Niña Polaca (La Riviera) Madrid 24/11/23
Paradójicamente, nos hemos acostumbrado cada vez más a toparnos con fenómenos musicales que experimentan ascensos meteóricos, crecimientos sin precedentes o booms explosivos. La de Niña Polaca, en cambio, es una historia diferente, de las que siguen el camino “tradicional”.
El trayecto ha sido empedrado, escalón a escalón, sin prisa y con paciencia. Y eso supone recorrer los horarios diurnos de cientos de festivales, conocer incontables salas modestas, tocar en la Wurlitzer, hacer varias Siroco, conseguir dos sold outs en La Paqui (Ochoymedio), experimentar una Plaza del Trigo y un largo etcétera. La (primera) meta se alcanzó este viernes, en La Riviera. Fue un show a la altura de la ocasión, con Surma en absoluta comunión con un público totalmente entregado a la causa de celebrar la, aún breve, pero muy trabajada carrera de una banda casi anacrónica en su manera de entender la música. Y, sobre todo, en su forma de haberse labrado un lugar importante en la escena del rock alternativo de este país.
El setlist, seleccionado con mimo y detalle, sirvió para rendir homenaje a esos cinco años de camino y merece una mención casi completa.
Como en el Ochoymedio un año atrás, el riff de «Joaquin Phoenix», tema guitarrero marca de la casa, señaló el inicio del “sueño” (polacos dixit) de llenar una Riviera. Fue un tributo a la carrera de la banda, entre otras cosas, porque pasaron hasta nueve canciones antes de escuchar el primer tema del último trabajo, lo que habla muy bien del abultado y excelente repertorio que Surma, Beto y compañía han creado en apenas cinco años.
La primera de las nuevas fue esa oda a la ilusión por un nuevo amor que es “Mucho tiempo contigo”. Entre medias, hubo tiempo para recordar tres temas de su garajero debut De la línea 10 al Sol, como «Máster en Imbécil», «Willy» o «Pinta Malasaña» (los tres del tirón); bailar y poguear con Ivona y Pdr Snchz (a dos voces con Benoît, de Diamante Negro); emocionarse con «San Francisco el Grande» y disfrutar de «Tallín», la preciosa colaboración con los recientemente disueltos Muro María. Ver compartir escenario a Clau y Rubén con sus antiguos compañeros, quizás por última vez, fue uno de los grandes momentos de la velada.
Con «Mucho tiempo contigo» se abrió la veda para presumir del brillante Que adoren tus huesos (top 3 discos del año para este humilde plumilla) del que solo faltó por sonar «Pollo frito» (quizás la canción más floja). Entre las melódicas «Te vi en el concierto, Dolores Rayo», «Mejor sin ti» o «Invierno de mierda» y las más rockeras «Travieso», «Alfredo el Canallita», «Perdí los galeones» o «Lo que yo te he querido», también hubo lugar a retrospecciones con «M.», «Mary the Queen», «Garabatos Despedidas» o la nunca jamás tan autorreferencial «La Riviera».
El apoteósico y lacrimógeno bis llegó con los himnos. Los temas que han llevado a Niña Polaca a ser una de las mejores bandas jóvenes de este país. «Madrid sin ti», «Nora» y «La muerte de Mufasa» (con baño de masas incluido de Surma y Ruba) convirtieron el bolo en una gran fiesta.
Una celebración que homenajea cinco años y un camino bien ejecutado, paso a paso, hasta la primera gran meta: la de emocionar y hacer cantar a pleno pulmón a dos mil quinientas personas un tema que lo tiene todo para convertirse en himno de una banda, de una generación y de la música de este país: Los días malos. Un camino que continuará y que nos ha llevado a todos a gritar, por fin, en el lugar adecuado, aquello de “Qué cool ha sido verte en La Riviera”.
Fotos de Joaquín Hidrobo (Subterfuge)