Entrevistamos a Vera Fauna
Andalucía, tierra de poetas y soñadores, vive en una etapa de continua primavera. Al menos, a lo que a nivel musical se refiere. En estos últimos años, el rosal del rock andaluz no deja de dar flores. Una escena rica y variada que no deja de sorprendernos cada año que pasa, cada disco que se publica. Como bien dice este conjunto sevillano Vera Fauna: “quizá necesitábamos unos cuantos referentes que permitieran llevar nuestra creatividad de la plazoleta al local de ensayo, y del local de ensayo a la carretera”.
Vera Fauna es un conjunto conformado por Kike Suárez, Javi Blanco, Jaime Sobrino y Juanlu Romero. Tras varios singles y un Ep, el año pasado debutaron en formato largo con su disco Dudas y Flores (Purple Moon Records, 2020). Un álbum que se mueve entre la psicodelia, el neo soul y el pop más moderno, presentándonos canciones personales, cargadas de justicia social y, sobre todo, representativas de una generación y una escena que no deja de darnos alegrías. Lo estarán presentando el próximo miércoles 26 en Tomavistas Extra (entradas aquí) acompañados por Califato 3/4.
Desde Muzikalia, hablamos con sus protagonistas para que nos cuenten sobre sus inicios, su disco debut y el movimiento musical que se está generando a nivel general en este país.
“Nos encanta este revival de los 2000. Hay muchas joyas que se quedaron enterradas para el público ‘cultivado’«
Espero que estéis lo mejor posible en estos momentos. Lo primero de todo, me gustaría que os presentarais. ¿Quién es Vera Fauna?
Vera Fauna es el resultado de mucho tiempo en el local de ensayo y fuera de él. Se ha ido fraguando una amistad muy bonita entre los cuatro y, al final, el grupo es un sitio donde contar las cosas que nos van pasando mientras investigamos con la música.
El concepto de “Dudas y Flores” lo recoge muy bien. Digamos que las dudas son el relato que se fue generando entre 2017 y 2019, y que las flores son el resultado de pasar tanto tiempo buscando nuevas formas y colores en nuestra música.
Vera Fauna se fue fraguando en Sevilla en el 2016 y, poco a poco , habéis construido un nombre en el circuito nacional. ¿Cómo han sido estos cinco años? ¿Cómo comenzó este proyecto musical?
Empezó poco a poco. Primero se juntaron Javi y Juanlu, luego llegó Kike y, finalmente, entró Jaime. Pasamos de hacer jams muy introspectivas y opacas para el oyente a empezar a comunicar las cosas que íbamos haciendo. En general, estos cinco años han sido un aprendizaje genial.
Hemos ido creciendo junto al grupo, tanto por dentro cómo por fuera, y, claro, es algo de lo cual estamos muy contentos y orgullosos.
Dudas y Flores, fue una de las grandes sorpresas del pasado 2020. Unas semanas después de su lanzamiento vino la pandemia y su respectiva cuarenta. ¿Os ha afectado mucho? ¿Teníais ganas de poder presentarlo en directo? ¿Cómo habéis vivido los primeros conciertos que habéis podido ofrecer?
Pues, siendo tremendamente egoístas, nos ha venido genial a la hora de comunicar lo que había en él. Somos gente un poco intensa y, por ello, estábamos un poco inseguros con la acogida del público porque es un disco que necesita pararse. Visitamos lugares muy íntimos y a veces bajamos a profundidades que requieren una pequeña pausa.
Ahora, mientras todo vuelve a la vida, estamos muy agradecidos de poder tocarlo en directo. La gente nos está devolviendo mucho amor y eso está genial.
Vuestro estilo musical está ligado al pop psicodélico. Eso sí, muy propio. Una remezcla de estilos interesantes que fluctúan de forma sincera, todo ello ligado a un carácter costumbrista y letras con cierta reivindicación política. ¿Cómo construís este sonido? ¿Qué queréis expresar con vuestras canciones?
El sonido bebe de muchas fuentes. Morimos con la experimentación llena de arraigo de Boogarins, aprendimos mucho de Baywaves y su forma de presentar la psicodelia en frasquitos pequeños. Nos hemos criado cantando a Rafael Amador, Lole Montoya y Kiko Veneno… Hemos ido picando de muchos sitios, intentando meter cositas en nuestra música.
Al principio era como crear un Frankenstein musical, pero cuando vas alejándote en el tiempo de los inicios y cogiendo perspectiva, entiendes cómo han entrado en tu música muchas cosas que tenías latentes en la memoria. Y eso está tela de guapo.
Sobre nuestras letras políticas, hay poco que decir. Nos atraviesa una época muy jodida y plasmamos lo que estamos viviendo. Puede que se confundan costumbrismo y nostalgia por eso mismo. Quizá, echemos de menos otros momentos en los que la expropiación generalizada de nuestro tiempo y espacio era menos patente.
