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Prefab Sprout: Sus discos del menos bueno, al mejor

El gran Paddy McAloon está de nuevo en boca de todos los paladares exquisitos del pop. Su excepcional I Trawl The MEGAHERTZ editado en 2003 originalmente, vuelve a ser editado por Sony bajo el nombre de sus Prefab Sprout. ¿Por qué Prefab Sprout y no a su nombre como fue concebido originalmente? Supongo que motivos contractuales, o porque mientras lo creaba él seguía inmerso pintando pentagramas de ensueño para sus Sprout, con lo cual de alguna manera este disco les pertenecería. Suposiciones a un lado, este álbum seguía a The Gunman And Other Stories, y para ese tiempo, el de Langley sufrió un doble desprendimiento de retina que le hizo agudizar otros sentidos. Su mundo se llenó de diálogos extraídos de las ondas cortas de la radio, que juntándolos pudo enhebrar una narrativa nueva. Una epopeya del sonido a través de los instersticios que dejaba el silencio.

El torrente de ideas que desprende “I Trawl The MEGAHERTZ” (la canción) tiene como eje los 22 minutos de collage sonoro a través de la voz de la actriz Ivonne Connors, en una suerte de alambicado y especial juego de resonancias fantasmales y matices en la voz. El disco al completo evoca a los autores que más han influenciado a Paddy, y estos van desde Berstein pasando por Debussy o Ravel. Un disco que es un universo en sí mismo.

Luis Moner

 

De aquí en adelante haremos un recorrido por cada una de sus obras, ordenándolas de menos buena a mejor, porque en el universo Sprout no nos cabe la palabra “malo”.

The Gunman And Other Stories (Liberty/EMI, 2001)

Paddy no es infalible, y su único paso en falso fue este homenaje a Nashville titulado The Gunman And Other Stories (Liberty/EMI, 2001) en donde, casi solo, sin Wendy Smith y Neil Conti, pero sí con su hermano, nuestro hombre durante tres semanas compuso estas canciones después de poner música a la serie de Jimmy Nail “Crocodile Shoes”. Canciones bonitas no pueden faltar en un disco de los Sprout, claro: “Cowboy Dreams”, acompañada por el banjo que le da un toque fronterizo e idealiza con la figura romántica del cowboy, la típica melodía preñada de nostalgia que mece la enorme “I’m A Troubled Man”, y la perla del disco es “Love Will Find Someone For You” que es orfebrería digna de unos ABBA. Un traspiés, sí, pero Paddy ya estaba preparando I Trawl The Megahertz, y sus ojos empezaban a ver cómo caían gotas de lluvia.

Luis Moner

Swoon (Kitchenware, 1984)

Recuerdo de adolescente que la portada de “Swoon” era todo un misterio para mí. No sabía que quería transmitir esa silueta medio difuminada sobre fondo verdoso. Luego, dos años después salía al mercado “The Queen Is Dead” de los The Smiths, y me gustaba hacerme empanadas mentales inventando paralelismos imposibles entre cada una de ellas. La adolescencia es el momento de hurgar en lo insondable, y darte cuenta de lo inútil que es.

El debut de Prefab Sprout es un prodigio de pop con guitarras jungle y armónicas que recuerdan a los incipientes Orange Juice en “Dont Sing”, letras que hablaban sobre la necesidad que tienen los humanos de arreglar sus problemas a base de hacer la guerra en “Cue Fanfarre” (aunque se entendió como un homenaje al famoso ajedrecista Bobby Fisher) con los fabulosos coros de la siempre susurrante Wendy Smith, o esa joya que es “Cruel”, con aires jazzy donde se nos habla de las tortuosos caminos del amor, con referencias a Dios, algo común en la imaginería de Paddy y unos “pa, pa, pa pa”, y unos versos demoledores There is no Chicago, urban blues/More heartfelt than my lament for you/I’m a liberal guy, too cool for the macho ache”. McAloon lo tenia ya claro en aquella época. En declaraciones a un fanzine sueco dijoOur music demands that you listen to it carefully several times. I dont like to criticize other artists, but I cant stand cheap pop like Duran Duran or pretentious soullike Paul Weller. The only artists I respect are those who are commercial and who dare to experiment. Costello is one example.No hay más que decir.

