Las valencianas Júlia estrenan Próxima B
Júlia es un dúo valenciano formado por Estela Tormo y Lídia Vila. En un principio eran un trío, y com tal grabaron su primera demo, El Mecanoscrit (2012), que consiguió alzarse con el premio Ovidi Montllor a mejor maqueta. Le siguió un primer álbum de estudio, Nuvolàstic (2015), que también consiguió otro premio Ovidi Montllor, esta vez a mejor diseño. Su música, en aquellos momentos iniciales, mezclaba el folk acústico con un toque de sonido norteamericano y trazos de dream pop, muy al estilo de las suecas First Aid Kit, por ejemplo.
Tras Nuvolàstic, reconvertidas definitivamente a dúo, han apostado por aumentar la carga electrónica en Próxima B (Hidden Track / Malatesta, 2017), su nuevo disco, sin dejar de lado las guitarras. El aroma a dream pop es ahora quizás más notable, como también lo son las influencias de grupos como Warpaint, Beach House o los primeros Maga. Con esta evolución, más que interesante, han conseguido ocupar un lugar en el que ya estarían los últimos discos de Austra o sobre todo Les Sueques, aunque en el caso de las catalanas hayan llegado hasta allí desde un punto de partida bastante diferente. Un tema como «Índica», precisamente el que abre el disco, es una buena referencia para detectar esa evolución de Júlia desde sus anteriores trabajos. Aunque arranca como una bonita pieza de dream-folk al estilo de las ya mencionadas First Aid Kit, a los pocos segundos empiezan a incorporarse bases electrónicas. En «Menta» todo se desborda y la apuesta por el sonido de fondo brusco y oscuro es clara, en contraste con la luminosidad melódica de las voces. Tras la calma de «No t’ho mereixes» y la más synth-pop «Cap parat», con «Próxima B» se vuelven a adentrar en ese universo sonoro donde las máquinas reinan y las texturas hipnóticas sobresalen.
La recta final con «Diumenges», muy a lo Depeche Mode de finales de los 80, «Seahorses» y «Matèria» devuelve a las guitarras y percusiones analógicas a un discreto segundo plano para adentrarse, ya de forma irreversible, en una electrónica galáctica repleta de detalles minúsculos pero sublimes.
Puedes escuchar el exquisito Próxima B, de Júlia, en Spotify.