Nosotros tenemos más arraigo a nuestro sitio que vocación costumbrista, y el hecho de que nuestras manifestaciones culturales hayan pasado de ser una foto para el guiri más que una forma de vivir la vida sin más, nos lleva directos a la nostalgia.
Esto mismo lo estamos viendo en la nueva generación de músicos que están surgiendo en España; cada uno con sus características e idiosincrasias, pero estamos observando una cierta evolución musical ligada, por un lado, al costumbrismo y, por otro, a la nostalgia. Letras de grupos como Camellos, Pantocrátor o Carolina Durante, por ejemplo, pueden parecer sencillas, pero tras ella hay una profunda crítica social y política.
Nos encanta que estén saliendo bandas tan buenas últimamente. El nivel de las letras de grupos como Menta, la Trinidad, o grupos como los que mencionas es altísimo. También gente como Mausoleo, Margarita Quebrada, VVV o Depresión Sonora están tirando hacia un sonido underground muy transparente que nos está dando muchas alegrías. Y luego están grupos como Burm Motion Club o Sen Senra que han pasado a cantar en castellano.
Más que generarse una nueva escena, parece que se está asentando un pequeño tejido que permite que comunicar tus canciones y que lleguen lejos parezca menos difícil. Cuando empezamos no teníamos tantos referentes de bandas jóvenes.
Un elemento, que tienen en común muchos de esos grupos que mencionas, es el reflejo de esas dudas existenciales en sus canciones. Vosotros mismos las que tratáis en vuestro álbum. ¿Cómo veis la sociedad que se está quedando?
Vemos que está la cosa muy difícil. Cada vez hay más incertidumbre, cosa que se ha acelerado con la pandemia. Se habla mucho de la ansiedad, pero no tanto de los cambios en nuestro contexto que están generalizando el sufrimiento entre la gente.
Un ejemplo perfecto es vuestra canción “Candelaria”, canción que abre el disco y trata el tema de la gentrificación. O la canción “Cobre”, tema que lo cierra, supone toda una radiográfica social.
“Candelaria” habla de San Lorenzo, el barrio de mi madre, al que llegó desde La Línea de la Concepción después de que Franco cerrara la frontera con Gibraltar. Es un sitio donde he pasado muchísimo tiempo entre visitas a mis abuelos y que cada vez está más invadido por los pisos turísticos. Antes parecía un pueblo y se echa muchísimo de menos.
“Cobre”, por su parte, habla de lo duro que es entrar en el sistema productivo y lo normalizado que tenemos asociar el trabajo al sufrimiento y no a los cuidados mutuos o al sostenimiento del bienestar colectivo. Un drama.
No solo encontramos canciones con compromiso político, uno de vuestros temas más escuchados, “Colorada”, es una versión del famoso tema de Papa Levante. Una canción que pone en valor la música del 2000, tan denostada en este país, y que ahora que C tangana lo realiza se le trata como un visionario.
El visionario fue Jaime cuando llegó proponiendo hacer esta versión. Nos encanta este revival de los 2000, hay muchas joyas que se quedaron enterradas para el público “cultivado” porque tenían el yugo de lo hortera encima. El paisaje inicial de la canción nos parece sencillamente precioso.
Dicen que la Cruzcampo en Andalucía sabe diferente, y sinceramente doy fe de ello. No sabría deciros si es la causa de la emergente escena musical que se está desarrollando en Andalucía, lo cierto es que en estos últimos años están surgiendo grupos como los Derby Motoreta’s Burrito Kachimba o Califato que están poniendo en valor, como vosotros, el nuevo sonido del sur. ¿Cómo ves estos nuevos grupos que están surgiendo? ¿Alguna recomendación?
En Andalucía se necesita cervecita extremadamente fresquita para aguantar el calor, eso está clarísimo. Y estamos muy, pero que muy contentos, de que estén saliendo tantas bandas. Aquí hemos estado tocando y creando todo el tiempo. No se ha parado de hacer música. Quizá necesitábamos unos cuantos referentes que permitieran llevar nuestra creatividad de la plazoleta al local de ensayo, y del local de ensayo a la carretera.
Ahora mismo, Sevilla Distorsión está preparando disco, y tenemos mucha curiosidad por saber qué va a salir de ahí. También estamos muy expectantes por ver qué hace próximamente María Yfeu, que es paisana, aunque esté afincada en Madrid.
Por último, y está es una de las preguntas más difíciles de toda la entrevista, ¿qué significa para vosotros la música?
Pues una cosa que no está en ningún sitio, que solo ocupa tiempo. Como la vida misma.