Entrevistas

Entrevistamos a Porretas, históricos del rock urbano

Una verbena de barrio sin un concierto de Porretas no es una fiesta. Llámalo como quieras, pero no “fiesta”. Porretas es uno de esos conjuntos que tantas veces nos ha animado las tardes primaverales. Son pocas las personas de este país que no hayan coreado sus canciones, con un mini de cerveza en la mano, por supuesto. Un conjunto que representa, como pocos, ese sonido de rock callejero tan intrínseco en nuestra música nacional.

Formado en 1985 en el barrio madrileño de Hortaleza, siguen dando caña. Más de treinta años de trayectoria, más de una docena de álbumes y millares de kilómetros de carretera. Desde Muzikalia, hablamos con Bode sobre sus orígenes, su trayectoria o las nuevas canciones que han ido publicando en el último año. ¡Larga vida al rock urbano!

“Que alguna de nuestras canciones represente mejor este momento que vivimos que cuando la creamos es un elemento dramático”

Es un placer hablar contigo Bode. Este año se cumplen 30 años desde la publicación de vuestro primer álbum, Qué se vayan hacer puñetas (Barrabás, 1991) . Y aquí seguís, al pie del cañón. ¿Cómo comenzó vuestra trayectoria musical?

El placer es mío. Somos un grupo de rock, de rock de barrio, de calle. ¡Llámalo como quieras! Cuatro amigos que montaron un grupo hace más de treinta años. Y desde entonces, pues dando caña, recorriéndonos este país de arriba abajo. Viviendo como se puede de la música y disfrutando de ello.

Porretas nació en el barrio de la Uva, en Hortaleza (Madrid). Empezaron Pajarillo y Robe allá por el año 85. Yo andaba en otro grupo también del barrio al igual que Luis, (el batería). Y bueno, nos conocíamos de la zona, de tomar botellines en los bares. Yo acabé entrando en el 88 y, un poco más tarde, entró Luis.

A partir de ahí, sacamos nuestro primer disco y hemos estado los cuatro juntos hasta que falleció Rober de cáncer de colon hace 10 años. En ese momento, entró Manolo Benítez, (guitarrista también de Los Enemigos), y fuimos dando conciertos mientras esperábamos que Rober se recuperase, pero no fue posible. ¡Diez años ya, me cago en la puta! ¡El tiempo vuela!

De todos estos años como banda, ¿qué momento guardas con más cariño?

Hay muchos. Para mí, la primera vez que conseguimos tocar en las fiestas de Hortaleza, ese momento fue apoteósico. Mira que hemos tocado en lugares, pero ese lo recuerdo con un cariño que te cagas. Nosotros ya llevábamos muchos años e íbamos por nuestro séptimo disco; y aun así no conseguíamos tocar en las fiestas de nuestro barrio. Nos miraban como un grupo subversivo, ya ves (risas). Además de que el Ayuntamiento era bastante de derechas.

Gracias a la radio del barrio y a una cierta presión social nos dejaron actuar. Fue el día que más gente acudió a las fiestas de Hortaleza, no cabía un alma. Fue impresionante. Nuestros conciertos son muy políticos, pero también muy festivos. Siempre hay muy buen rollo. Ese ha sido uno de los mejores conciertos que yo recuerdo. Luego, también, el primer concierto que dimos en la Sala Canciller presentando nuestro primer disco.

 

Vuestro primer disco, como hemos comentado, lo produjo Barrabás. También Rosendo os produjo un disco. De todos los artistas con los que habéis compartido escenario, ¿cuáles os han marcado más?

Qué pregunta más jodida (risas). No te puedo decir uno y dejar a los demás. Para mí, que Rosendo nos produjera un disco fue fantástico. Yo soy muy de Leño, es de mis grupos favoritos. Rosendo ha sido uno de los grandes padres del rock español; bueno ahora es el abuelo. También me quedo con el Drogas de Barricada, otro de mis grupos emblemáticos, o, Evaristo de la Polla Records. Con esos tres son con los que me quedo. También porque ellos estaban allí cuando yo era un chaval y me marcaron.

Este último año, habéis presentado dos nuevas canciones. Y en el 2021, otra más. Uno de estos temas es “La Cuadrilla”, una canción a modo de homenaje de todas las personas que han formado parte de vuestra trayectoria, y que en estos momentos no están o les habéis perdido la pista.

Sí, amigos con los que tienes una relación que te cagas, y, de repente, te das cuenta de que han pasado muchos años desde la última vez que estuviste con ellos. Algo que nos pasa a todos. Colegas con los que nos lo hemos pasado genial, que nos hemos tomado un montón de copas juntos y ahora ya no los ves.

Y otros que por desgracia ya no están con nosotros, como es el caso de Rober. Esta canción y el video que hemos creado con fotografías antiguas es un homenaje a todas estas personas.

Unos días antes del confinamiento presentasteis la canción “Bla, Bla, Bla”, un tema que trata sobre el disfrute personal. Qué casualidad que saliera unos días antes del encierro general y la suspensión de todos los conciertos y festivales por motivos sanitarios.

Ya te digo. Además, la íbamos a presentar en un concierto en las fiestas de Castellón, pero se vino todo abajo. La canción va de eso, de cuando sales y te pones hasta el culo la gente te critica, y si no sales te llaman muermo. Haga lo que haga me van a criticar. La canción es muy festiva, rollo festivalero. Son canciones que funcionan muy bien en directo.

 

Bueno, ya volverán otra vez esos momentos de diversión. ¿Os ha afectado mucho la cuarentena?

