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Frank Turner & The Sleeping Souls (Sala But) Madrid 18/11/24

La madrileña sala But fue testigo de otro de esos conciertos en los que, Frank Turner & The Sleeping Souls certificaron su buen estado de forma. Tanto en directo, como a nivel compositivo, ya que venían a presentar su excelente último trabajo, Undefeated (Xtra Mile Records 2024). Bajo el auspicio de la promotora Mercury Wheels, Turner, el último de los trovadores del punk-folk británico, volvió a entregar todo sobre el escenario, como ya es costumbre.

Además del concierto del británico, pudimos disfrutar de dos propuestas en las antípodas la una de la otra. Por una parte, el dúo de punk eléctrico The Meffs y justo antes de Turner, sus amigos folkies Skinny Lister.

A The Meffs ya los conocíamos por aquí, Lewis aporreando la batería y la poderosa voz y presencia escénica de la front woman y guitarrista Lily, son suficientes para llenar de decibelios y actitud cualquier escenario. Así lo hicieron, hardcore de la vieja escuela y punk eléctrico tocado a mil por hora y sin frenos.

Con temas como “Stamp It Out”, “Stand Up, Speak”, o esa versión guiño a The Prodigy con “Breathe”, los de Essex lograron transportarnos por momentos a un club oscuro de Reino Unido. Concierto corto y comprimido, como exigía la noche. Muy brutos.

Los colegas de Turner, Skinny Lister, son unos folkies londinenses que no disimulan haberse criado con litros de cerveza y toneladas de The Pogues, la sombra de Shane MacGowan sigue siendo alargada y yo me alegro.

Sonido espectacular, contrabajo, acordeón, ukelele ocasional, guitarra acústica, batería… todo ello al servicio de una formación fiestera que no para de dar saltos ni un minuto en el escenario, contagiando al personal y calentando motores para lo que venía.

Ya solo por canciones como: “George’s Glass”, “Bristol Bound”, o “Trouble On Oxford Street”, bien se merecerían una calle en Londres, pero es que además su trabajo constante en el escenario es encomiable.

A las nueve en punto de la noche salían al escenario Frank Turner & The Sleeping Souls, ante una sala que no alcanzó ni por asomo el lleno total, quizás por la fuerte competencia musical en esta semana en la capital. El larguirucho Turner nos recordaba – siempre cercano y carismático – que la calidad del show no la define la cantidad de asistentes, en este caso: lo que faltaba en número sobró en cachondeo y conexión colectiva.

Porque ¿Qué se puede esperar de un artista que se ha tomado la molestia de cantar una de sus canciones en castellano? Pues todo lo bueno. Frank Turner, siempre atento a sus fans; y como ya ha hecho en el pasado con diferentes idiomas en otros lugares, se había preparado una chuleta en el escenario para cantarnos en nuestro idioma el tema “Do One”. Con resultados dispares en lo tocante a la lingüística, pero impecables en cuanto a ejecución musical, las cosas como son.

Pero antes del momento “spanish song” pudimos disfrutar de un extenso setlist que abarcó desde el mencionado reciente disco, hasta clásicos que ya son himnos entre sus fans. La colección de temas fue oscilando entre la euforia y la melancolía, aunque los arreglos en directo me parecieron más “rock” que en otras ocasiones e incluso más acelerados.

Comenzaban con «No Thank You for the Music», su declaración de principios irónica con la que ya puso a bailar a toda la sala, para enlazar rápidamente y sin respiro con “Girl From the Record Shop”, ese trallazo que bien podría haber compuesto Joe Strummer al mando de The Clash.

Así, sin darnos cuenta, el bueno de Frank nos metió de lleno en su rama más punk, deudora de sus primeros tiempos con la banda Million Dead, con el tema “1933”, para, a continuación, propinarnos una “bofetada” sónica con “Recovery” y ya de paso, propiciar los primeros puños en alto de manera colectiva y alguna lagrima.

Y hablando de lágrimas, hasta al propio Frank Turner le resulta complicado no soltar alguna mientas toca «A Wave Across A Bay», dedicada a su malogrado amigo Scott Hutchison de Frightened Rabbit.

En formato acústico, canciones como «My Kingdom for a Horse» y «The Ballad of Me and My Friends» refutaron esa sensación nada vaga de comunión con su gente y que está siempre presente en sus bolos. Ya con la banda al completo volvió a la carga con cortes más “fiesteros” y reivindicativos -algo siempre presente en el cancionero del británico – como: “Try This at Home”, o la imprescindible “Polaroid Picture”.

Para terminar otros dos trallazos eléctricos, repletos a partes iguales de tristeza y diversión ¿Y eso cómo es? Pues hay que preguntarle a Frank Turner cuál es la fórmula, o si no, escucha: “Get Better” y “Four Simple Words”.

Frank Turner y The Sleeping Souls siguen demostrando que – para ellos – no hay excusas para no salir cada noche a dejarse la piel. Con cada concierto renuevan su compromiso con su música revolucionaria y con quienes la usan como una tabla de salvación.

A la anarquista rusa Emma Goldman se le atribuye la frase “Si no puedo bailar no es mi revolución”. Pues eso.

Fotos Frank Turner & The Sleeping Souls + The Meffs + Skinny Lister: Fernando del Río 

Más fotos Frank Turner & The Sleeping Souls + The Meffs + Skinny Lister

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