Loquillo y Gabriel Sopeña – La vida es de los que arriesgan (Warner)
Loquillo y parte de su banda se unieron al poeta Gabriel Sopeña durante el verano de la pandemia, para llevar a los escenarios de pequeños recintos una curiosa propuesta en la que recuperaban canciones inspiradas en la obra de poetas, músicos y escritores que han marcado al artista catalán. Ahí están Bernardo Atxaga, Manuel Vázquez Montalbán, Luis Eduardo Aute, Mario Benedetti, Kris Kristofersson, el propio Gabriel Sopeña («Acto de fe» y «Brillar y brillar») o Jaime Gil de Biedma, asomando en los textos de muchas composiciones que durante cuatro décadas hemos podido disfrutar en estudio o en directo.
El resultado lleva por nombre La vida es de los que arriesgan, un pequeño tesoro para sus seguidores que solo puede encontrarse en vinilo y que recupera algunas canciones que adaptaban a los antes citados. Dejando a un lado su faceta más rockera y apagando las luces, el disco comienza con «La vida que yo veo», basada en un poema de Bernardo Atxaga que se convierte en una declaración de intenciones para el conjunto del álbum. «Transgresiones» toma un poema de Mario Benedetti que muestra el compromiso social del artista y lo envuelve de un tono más íntimo del que ya conocimos en Loquillo en Madrid (2012). «Political incorrectness» y «Cuando pienso en los viejos amigos» son dos canciones más intimistas que se adentran en el mundo interior del artista, mientras que «Cuando vivías en la Castellana» recuerda los años de formación del músico.
«Inútil escrutar tan alto» es una emotiva adaptación de un poema de Manuel Vázquez Montalbán que recuerda la figura del escritor. «No volveré a ser joven» inspirada en un poema de Jaime Gil de Biedma que reflexiona sobre la nostalgia y el paso del tiempo. Por su parte, la que da título al disco, «La vida es de los que arriesgan», toma un poema de Juan Mari Montes que se convierte en un himno a la valentía, sin olvidar su «Apuesta por el Rock&Roll» que celebramos en su día en la voz de Héroes del Silencio y que al Loco le sienta como un guante.
Ya conocíamos «Yo y Bobby McGee», de Kris Kristofferson, desde tiempos de Compañeros de Viaje (1997) tema que desde entonces se ha convertido en uno de sus clásicos, por no hablar de «La mala reputación» (Georges Brassens) o «De tripas corazón», todo un guiño al maestro Luis Eduardo Aute. El álbum concluye con un tema propio, «John Milner», que nada en las mismas aguas.
Loquillo y Gabriel Sopeña nos regalan con La vida es de los que arriesgan un documento que nos traslada a un momento complicado, en el que la música fue tabla de salvación para muchos de nosotros.
No nombras a Luis Alberto de Cuenca que, aparte de ser una figura importante en la cultura pop de este país, es el autor de las letras (poemas) de varias canciones del disco.