Mercromina – Fnac (Madrid)
Las expectativas que despertaba en mí volver a ver a Mercromina en directo quedaron comprimidas de un modo extraño. Sí, ya sabemos que en este mundo nadie da duros por pesetas (o euros por céntimos), pero es que sólo tocaron 3 canciones… En cualquier caso, este mini-concierto presentación de su nuevo álbum «Bingo» no defraudó. Joaquín ha llegado a un punto tan alto como compositor que da hasta miedo. Sigo pensando que subir la voz en los directos no estaría nada mal, sobre todo cuando las letras están tan bien construidas (aun sigo reponiéndome de ese «lobotomízame/hazme como quieras», o todos y cada una de los versos que componen esa maravillosa canción que es «Seca»).
Tras 1 hora de cola absurda (entramos todos y también todos, desde el primero al último mono allí presente, acabamos sentados sobre esa moqueta de color indescriptible y de textura, aunque resulte extraño, pegajosa cual tela de araña). Esto, más las posturas contorsionistas que adoptábamos para encontrar una postura «cómoda», son los ingredientes básicos de cualquier concierto gratuito en la Fnac.
Abrieron Belmondo con un repertorio de 11 canciones. Once canciones instrumentales para contentar a una pequeña audiencia hambrienta que ansía un baño en Mercromina. Mal asunto. En un estilo que recuerda en ocasiones a Mastretta, y entremezclado instrumentos clásicos como el acordeón, arreglos de metales y una dosis justa de teclados nos sirvieron el aperitivo, formado casi en su totalidad por canciones guatequeras. Muy largo quizás, puede que porque no eran ellos a quiénes íbamos a ver, puede que porque todas las
canciones parten del mismo patrón. Las sensaciones bien expresadas sólo con instrumentos son un plato apetecible, pero en una dosis demasiado alta, cansan.
Mercromina presentaron su nuevo álbum, con 3 canciones. La primera también instrumental, pero que gracias a un sonido apabullante y muchas ganas sobre el escenario, hizo que fingiésemos no haber probado el aperitivo. Las otras 2 fueron »El libro de oro de la congelacion» y »Chaqueta de pana». Canciones que demuestran que el nuevo sonido de mercromina se encuentra en un equilibrio perfecto entre la electrónica y lo eléctrico. Bonitos desarrollos instrumentales y sintetizadores en una justa medida son los componentes principales, aderezados con la misteriosa voz de Joaquín, que como
siempre, fué casi inaudible.
De un concierto de tres canciones no se pueden sacar demasiadas conclusiones, pero en cualquier caso, la cosa promete.