Luis Moner

Let’s Change the World with Music (Kitchenware, 2009)

Otro disco perdido en un cajón para el que tuvimos que esperar demasiado tiempo. Let’s Change the World with Music llegó por sorpresa a finales de la pasada década, cuando ya pensábamos que Prefab Sprout eran tan solo un bonito recuerdo del pasado. Pero el bueno de Paddy McAloon siempre vuelve a despertar la ilusión de sus seguidores y en este caso rescató unas grabaciones posteriores a Jordan: The Comeback. Aún así, para nosotros esta era toda una sorpresa por la que brindar, ya que llegaba como una particular celebración a la música y a la vida, una carta de amor a la gran pasión de un músico genial cuya carrera artística se vio frustrada por la salud. Un disco con una maravillosa colección de temas quizá lastrada por una producción que no estuvo a la altura. Aún así, es plenamente disfrutable

Manuel Pinazo

Crimson/Red (Kitchenware, 2013)

 

Paddy tenía en ese momento, y asume tener ahora, muchas canciones guardadas en sus cajones, y este faraónico “Crimson/Red” ((Kitchenware 2013) tira de ellas acompañado solo del productor Calum Malcolm. La portada juega con el cromatismo del rojo, como si de un guiño a Mark Rothko se tratara, y de paso intenta mitigar sus problemas de salud y su mermada vista.

Aqui el maestro luce larga barba blanca, sombrero de ala ancha y gafas oscuras, y compone desde el recuerdo. Homenajes a Jimmi Webb al que dedica la preciosa “The Songs Of Danny Galway”, a Bob Dylan en “Mysterious”, reflexiones sobre su adolescencia en “Adolescence” (When I was a Romeo, in love forever/Unable to forget some Juliet/Romeo, Romeo/Inconstant never”), y apuntes sobre su actual estado vital en mi preferida del lote “List Of Impossible Things” con versos que son magia See what the blind man paints/ Abstract expressionist saints/We ride with stateless kings/We ride with stateless kingsOjalá nunca nos falte la música y la poesía de Paddy.

Luis Moner

Andromeda Heights (Kitchenware, 1997)

Tras unos prolíficos inicios, en los 90 empezaron a llegar los discos con cuentagotas a causa del perfeccionismo de su líder. En 1990 Prefab Sprout tocaban techo concentrando en Jordan: The Comeback todas las virtudes con las que llevaban cautivándonos durante una década y tuvimos que esperar siete años para volver a disfrutar de su magia. Andromeda Heights volvía a ofrecernos una nueva ración de pop cristalino y exquisito que aunque no terminó de sorprendernos, pues la fórmula era la de siempre.

A pesar de ello, ya quisieran para sí cualquiera de sus compañeros de generación una colección de canciones como las que contenía.

Manuel Pinazo

Protest Songs (Kitchenware, 1989)

A pesar de editarse cuatro años después de Steve McQueen, con el exitoso From Langley Park to Memphis entre medias, Protest Songs fue grabado prácticamente a continuación del primero, en 1985, quedando incomprensible cuatro años guardado en un cajón. Dicen las malas lenguas que el bueno de Paddy no quería sacar dos discos tan iguales seguidos y necesitaba hacer cosas nuevas.

Finalmente los británicos cerraban la década de los 80 con otra de sus cimas creativas brillando casi al mismo nivel que en el disco que tenía que haber sido su antecesor. Sin Dolby en la producción fue el propio grupo quien se puso tras los mandos, dotando a las canciones de la habitual bella elegancia. En él pasan de rendir tributo a la princesa (“Diana”), al pop de sus comienzos (“Tiffanys”), sin olvidar momentos evocadores marca de la casa como “Talking Scarlet” o la eterna “Life Of Surprises”. Quizá le faltaron varios singles claros, pero su lugar en la historia de la banda siempre le colocará entre los mejores.

Manuel Pinazo

Steve McQueen (Epic Records, 1985)

El segundo disco de Prefab Sprout llegaba en 1985 con el título de Steve McQueen, aunque en EEUU tuvo que cambiar su nombre por el de Two Wheels Good, por una amenaza de demanda de los herederos de los derechos del icónico actor. Nos encontramos ante una de las grandes creaciones de un McAloon en estado de gracia compositiva, que ha quedado en la historia como lo que es, una portentosa obra de pop con toques jazzies realzada gracias a la exquisita producción de Thomas Dolby.

Momentos como el country de “Faron Young”, el arrepentimiento al que le cantan en “Bonny”, el toque ácido de “Appetite” o la desolada belleza de la recordada “When Loves Breaks Down” hacen de él un pequeño tesoro al que volver de cuando en cuando.

Manuel Pinazo

From Langley Park To Memphis (Kitchenware, 1988)

Para quien esto suscribe, posiblemente uno de los mejores discos de los 80. Quizás sea el disco más desenfadado de Prefab Sprout, desde el momento en el que juguetean con referentes de todo tipo: Broadway, la desmitificacion del rock, Las Vegas …, con esa portada colorista en donde todos los integrantes de la banda lucían palmito en un equilibrio de colores imposibles. Empieza a rodar el disco y ese Hot dog, jumping frog, Albuquerque ya se mete en tu cabeza para no dejarte nunca jamás. El día a día de una estrella del rock tiene dos canciones que lo definen, y abren a lo grande esta obra maestra: “The King Of Rock ‘N’ Roll”, o la insuperable “Cars And Girls” (guiños a Bruce Springsteen, gracias: “Brucie dramas Life’s a highway too many roads bypass my way”), cuya producción y tono elegíatico la acerca a “Steve McQueen”.

