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Entrevistamos a Algora

Víctor Algora está de vuelta y viene con un disco cargado de simbolismos y nada críptico. Lleva por título Un extraño entre las rosas (El Genio Equivocado, 2020) y en tiempos de aislamiento, del Coronavirus y de toda la que hay liada –esperando ya la famosa curva descendente- una obra que resuma vitalidad, letras cargadas de simbolismo y críticas a la sociedad y a la clase política. No se escapa nadie. Este artista singular que se considera “de izquierdas, podemita, y maricón”, nos ha regalado una entrevista diez. Así que si están en casa, una cosa más para entreteneros. Leed esta entrevista y escuchad su disco. No tiene desperdicio. Así que, buenas tardes, Algora, vamos con este disco, mágico, tecno y cósmico.

«Siempre me he sentido un poco bicho raro y todo lo que me ha llevado a intentar encajar me ha conducido a la frustración y la soledad»

En tu disco he encontrado varias referencias a las cucarachas, ¿tienes algo con esos bichos?

Me parecía una imagen muy guay para expresar como los personajes de estas canciones pueden llegar a sentirse en las historias que estaba contando. Además, adoro la sonoridad de la palabra.

Si quieres conocer cómo era la sociedad española de primeros del siglo XX, debes recurrir a Pérez Galdós, que este año cumple 100 años de su fallecimiento, ¿habrá que ir a las letras de Un Extraño Entre Rosas cuando pasen cien años para entender la España de 2020?

Supongo que me ha quedado un disco muy contemporáneo en cuanto a las letras. Cuando empecé a componer este disco quería imaginar el futuro y al final, con sonidos que hacen referencia a la música que escuchaba en mi infancia, me han salido canciones que hablan de la actualidad. No sé si dentro de cien años alguien escuchará mi música, pero bueno, si a alguien le sirve ahí queda mi testimonio.

Una duda que tengo tras escuchar “Dondiego”, ¿no será que, en vez de ser tan gambitero y rumboso, directamente es que te está dando carpetazo? Porque eso de sólo querer bailar y no follar suena a excusa penca…

Un carpetazo en toda regla. Siempre me ha inspirado mucho la imagen del loser vs winner.

Otra cosa que tiene el disco es que reboza música electrónica, pero qué bien hilada, chica, ¿cuáles han sido tus referentes?

Cuando grabábamos el disco escuchaba mucho a John Maus, Drab Majestic, Décima Víctima, Austra, Tr/st, Ariel Pink, MGMT, Pet Shop Boys… hay guiños a Washed Out, a Robyn, Mecano, incluso a Los Planetas…

“Disco mágico” es un comienzo por lo grande, con una batería electrónica que engancha, ¿cuál podrías decir que es tu “Disco mágico”, ese que te abrió los ojos y te hizo decir: quiero dedicarme a esto?

Recuerdo que cuando empecé a hacer música escuchaba mucho a Patrick Wolf y a Her Space Holidays… quizás, un disco que me motivó muchísimo fue ‘Stories fron the city, stories from the sea’ de PJ Harvey a la hora de coger una guitarra y también ‘Gimnástica Pasiva’ de Hidrogenesse cuando empecé a utilizar el ordenador para hacer música.

Dice la RAE que la distopía es una sociedad ficticia indeseable en sí misma. Y tú le dedicas hasta una poesía, ¿a tal extremo llegas?

Mi compi, Raúl Querido, hablando el otro día sobre las reacciones que estaba teniendo el disco, contaba algo que había leído de J.G Ballar, que era como que el presente es tan distópico que la ciencia ficción se escribe sola en el presente.

“Fotos en el gimnasio” habla del culto al cuerpo y de esa gente que le da más importancia de mostrar que va allí en Instagram más de lo que le aporta cuidarse. ¿eres chico gym?

Bueno, bajo mi punto de vista ‘Fotos en los gimnasios’ habla de esa presión social para convertirnos en entes que producen y consumen de forma salvaje, de máquinas competitivas, ganadoras e irreales y de cómo todo eso te lleva a la depresión. Voy al gimnasio de vez en cuando, me relaja bastante porque soy muy nervioso.

¿Por qué ese cambio de registro musical de ‘Folclore Del Rascacielos’ (2017) a este ‘Un Extraño Entre Las Rosas’?

En estos últimos tres años he experimentado un cambio vital muy grande, digamos que he tenido una revelación. Trabajar con Raúl Querido y La Prohibida me ha dado mucha seguridad y me he abierto a lo que realmente quería hacer. Me he despojado de la guitarra, que para mí era un lastre y he aprendido a disfrutar expresándome encima del escenario sin tener que estar sujeto a un instrumento. Podría decirse que me refugiaba un poco en la guitarra. Es como si me hubieran dicho: Venga, déjate de tonterías y vamos a jugar. Y he jugado.

Me flipan los estribillos de este disco, son tan battiato que no puedo uno más que hacer una genuflexión ante ellos.

Gracias. Yo también soy muy fan de Battiato.

Por cierto, ¿quién es el ‘Extraño Entre Las Rosas’ del que hablas en el título?

Siempre me he sentido un poco bicho raro y todo lo que me ha llevado a intentar encajar me ha conducido a la frustración y la soledad. Para mi este disco habla de la soledad del diferente, pero también del que paga el precio por querer ser aceptado, del que se resigna. Me gusta mucho que mis títulos y mis letras estén siempre abiertos a diferentes interpretaciones y que cada uno los adapte a su historia. Muchas veces he entendido el significado de mis canciones a través de lo que otros entienden de ellas, así que te invito a que saques tu propia conclusión.

