concierto. De alguna forma el Bowie personaje del principio ha desaparecido para dar paso al Bowie persona, una leyenda que de repente ya no es tan consciente de serlo, libre de miedo escénico, y se mueve con espontaneidad, da saltitos y palmas, arenga al público, sonríe y bromea con sus músicos. La realización parece darse cuenta de ello, y mientras al principio dominaban los primeros planos, posteriormente se nos muestran más planos generales o de los músicos. Excelentes, por cierto, ahí está su bajista habitual, Gail Dorsey, también el batería Sterling Campbell y el guitarrista Earl Slick, entre otros.
El último tercio del concierto nos muestra a una banda desatada, a un Bowie casi enloquecido, arrodillado, relampagueante, a un público entregado y, en definitiva, una experiencia inolvidable para los que estuvieron y para los que ahora tenemos la suerte de revivir aquel mítico concierto.
Escucha David Bowie – Glastonbury 2000
Me lo regalaron las pasadas navidades. No conozco un concierto de Bowie tan emotivo y emocionante. Es historia de la música. No dejéis de comprarlo si sois fans
AMOR
Grandísima critica habeis hecho
Buen artículo y buen DVD. También me lo regalaron en navidades.
Grande y eterno Bowie.