Jacob Banks (Sala Cool) Madrid 25/11/22
Jacob Banks llegaba a su cita en la madrileña Sala Cool con la seguridad del que se sabe ganador de antemano, tras haber agotado todas las entradas semanas antes de la velada en cuestión. El músico británico-nigeriano visitaba la ciudad con la excusa de presentar en directo las canciones incluidas en el acertado Lies About The War (Nobody Records, 22), para confirmar en base a la entusiasta respuesta del público el considerable interés que su música comienza a despertar dentro de la actual escena rhythm & blues y soul. El vocalista solo necesitó del apoyo –palpable y bien ejecutado, eso sí– de guitarrista (en ocasiones mutado en teclista) y batería para ver sensiblemente potenciado todo ese carisma inherente a su figura ejecutiva y, en definitiva, una imponente presencia escénica que hace que los temas seleccionados ganen en impacto y emoción.
Una empresa en la que también influyó una voz poderosa y ligeramente más áspera que en su versión de estudio, lo que a su vez derivó en un favorecedor efecto realista. Si aquella fórmula que consiste en manejar parámetros clásicos del género convenientemente actualizados se completa con ciertos toques efectistas –casi inevitables y de esos siempre suelen funcionar de cara al público–, el desenlace no podía ser otro que la anunciada victoria de la estrella en potencia ante una sala abarrotada. Fue el triunfo ante un público mayoritariamente joven, dividido entre los que no perdían detalle ensimismado ante las maneras del artista y los que estaban más pendientes de la cháchara y de grabar el vídeo de turno para las redes sociales. Los primeros (y sin duda más avispados) disfrutaron así con el efecto emotivo desprendido por piezas como “Unknown (To You)”, “By Design”, “Bang”, “Just When I Thought”, “Unholy War” o “Chainsmoking”.
Lo cierto es que resultó difícil no rememorar el paso aún reciente por la ciudad de un nombre ya consolidado y no del todo alejado en preferencias como es el de Michael Kiwanuka, poseedor de mejores canciones pero, en la práctica, con un desarrollo escénico más frío y menos sentido que el mostrado por su homónimo. Jacob Banks se maneja con agilidad y naturalidad entre la fina línea que separa el calado del todo convincente del mainstream y el producto generalista y, atendiendo a lo acontecido en la noche del pasado viernes, presentó candidatura como próximo artista del ámbito musical negroide que puede alcanzar el estrellato masivo. Quién sabe si en breve no pasará a ocupar un recinto de mayores dimensiones, rodeado de generosa banda completa, con todo lujo de detalles y coristas apoyando sus composiciones. Talento, potencial, imagen y cualidades (de todo tipo) tiene para conseguirlo.