Razorlight – Slipway Fires (Mercury Records Ltd./Universal)
Los británicos Razorlight son a menudo vilipendiados con la excusa de una presunta y excesiva comercialidad. Una animadversión habitualmente acentuada por la arrogancia y el narcisismo de su vocalista Johnny Borrell. Sin embargo, la banda ya ha demostrado en las dos entregas anteriores a este Slipway Fires (2008) que, más allá de prejuicios, es capaz de facturar canciones de calidad.
Su nuevo disco también incluye alguno de esos destellos, además de venir adornado con un apetecible aire retro setentero, aunque en esta ocasión queman sus mejores bazas demasiado rápido. Resulta evidente por qué la elección del single recayó en “Wire to Wire”, al abrir el disco de manera esperanzadora e imponerse como joya de la corona. “Hostage of Love” es otro corte destacado, mientras que “Tabloid Lover” resulta efectiva y la emotividad latente en “Stinger” es innegable. El problema es que hay poco más donde rascar. Por ejemplo “60 Thompson” o “The House” son, simplemente, bonitas canciones. De este modo al finalizar la escucha completa se añora un mayor número de temas con capacidad para funcionar como algo más que un fondo musical agradable. Composiciones como “You and the Rest”, “North London Trash” o “Monster Boots” pasan de puntillas ante la atención del oyente, y falta el tirón definitivo que saque esta obra de la inocuidad para alcanzar algo de relevancia.
Será difícil retener en la memoria este compacto durante demasiado tiempo y deberíamos colocarlo no muy lejos de los publicados por sus compatriotas The Kooks o Kaiser Chiefs. El tercer largo del cuarteto londinense certifica que se encuentran tan lejos de ser los salvadores del rock británico (como llegó a proclamar el semanario NME), como de quedarse únicamente en ignorable banda de consumo masivo.