Nonimage – Amarillo (Autoeditado)
Nonimage es el proyecto de música electrónica que Jordi Ruiz, de Exxasens, puso en marcha el pasado año junto a Sergio Ledesma (Nunnery) y Miguel Ángel Abril (Playmotive). Un proyecto sorprendente que no se parece demasiado a nada de lo que hayan hecho sus componentes anteriormente. Quizás levemente emparentado con ese rock instrumental de Exxasens pero acercándose más al electropop de los 80, de donde parecen sacar la inspiración los autores de esta aventura musical que debuta con Amarillo (Autoeditado, 2017).
El disco está estructurado, supongo que no por casualidad, como en la época del vinilo. Dos caras claramente diferenciadas, en ese caso por el idioma: de los ocho temas, los cuatro primeros están cantados en inglés y los cuatro restantes en castellano. En lo musical hay más continuidad a lo largo del álbum. La idea parece ser experimentar con una electrónica que bebe del synthpop de los 80 menos orientado a las texturas y más a las canciones, con bandas como Depeche Mode, el pop sin complejos de Erasure, o la épica vocal de Tears for Fears en el punto de mira. Todo ello orbitando en torno a un contraste enriquecedor entre el fondo instrumental, aparentemente orientado a la pista de baile, y una voz que recorre todos los matices posibles desde la pura energía hasta la melancolía desplegando un amplio abanico de sentimientos.
Canciones como «Inner party» son perfectas para levantar a la gente de sus asientos. Otras como «Rising» resultan alto más introspectivas, pero en general todo en Amarillo parece estar diseñado para despertar emociones primarias asociadas al ritmo y a las texturas electrónicas. Al escuchar la segunda mitad del disco, la que contiene las canciones en castellano, es imposible no acordarse de grupos nacionales como Aviador Dro («Termonuclear»), OBK, Fangoria o incluso Azul y Negro. En «Cuando no hay elección», el tema más largo y que echa el cierre al álbum, la voz se carga de emotividad y pasa a ocupar un primer plano antes de dar de paso a una sección donde, al contrario, es la parte instrumental la que acapara el protagonismo.
Un disco interesante que no sabemos aún si se quedará en anécdota o consolidará un proyecto que, en cualquier caso, con Amarillo parece mirar más hacia atrás que hacia el futuro. Veremos lo que el mismo les depara a Nonimage.