Pero bajo la batuta de una pléyade de productores entre los que está Thomas Dolby de nuevo crean un muro de sonido impresionante, digno de un Burt Bucharach, y las melodías infalibles se suceden: “Nightingales” -con la harmonía de Stevie Wonder– contiene una de las letras de ruptura amorosa más bonitas de la historia : “Who are we/What we got/ Are we a firework show?/Growing pale like a star that burnt out years ago/Stranger things have been, stranger things have gone/ I find it hard right now to name you one”. Tocado y hundido. La increíble sección de cuerda es la colcha perfecta para esa sinfonia sin igual, “Hey Manhattan!”, y “I Remember That” lo eleva a uno a lo más alto, porque canción más bonita que esta no se ha compuesto nunca.

Luis Moner

Jordan: The Comeback (Kitchenware, 1990)

Los horribles 90 solo los salvaría por pocas cosas, pero este disco permite alumbrar el Everest de unos Prefab Sprout en estado de gracia. Paddy McAloon dijo en su momento que era el disco que mejor definía la obra de los Sprout. Para mí es un álbum totémico, en el cual confluyen su intrincada lírica llena de referencias insondabable misticismo en muchos casos, con una expresividad mayúscula a la hora de relatar las relaciones humanas.

Canciones sobre amor y perdida, y homenaje a Elvis Presley, porque según Paddy el título del disco hace referencia a que Elvis seguía vivo y que esta componiendo la canción perfecta. Como él, siempre buscando el acorde, la armonía, el estribillo perfecto.

Preciosas gemas como “Looking For Atlantis” muy al estilo de ‘King Of Rock And Roll’, los wah whah de la guitarra Paddy McAloon en “Machine Gun Ibiza” que supone un homenaje a Jimi Hendrix, a unas vacaciones en Ibiza, y a la escritura automática, la maravillosa nostalgia que desprende “We Let The Stars Go” dedicada a Paddy Joe, y la mejor canción del disco para mí siempre será “All The World Loves Lovers” melodía inspirada en las románticas tonadas de Frank Sinatra. En los diccionarios el término Belleza tendría que tener una nueva acepción : “Jordan: The Comeback”.

Luis Moner

 

10 comentarios en «Prefab Sprout: Sus discos del menos bueno, al mejor»

  • Me ha encantado el artículo y me habéis dado infomracion interesantísima que no tenía. Yo adoraba y adoro musicalmente a los Sprout, pero mi faovrito indiscutible es Steve MacQueen y no me gustaron mucho los grandes éxitos de From Langley Park to Menphis . Andromeda Heights , sí . Por ese enganche con el Steve , les había tenido un poco abandonados . Pero para mí son son una referencia musical y sentimental fundamental de mi adolescencia y juventud. Gracias .

  • Para mi con diferencia el mejor es Langley Park to Memphis. Nightingales tiene la colaboración de Stevie Wonder tocando la armónica. Los dos primeros singles: Cars and girls y The king of r’n’r son unos hits muy redondos aunque mi preferida es Nancy.

  • Son uno de los faros en mi vida desde que los descubrí con «Steve McQueen». Aún a día de hoy, cuando aparecen en alguna de mis mastodónticas recopilaciones musicales, siento ese erizamiento en el vello acompañado de «la felicidad». Estoy bastante de acuerdo en el «de menos a más» aunque reconozco que lo que menos me interesa de ellos es «Swoon»; estaban verdes todavía y creo que salieron enormemente beneficiados con la producción de Dolby. Añado que debo ser una de las pocas personas que ha escuchado enterito el “I Trawl The Megahertz” desde su aparición y a lo largo de estos años, aunque me pone el nivel de melancolía a tope y no siempre me veo con ánimos para ello. Curiosa la referencia a The Smiths porque resulta que son después de The Beatles, y ex aqueo con Prefab Sprout, mis favoritos en una larga lista que incluye a Simon&Garfunkel, Pet Shop Boys, The Police, Led Zeppelin, Stealer’s Wheel, Bee Gees, Chicago (cinco primeros años) The B-52’s, etc, etc… por citar solo grupos.
    Saludos.

  • Yo flipo con Prefab Sprout. Tienen un estilo soberbio en cuanto a melodías. Ahí son inalcanzables. Les dan a tantos palos que, a veces, no llegas a alcanzar su magnitud. Igual recorrían pasajes coetáneos como tributos ajenos. Pero siempre modifican tu forma de escribir, tocar o cantar canciones. Paddy Mc Aloon tiene para repartir gratis. Para mí y para mi grupo son inmensos. Tenemos una canción con dos acordes parecidos que, al no saber definirla, hemos llamado Sprout simplemente.Jaja. Grandes.

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