 

Si en ‘Folclore del rascacielos’, tu anterior trabajo, iba sobre la soledad amorosa, aquí la soledad que ha provocado el sistema consumista. ¿y tú, eres muy consumista?

Creo que formar parte de este sistema y además vivir en el centro de una gran ciudad implica ser consumista en menor o mayor medida. En el disco se palpa esa sensación de resignación: Sé que estoy explotado y oprimido pero aun así entro en el juego, formo parte de él. Sé que es una posición derrotista y confusa y aun así nos limitamos a observar y aceptar. Pagamos el precio porque es una droga adictiva, pero como toda droga, tras el momento de euforia te lleva a la bajona y la frustración.

Elaid y Tiberiu son dos vampiros gayers que se guardan las ganas de hacer la caidita de Roma en medio de la calle, -ahora serían multados por las restricciones, claro- ¿te ha pasado eso alguna vez? No lo de ser vampiro, sino lo de querer hacer una guarrerida española y no encontrar sitio.

Elaid y Tiberiu son dos personajes racializados, inmigrantes y homosexuales. La canción habla precisamente de todo lo contrario, de amarse y desearse contra todo pronóstico y cualquier lugar. De ser visible en un mundo invisible. Es mi letra favorita del disco. Claro que me ha pasado, pero sobretodo porque soy muy pudoroso.

¿Te gusta la política o eres de los que siempre dicen que eres apolítico pero apostillas siempre?

Soy político porque lo que canto lo es. Y además de izquierdas, podemita, y maricón.

Bien hilado. Por cierto, me gusta eso que dices en “Poesía de la distopía”, “donde estaba el teatro ahora han puesto un Starbucks”, ¿corporation global killed the culture star?

Bueno, no sé si matado pero si cambiado.

En “Fotos en el gimnasio” empiezas con eso de “con tu edad yo era ya rey”, ¿tienes mucho de abuelo cebolleta?

Bueno, ese ‘a tu edad’ es esa voz que te dice: compra, compra, produce, produce o no existes. No soy nada cebolleta, me gusta estar conectado con la actualidad aunque con tanta sobreinformación a veces voy un poco retardado.

La historia de “Chico transparente” es tan híper real; gente que se autodefine en redes sociales así y cuando los conoces son perracas nivel 1000, sean del sexo que sean. ¿has tenido muchas decepciones con gente por redes sociales?

Me cuesta mucho quedar con alguien por redes sociales porque los patrones de conducta que se utilizan en estas apps me generan mucha inseguridad. Necesito cierta magia, espontaneidad y sorpresa. No me interesa el sexo como algo mecánico, como una necesidad fisiológica. Creo que follar mucho está sobrevalorado. Prefiero encontrar a alguien de forma imprevista y que se genere un contexto especial y con cierta intimidad. Vivir una pequeña historia.

¿Cómo es el amor en los tiempos del Grynder/Tinder?

Urgente, frágil, confuso…pero porque creo que la forma de relacionarnos ha cambiado y en realidad todavía tenemos implantado el chip sociocultural del amor romántico y no sabemos muy bien por dónde tirar.

“El último homenaje en Europa” suena tan Mecano en sus primeros discos, ¿eres mucho del tecno ochentero?

Soy muy de Mecano. Crecí con ellos aunque era pequeño cuando se separaron y recuerdo coleccionar material sobre ellos cuando ya era difícil encontrarlo. Tengo carpetas con reportajes de revistas de los ochenta que intercambiaba por correo, por internet o que tenían guardados mis tías. Y luego. en la adolescencia, me pasó con The Smiths y otros grupos que estaban poco de moda.

Por el disco resuenan los Pet Shop Boys, New Order, Erasure y hasta los Communards, ¿te molan todos ellos o simplemente es que te venían bien para lo tuyo?

Me gustan mucho Pet Shop Boys y New Order. Soy consciente de las referencias de los primeros en el disco porque lo eran mientras lo estábamos grabando. New Order está más presente en otros de mis discos aunque puede que haya cosas también en este, aunque sin haber sido buscadas. Erasure no lo he oído en mi vida y de Communards alguna canción. Nunca he sido muy seguidor del synth-pop de los ochenta, me siento más influenciado por otro tipo de bandas, sobretodo de los 90, aunque de forma indirecta y a través de otros grupos de la actualidad que a su vez han sido influenciados por aquellos, es posible que hayan llegado esos guiños a las canciones.

Por cierto, en “Drogas nuevas” veo un muy mucho tributo a “Bizarre love triangle” de los New Order, ¿o me lo parece a mí?

Conscientemente hay más de Robyn en esta canción que de New Order, aunque tanto Raúl Querido como yo somos muy fans y es posible que haya quedado plasmado.

Tu disco es una de esas obras que, una vez la escuchas, no puedes sacártela de la cabeza. Te tengo ya gastado en el Spotify, ¿cómo te planteas el directo del mismo?

Como te he dicho antes, me he liberado de tocar instrumentos en directo y me estoy centrando en expresarme más solo como cantante. Me he quitado muchos miedos de encima y lo que me pedía el cuerpo era cantar y bailar. Así que Raúl se encargará de los sintetizadores en directo y yo de hacer la performance.

Finalizas el mismo con “Reflexiones de una vieja lavadora”, ¿cómo se llega a crear algo tan poco convencional? ¿en qué momento dijiste, voy a hacerle una letra a mi antigua Balay?

Bueno, este tipo de lírica tiene mucho que ver con cómo escribían Berlanga y Nacho Canut, los hermanos Cano y otros grupos de los ochenta. También veo muchos dibujos animados. Obviamente son referencias que tengo y que han estado siempre en mis canciones, y también en este disco.

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