Klaus & Kinski
Yo no nos veo nada de especial, somos muy normales
Klaus & Kinski alcanzaron inmediato reconocimiento por parte de prensa y público con su debut Tu Hoguera Está Ardiendo (2008), consolidándose solidamente con las bondades de la consiguiente continuación Tierra, Trágalos (2010).
La dupla formada por el productor y multiinstrumentista Alejandro Martínez y la vocalista Marina Gómez alarga ahora su trayectoria victoriosa gracias al acierto y solidez de Herreros y Fatigas (2012), una inspirada tercera entrega que confirma definitivamente a los murcianos como uno de los grupos más personales de la actual escena.
Hablamos con los dos artífices acerca de su nuevo disco y consiguientes expectativas, la actual escena y otras interesantes cuestiones en la siguiente entrevista.
Desde un punto de vista compositivo e inspirativo ¿Cuáles diríais que son las principales diferencias entre “Herreros y fatigas” (2012) y los dos discos anteriores?
Alejandro: No sé si hay muchas, pero si las hay están más en el intento por centrarnos en un formato de canción menos pendiente de los géneros. Centrarnos más en los elementos que te hacen reconocible y empiezas a ver como tuyos. Pero tampoco sé si lo hemos conseguido porque nos siguen hablando igual del eclecticismo. Supongo que, aún conteniéndote, nos sale así. Y no digo que eso sea malo, pues forma parte de la filosofía de esto.
Entonces… ¿Cuáles son las actuales referencias e influencias de Klaus & Kinski?
Alejandro: Ninguna, o muchas al igual que en discos anteriores. Eso de las influencias nunca lo hemos sabido responder, máxime cuando tiendes a hacer canciones pensando en sonidos o referencias diferentes por cada canción. En este disco simplemente se intentaba que la electrónica fuera más evidente, porque aunque seamos un grupo de pop, la manera de trabajar a veces se asemeja más a la del productor de electrónica. Y luego está el tema de los sintes y guitarras más shoegaze, dream-pop o como se le quiera llamar. Y la cuerda, que en este disco hay mucha por todos lados porque ahora contamos en la banda con Pilar. Esa es una cuestión práctica: piensas escribir arreglos de cuerda porque cuentas con una violinista.
Alcanzasteis el reconocimiento de prensa y público con “Tu hoguera está ardiendo” (2008) y os consolidasteis solidamente con “Tierra, trágalos” (2010)… ¿Qué expectativas tenéis con “Herreros y fatigas” (2012)? ¿Dónde os puede o debe situar este nuevo trabajo?
Marina: Nos gustaría poder vivir, por fin, de la música, pero siendo realistas nos conformamos con que el disco tenga buena acogida y nos salgan conciertos y festivales en los que tocar.
¿Diríais que “Herreros y fatigas” (2012) es el mejor disco de Klaus & Kinski? ¿Por qué?
Alejandro: No. Eso sería muy presuntuoso y no debemos juzgarlo nosotros. Y si lo dices con éste a ver qué vas a decir con el próximo. Además, es que pierdes la perspectiva de lo que has hecho cuando está demasiado reciente. Dentro de unos años igual juzgas con mejor criterio lo que se hizo en su día.
¿Y quizás el más ambicioso?
Alejandro: Tampoco. La ambición no cambia, tienes igual de poca o igual de mucha. Quizá lo que tienes es un punto más de experiencia.
Una vez más el disco es extenso, con un total de 14 canciones… ¿Vivís en un constante buen momento inspirativo y de algún modo tenéis siempre canciones de sobra?
Alejandro: La verdad es que sí que ha habido temas de sobra, algunos totalmente terminados e incluso masterizados, otros casi del todo, muchos a medio hacer… También nos cuesta bastante hacer la criba, aunque siempre nos hemos decantado por tracklists extensos.
La personalidad del grupo es palpable, pero… ¿qué tiene Klaus & Kinski que no tenga ninguna otra banda de la escena?
Marina: Yo no nos veo nada de especial, somos muy normales.
¿Cómo es la relación artística entre vosotros? ¿Qué aporta Alejandro a Marina y Marina a Alejandro? ¿Cómo se complementan las personalidades y las creatividades de ambos en el proceso creativo?