Sí, esta siendo una etapa muy dura. Seguramente lo más duro que hemos vivido nosotros como músicos. La inmensa mayoría de los grupos estamos bastante vendidos ante esta situación. Aquí llego la movida esta y todo el mundo a su casa. La gente ha ido saliendo poco a poco, y, aunque en otros trabajos también están jodidos, han podido recuperar algo. En general, todo lo relacionado con la música y la cultura va a ser lo último en salir y va a ser muy complicado poder dar conciertos como se hacía antes. Por el momento, está todo jodido. Además, las ayudas apenas han llegado. A nivel personal, a mí solo me ha dado para subsistir un par de meses. Aguantando como podemos.

A nivel de producción y composición, ¿estas nuevas canciones fueron grabadas antes de la cuarentena? ¿Tenéis pensado sacar un nuevo disco que recoja estos temas?

Esa era la intención, las habíamos grabado justo antes de la pandemia. Acabábamos de salir del estudio cuando nos confinaron. La intención era ir sacando ciertos temas cada par de meses y luego ir presentándolos en diferentes directos.

Todavía no hemos podido ir ni al local de ensayo. Esto nos ha roto por todos los lados. Hemos decidido finalmente ir sacándolas a cuentagotas para que la gente nos siga escuchando, y, ya cuando podamos, pues haremos conciertos. Y cuando volvamos al local, seguro que salen nuevas ideas. Si tenemos 10 o 12, pues lo mismo plantemos un disco.

 

Vuestro último tema “Jake Mate” ha tenido muy buena acogida. Una canción que supone todo un alegato político en contra de la monarquía. Además, está bastante en la actualidad ya que salió justamente con todas las movilizaciones por la libertad de expresión y la críticas a las infantas por vacunarse en Arabia Saudí.

Sí, fue una casualidad. Como te decía, estaba grabada antes de la cuarentena. Y me parece un tema bastante claro en este aspecto. No entiendo por qué tengo que mantener a alguien por tener sangre real, no me parece justo. Además, que encima son ellos los que se tiran piedras en su propio tejado.

A mi madre con ochenta y seis años todavía no la han puesto la vacuna, y estamos teniendo muchísimo cuidado para que no pille el virus porque se puede morir. En cambio, las infantas se van a ver su padre fugado y con toda la cara se ponen las vacunitas; y a tomar por culo, aquí no pasa nada.

Está claro que, personalmente y como grupo, no nos gusta lo que representa la monarquía. En la historia de España, los Borbones se lo han llevado crudo. La monarquía es algo que me parece medieval. Que, a día de hoy, por nacer en una familia tengas más privilegios y un puesto asegurado, no lo veo normal. Si eres príncipe o princesa ya por nacimiento tienes mejores casas, mejores estudios, mejor formación y encima te lo tengo que pagar yo. Y el emérito, que lo implantó aquí un tipo que dio un golpe de estado y que cuando se murió, ahí lo dejó. Y encima, no podemos decir ni misa. ¡Qué te miran mal! En este mundo hay que ganarse las habichuelas. Además, que tenemos una clase política que manda. Hostias. Esto da para otro debate (risas).

Luego sales a protestar y te llaman antisistema. Pero ellos bien que salen con sus cacerolas a pedir “libertad”. ¡Libertad para hacer lo que les de la real gana!

Vuestras canciones siempre han tenido un cierto poso de crítica política. Y, lo peor, es que muchas de ellas, escritas hace más de veinte años, siguen siendo igual de actuales.

Es un elemento dramático. Por ejemplo “Odio Futuro” es una canción que hicimos hace la tira de años, y representa mejor este momento que cuando la compusimos. Hay muchísimos chavales que se pasan la vida estudiando, acaban su carrera, sus estudios, su máster que no se lo han regalado y salen al mercado laboral y… ¿a dónde van?

Cuando tocamos en festivales como el Viña Rock vemos que los chavales se sienten representados y de verdad que es una pena. Muchos se creen que la canción la acabamos de sacar. No se confía en la gente joven, no tienen casi salidas laborales, y en las que hay se les explota. Así nos va…

Y a nivel personal, ¿cómo ves el panorama musical? ¿Crees que con los nuevos canales reproducción está habiendo una evolución?

A mí me supera un poco todo esto la verdad. Hace muchos años también había éxitos que te ponían en los Cuarenta Principales, te machacaban con ellos y duraban lo que duraban. Algunos más, otros menos. Creo que el rock siempre ha tenido un público más fiel. Ahora te meten canciones a piñón fijo en las redes, por la tele, y la bailan todos embobados; luego se olvidan de esa canción y se crea otra, y así. Creo que en el mundo del rock se valoran otras cosas, se valora de otra manera.

En cuando a las nuevas plataformas, nosotros nos hemos tenido que adaptar, no queda otra. Tenemos nuestra cuenta de Spotify, nuestro canal de YouTube y por ahí vamos tirando. Los discos apenas venden, nosotros los sacamos porque a nuestros fans les gusta tenerlo en físico, pero realmente la gente escucha tu música en las redes sociales y luego en los conciertos. Esa es la principal fuente de ingresos.

También tiene muchas cosas buenas, es mucho más fácil acceder a la música, encontrar nuevos grupos, recomendaciones musicales. Yo, por ejemplo, tengo mis propias playlists. Todo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

Y, por último, ¿qué significa para ti la música?

No se puede decir que la música lo es todo, porque hay muchas más cosas en la vida; pero yo no me imagino un mundo sin ella. A mí me ha ayudado a sobrellevar esta cuarentena. A veces para reír, otras para sacar una lagrima, otra para quitarme los malos rollos, e, incluso, para ponerme de mala hostia. No concibo un mundo sin música.

 

 

 

 

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