Kasabian – 48:13 (Sony)
Kasabian, abanderados del postbritpop y nuevos adalides para el hooliganismo musical británico y el rock de estadio, regresan apretando el acelerador. Su esperado quinto disco, que llegó precedido por «Eez-eh» esa suerte de «Swastika Eyes» con bases hiphoperas que lo quieran o no, se ha convertido en uno de los himnos del año; apuntaba mucho más alto de lo que nos hemos terminado por encontrar.
48:13, nueva obra de Tom Meighan y Sergio Pizzorno, es un compendio de varias cosas sin una identidad definida. No les quitamos el mérito de entregar temas como la vitaminada «Bumblebee» o la bailable «Doomsday», que junto con la antes mencionada, miran de tú a tú a hits pretéritos de la formación («Club Foot», «Fire», «L.S.F.», «Cutt Off»…). O canciones como «Clouds», cuyo tinte psicodélico la convierte en otro de los momentos brillantes de un disco que poco más tiene que ofrecer.
A partir de ahí encontraremos maniobras propias de banda sonora de película de Guy Ritchie («Stevie»), insípidos rellenos («Glass» y su rapeado final o «Bow», cuya letra es la risión), baladas que remiten a discos pasados («S.P.S.») o piezas facilonas hasta lo sonrojante («Explodes»). Una amalgama de estribillos, sintetizadores, teclados, baterías y cada vez menos guitarras, hilvanada por tres interludios («Shiva», «Mortis» y «Levitation») tan vacuos, como el tono general del disco.
48 minutos y 13 segundos de los que nos quedamos con unos 17 con 14.