Marina: Indisoluble de la vida personal. Más que complementarnos en lo profesional intentamos facilitarnos la vida, para que cada uno pueda dedicarse a lo suyo con comodidad.
Con cierta frecuencia las canciones de Klaus & Kinski hacen referencia a temas como la auto-lesión, el suicido, la decepción o la muerte… ¿Por qué? ¿Hay una cierta obsesión con el lado más oscuro de la vida?
Alejandro: Imagino. Pero tendría que psicoanalizarme otro, no yo mismo, no vaya a ser que me eche a llorar…
¿Hay ya gira prevista para presentar las nuevas canciones? ¿Cómo serán los conciertos de presentación del nuevo disco?
Marina: Sí, tenemos varias fechas programadas en marzo y algunos festivales en primavera y verano. En principio, serán bastante similares a los de los últimos tiempos porque la formación es la misma. Quizás haya cambios en la escenografía, pero aún no sabemos qué, ni cómo.
Si echáis la vista atrás, tras tres discos y más de seis años de actividad… ¿Cómo percibís todo lo que ha pasado desde que nació el proyecto Klaus & Kinski?
Marina: En general, el balance es positivo. Hemos vivido algunos pocos momentos para olvidar y otros muchos memorables.
¿Qué significa cada uno los tres discos de Klaus & Kinski para vosotros?
Alejandro: El primero fue el más ilusionante, porque tener repercusión nos parecía lo más difícil. Es pasar de 0 a 1, y eso es más que de 1 a 2. Cuántos primeros discos pasan sin pena ni gloria. Una vez ahí, el segundo lo puedes ver con más ilusión aún, pero es más desilusión, porque la realidad te pone en otro lugar. La crisis bla bla bla. Percibes hasta qué punto es difícil esto. Y con este último, pues con ilusión y escepticismo a la vez.
Y en sentido contrario y tras la reciente publicación de “Herreros y fatigas” (2012)… ¿Cuál será el próximo paso de Klaus & Kinski?
Alejandro: Pues no lo sabemos aún. Es un poco pronto. Habrá que digerir esto.
También habéis publicado dos EP´s entre el lanzamiento de vuestros discos ¿Qué ventajas encontráis en el formato?
Alejandro: El primero fue una recopilación de temas viejos o descartes. En el último sí que experimentamos un poco, haciéndolo en un formato más clásico con cuerda, guitarra y poco más, algo que igual no harías durante todo un disco de los largos.
Alejandro… ¿En qué punto está tu proyecto paralelo #Fo?
Alejandro: La verdad es que #Fo ahora mismo está muerto, aunque me da bastante pena. Cosas de la vida y del querer.
¿Cómo percibís la salud de la actual escena musical española y qué pensáis del creciente éxito de bandas originalmente provenientes de la llamada “independencia”? ¿Qué es lo que está cambiando para que eso ocurra?
Alejandro: Supongo que cambia el público, o el perfil del público, y los medios, e Internet, y todo a la vez retroalimentándose. Es que eso del la escena independiente hay que cogerlo con pinzas. Imagino que al principio (en los 90) todo era más sectario, y aunque no existía la crisis discográfica actual, hoy encuentras sonando, por ejemplo de fondo en programas de televisión, grupos que se suelen clasificar de indies. Imagino que es porque aquella generación de la explosión indie de los 90 se ha hecho adulta. Y, al menos desde los medios, no están tan polarizados de cara al consumidor la radiofórmula y el gueto independiente, lo que posibilita que haya un terreno en medio.
No hace demasiado generaron cierta polémica unas declaraciones de Christina Rosenvinge en la que afirmaba que la música femenina se había convertido en “un concurso de zorras” (en alusión sobre todo a Lady Gaga y Madonna). Me gustaría saber cuál es la opinión de Marina acerca de esa escena musical femenina.
Marina: Pues igual el problema está en hacer distinciones entre escenas femeninas y masculinas. A mí me dan bastante igual todas estas señoras.
Gracias de nuevo y mucha suerte con el nuevo disco.
Marina: ¡A ti!